Un gran trader estadounidense me enseñó hace muchos años en Nueva York que Joe Kennedy -el padre del ex presidente de Estados Unidos- había salvado su fortuna a fines de los años treinta gracias a una notable intuición y a un comentario casual. Poco antes del crack bursátil vendió todas sus tenencias, después de que su lustrabotas Patrick Bologna le recomendará comprar papeles de empresas ferroviarias y petroleras. Concluyó el magnate que era una señal inequívoca de que el mercado estaba absolutamente sobrecomprado. Cuando el flujo de la información llega al punto más lejano de la cadena (en este caso un humilde trabajador) significa que todos los eslabones anteriores están comprados hasta los dientes.
Kennedy se salva, pues, porque vende antes que todos y, después de la estrepitosa caída del '29, pudo comprar extremadamente barato y así multiplicó su fortuna.
En una situación similar nos encontramos ahora en Wall Street. Todos se han complotado para que el mercado siga subiendo. Los lustrabotas somos todos nosotros. Vemos a una Reserva Federal que se opone a subir las tasas, a pesar de la escalada inflacionaria, y que desde el 2000 viene inyectando esteroides cada vez que caen las acciones.
Seguramente, muchos objetarán mi visión de que la Bolsa estadounidense se encuentra en un nivel ridículo de sobrecompra. A Joe Kennedy le decían lo mismo -estoy convencido- los primeros días de octubre de 1929. Le decían que se iba a perder el último tramo del espectacular rally de la segunda década del siglo XX. Hoy muchos aconsejan lo mismo. Yo creo, empero, que cuando la Fed suba la tasa -porque tarde o temprano la va a subir- y concluya la compra de bonos se desplomará el castillo de naipes. Y hay mucha gente extremadamente apalancada en Estados Unidos, es decir acumulando acciones con préstamos de los bancos o de su broker.
PRONOSTICO.
El 15 de diciembre veremos si la Fed anuncia alguna novedad. Lo que es probable, según mi visión, es que tendremos una primera mitad de 2022 muy agitada, con una Reserva Federal muy activa, con un tapering suave y un muy escalonado aumento del dinero, según el método de la prueba y el error. Si el mercado reacciona muy mal o si tenemos otro recrudecimiento de la pandemia del virus chino es casi de rigor que Jerome Powell dará marcha atrás.
Algo muy importante para destacar es que en los últimos veinte años hubo caídas importantes (como el 35 % de marzo de 2020) en Wall Street pero rápidamente los precios no sólo se recuperaron sino que el Dow Jones hasta se duplicó (de 18.000 puntos a 36.000) en el último bienio.
Debe saber usted que el grueso de las personas que hoy trabajan en este negocio formidable tienen cuarenta años, lo que significa que desde que salieron de la universidad nunca vieron un mercado realmente a la baja ni un proceso inflacionario importante en Estados Unidos. Cómo no van a ser tremendamente arriesgados; y -lo que es más importante- cómo van a actuar cuando, por fin, cambie la marea.
Se nos viene un semestre clave. La Fed debe parar la inflación galopante pero sin provocar una catástrofe bursátil. Se necesitan manos firmes y mentes despejadas. Veremos de qué madera está hecho Jerome Powell y su círculo estrecho de colaboradores. El mundo mira.
PUBLICADO EN DIARIO "LA PRENSA".
https://www.laprensa.com.ar/510001-Todos-nosotros-somos-los-lustrabotas-de-Joe-Kennedy.note.aspx
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