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...." el pueblo recoge todas las botellas que se tiran al agua con mensajes de naufragio. El pueblo es una gran memoria colectiva que recuerda todo lo que parece muerto en el olvido. Hay que buscar esas botellas y refrescar esa memoria". Leopoldo Marechal.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.

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“Amar a la Argentina de hoy, si se habla de amor verdadero, no puede rendir más que sacrificios, porque es amar a una enferma". Padre Leonardo Castellani.

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"La historia es la Patria. Nos han falsificado la historia porque quieren escamotearnos la Patria" - Hugo Wast (Gustavo Martínez Zuviría).

“Una única cosa es necesario tener presente: mantenerse en pie ante un mundo en ruinas”. Julius Evola, seudónimo de Giulio Cesare Andrea Evola. Italiano.

domingo, mayo 26, 2024

Saavedra y dos cartas de Hugo Wast. Por Roberto Elissalde.

 

Conservo dos cartas originales que Gustavo Martínez Zuviría conocido como Hugo Wast le enviara al doctor Carlos Alberto Pueyrredon en diciembre de 1959, en las vísperas de aparecer El Año X, que con el sello de la editorial Huemul vio la luz a comienzos de 1960, en el año del sesquicentenario de la Revolución de Mayo.

El 15 de diciembre Pueyrredon había sido elegido presidente de la Academia Nacional de la Historia, y el 20 Martínez Zuviría lo felicitaba porque ”no sólo es Ud. un historiador de verdad de claro estilo, de absoluta seguridad y desinterés, como no ser el de establecer la verdad, y de copiosa información, sino de algo que para un cargo tan eminente, vale tanto como eso: es un señor. Ya entre nosotros va desapareciendo el señorío, que es más importante que el palabrerío y que el fichero”.

Con buen humor le dice “le escribo con un pie en la sepultura… civil. Gracias a Dios mi salud es excelente, pero estoy a punto de publicar un libro sobre la Revolución de Mayo, donde vindico la gran figura de Saavedra (¡no porque sea antepasado de su mujer y de unos nietos míos!) sino porque ha sido miserablemente tratado por los historiadores de todo pelaje”.

Se lamentaba no haber podido enriquecer la documentación con las obras de Pueyrredon, En tiempos de los Virreyes y 1810. La Revolución de Mayo, que tenía en su biblioteca “y ya no se donde fueron a parar”.

Le había pedido a su hijo Marcelo Martínez Zuviría que le “solicitara en préstamo una de ellas a su hijo Julio, con quien se ve a menudo en la Cancillería”, pero “ninguno me llevó el apunte”; culpando un poco más a Marcelo que “hizo el pedido pero no insistió”.

Por otra parte, el ex director supondría un trato no amable por parte del personal de la Biblioteca, que dirigía Jorge Luis Borges, porque “no quise ir” y “tuve que prescindir de un tesoro de datos”.

CONSAGRACION.

Calculaba que el libro iba a aparecer en marzo, agregaba con inmenso humor: “Y quince días después, ni un minuto más, ni un minuto menos, me ahorcarán en la Plaza Mayor a pedido de los historiadores presididos por el viejito Grosso, que está desesperado para que Uds. Le rindan el merecido homenaje. ¡No lo deje morir sin esa consagración! Hay otros que han escrito menos que el todavía”.

Parece que Alfredo Grosso por entonces de 92 años y autor de numerosos textos de historia deseaba ser académico, igual la recomendación llegaba tarde porque habría de morir el 4 de agosto de 1960.

Pueyrredon de inmediato le envió el libro sobre la Revolución de Mayo, que Martínez Zuviría le agradeció, lamentando “no haberlo tenido antes, porque habría autorizado con muchos pasajes de ella no pocas páginas de las mías, que hace ya más de un mes está imprimiéndose” y agregaba: “No temo contradecirme con esta riquísima recopilación porque pienso que llegamos a la misma conclusión, si bien me parece que Ud. le atribuye a Moreno artículos de la Gazeta que él no escribió”, a la vez que le agradece las noticias de los libros de Manuel Moreno publicados en Londres sobre la vida de su hermano que conocía.

VERDAD ADULTERADA.

Poco después, Año salía a la venta. En la contratapa se presentaba la obra:

“Este libro se ha escrito para restablecer la verdad adulterada por la mayoría de los historiadores, que han maltratado a una de las más ilustres figuras de la historia argentina, la de don Cornelio de Saavedra, el Jefe de la Revolución de Mayo y el primer gobernante de la República Argentina. ‘Vale más el escándalo que la mentira’, ha dicho un gran Papa, San Gregorio Magno. Es hora de que en la historia argentina, que ya tiene 150 años, acaben las fábulas aunque empiece el escándalo. Saavedra ha sido calumniado y empequeñecido para agrandar por contraste la diminuta figura de Mariano Moreno prócer sin hazañas, a quien sus panegiristas no mencionan nunca sin ahuecar la voz y repetir los cien lugares comunes cuya falsedad aquí se demuestra. Moreno, que ingresó en las páginas de la historia patria el 1° de enero de 1809 como enemigo de la emancipación de su tierra natal y murió en alta mar el 4 de marzo de 1811, yendo a Londres con la credencial de embajador argentino en nombre de Fernando VII (uno de los reyes absolutos de más triste recuerdo en aquellos tristísimos tiempos), se ha quedado con la mayor parte de la gloria de aquel año sin igual. Nos lo han presentado como el numen de la Revolución y ahora pretenden que sea el Espíritu de Mayo. Contra esa pretensión, nada inocente, se ha escrito este libro. Cualquiera que sea la acogida que le dispensen los historiadores, lo lean o afecten ignorarlo, estamos ciertos de que restablecerá algunas verdades importantes y con ellas la fisonomía de la patria; y de que en adelante la historia de Mayo no podrá escribirse con tanta impunidad como lo ha sido hasta ahora”.

CONTROVERSIAS.

Dio motivo a no pocas controversias. Un viejo colaborador de este diario me manifestó que se la habían entregado para comentar y esperaban -según se lo insinuaron- una crítica negativa. Como no lo fue, sino con la imparcialidad debida jamás se publicó y dejaron de llamarlo, hasta que en 1969 con motivo del centenario volvieron a hacerlo.

Martínez Zuviría falleció el 28 de marzo de 1962, y fue sepultado al día siguiente en la Recoleta, justamente un 29 de marzo había muerto 153 años antes con Cornelio de Saavedra.

Carlos Alberto Pueyrredon, falleció el 16 de junio de ese año.

Estas cartas nos acercan de algún modo a la intimidad de estos hombres, en esa Argentina donde todavía existía ese señorío que elogiaba Hugo Wast, y que va desapareciendo cada vez más.

Por Roberto Elissalde.

Publicado en LA PRENSA.

https://www.laprensa.com.ar/Saavedra-y-dos-cartas-de-Hugo-Wast-545095.note.aspx

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