Por Beatriz Chávez.
Estas tierras valletanas fueron, y lo siguen siendo, arraigo de personas que plasmaron sus ansias de trabajar en ella y que hoy evocamos, como la familia Sapere, radicada en la década del 30. Don Aníbal Sapere había nacido a principios del siglo XX en Pellegrini, provincia de Buenos Aires. Era hijo de Ángela Agosti y de Cayetano Sapere. Formó su familia con Teresa Gosetti y tuvieron un hijo, Osvaldo Enrique. Aníbal fundó en 1942 el Centro Filatélico de Río Negro y Neuquén, debido a su gran afición a las estampillas. Desplegó un amplio trabajo hasta que consiguió terrenos cercanos al Río Neuquén y, con la colaboración de una maquinaria del ejército, dio origen al primer autódromo de Neuquén en 1944, que funcionó como pista hasta que se formó un asentamiento y se desdibujó el trazado del circuito.
Unos años después, la Intendencia, cuando era presidente don Alberto Domínguez, mediante Ordenanza 97/60, denominó al barrio Aníbal Sapere. Éste había fundado el Automóvil Club Neuquén en ese mismo año, una entidad destinada a competiciones automovilísticas. En la década del 50 fue socio fundador del Club regional de Regularidad para competencias deportivas con vehículos de calle, y participó en la redacción del primer estatuto del Club de Pesca y Náutica El Biguá. Entre 1945 y 1954 militó en la Unión Cívica Radical. Su hijo nació en 1935 en Carlos Pellegrini, provincia de Buenos Aires.
El Dr. Osvaldo estudió en la antigua escuela N° 2 y el secundario en el Colegio General San Martín. En 1960 se recibió de médico en la Universidad de Buenos Aires y se especializó en dermatología, alergia y medicina legal. En 1961 ingresó en el hospital de Neuquén Dr. Castro Rendón hasta 1982. Ejercía la docencia en colegios secundarios -fue nuestro profesor de anatomía en la escuela San Martín- y en la Universidad Nacional del Comahue, desde 1961 a 1971. Luego fue médico de sanidad escolar y unos años después fue designado médico legista de la policía de la provincia del Neuquén. Asistió a numerosos cursos de posgrado y congresos de capacitación. Participó del curso anual de medicina legal en la década del 60, y de varios congresos nacionales. Además, concurrió a la reunión anual de dermatología latinoamericana. Integró el Club de Leones de Neuquén capital, y fue socio vitalicio del Colegio Médico del Neuquén. Había formado su pareja con Olga Rodríguez Segat; y sus tres hijas, Diana, Sonia y Silvana conforman su familia.
La historia del barrio Sapere se cuenta a partir de las vivencias de los primeros pobladores que marcaron como hito fundacional la donación de las tierras por Aníbal Sapere para la formación del barrio, hace más de sesenta años, el 13 de abril de 1957. En esos momentos era el Neuquén de médanos y jarillales, y como ya dijimos existía la pista del autódromo: poco a poco se fueron asentando familias.
El barrio se encuentra ubicado al noroeste de la ciudad limitado por la costa del Río Neuquén y las calles Independencia, Río Neuquén, Río Mocoretá, Santa Teresa, Río Aguapey e Islas Malvinas hasta la costa del río Neuquén. Allí se establecieron distintas instituciones educativas públicas y privadas, espacios verdes, área deportiva, oficinas municipales, monumento, templo evangélico y comercios, de acuerdo con el relevamiento realizado por la municipalidad neuquina.
Este material fue aportado por el Archivo Histórico municipal, colaborador indispensable para el resguardo de testimonios históricos de la ciudad, donde leímos las distintas ordenanzas que fueron conformando el barrio. Historias de pioneros que fueron impulsados por el deseo de arraigarse y trabajar estas tierras; fue el lugar donde se asentaron múltiples familias, que se ha desarrollado como entrada a la ciudad neuquina.
Por distintos motivos de historia, de trabajo, de convivencia, éste y todos los barrios neuquinos, hoy no deberían tener carencias como las que sufren sus moradores.
Carta de lectores de Beatriz Chávez publicada en Diario "Río Negro", domingo 19 de febrero del 2023.
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