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LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.

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“Amar a la Argentina de hoy, si se habla de amor verdadero, no puede rendir más que sacrificios, porque es amar a una enferma". Padre Leonardo Castellani.

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“Una única cosa es necesario tener presente: mantenerse en pie ante un mundo en ruinas”. Julius Evola, seudónimo de Giulio Cesare Andrea Evola. Italiano.

martes, enero 07, 2025

El legado religioso de Elvis Presley.

 

El legado religioso de Elvis Presley.

“Instruye al niño en el camino que debe andar, y aún cuando fuere viejo no se apartará de él”. (Proverbios 22:6) 

POR PABLO S. OTERO.

A casi medio siglo de su muerte, Elvis Presley continúa siendo un arquetipo cultural que trasciende países y fronteras. Reediciones de su música, libros y películas siguen alimentando en la actualidad la leyenda del Rey del Rock and Roll.
Sin embargo, poco se ha abordado su lado religioso que lo acompañó a lo largo de toda su vida. Un perfil poco conocido del cantante estadounidense que posibilitará entender a un ser humano que tuvo todo pero que también vivió tratando de transitar por el camino espiritual que había adquirido desde muy chico.

SU FORMACION.
Elvis Aaron Presley nació el 8 de enero de 1935 en una humilde familia de Tupelo, Misisipi, en el sur de los Estados Unidos. Tuvo un hermano gemelo que falleció al nacer.
A sus trece años -debido a un problema policial de su padre Vernon por falsificar un cheque- se mudaron a Memphis (Tennessee) donde completó la secundaria y comenzó a trabajar de camionero para ayudar a su familia. Tanto en Tupelo como en Memphis, Elvis junto a sus padres asistía a la Iglesia de la Primera Asamblea de Dios, una asociación cristiana evangélica internacional de iglesias pentecostales. Un movimiento que surgió a principios del siglo XX en Kansas y que se basa en la doctrina del bautismo en el Espíritu Santo. En la Iglesia de Tupelo, Elvis se bautizó y Vernon era diácono.
Acompañado también por su madre Gladys concurría a las celebraciones dominicales, a campañas y a las reuniones especiales conocidas como “avivamiento”, una especie de rito que posibilita un cambio de vida a partir de la toma de conciencia de ser pecador y que conduce al arrepentimiento y a la renovación del compromiso con el Señor.
Esta formación religiosa fue la que lo acompañó hasta sus últimos días y que junto a las canciones góspel y los ritmos negros que escuchaba en los clásicos ´Juke Joint´ (bares de la comunidad afroamericana del sur estadounidense) influyeron de una manera determinante en su estilo de música.

“DIOS ES MI REFUGIO”.
En 1956 Elvis estaba ya en la cima de su popularidad. Millonario, con una mansión, Cadillac, discos, películas, conciertos y también una serie de controversias.
El 27 de agosto de 1956, la revista Life le dedicó una amplia nota bajo el título: “Elvis, un ídolo diferente. El impacto de Presley acumula fans, modas y miedos”, la cual reflejaba lo que sentía gran parte de la sociedad conservadora estadounidense de mediados de la década del cincuenta. Se lo acusaba de pervertir a la juventud por su vida “amoral” (en televisión solo se lo podía tomar de la cintura para arriba por sus movimientos pélvicos), de ´invitar´ a la delincuencia y también se le cuestionaba por la música de origen negro que cantaba. Incluso, pastores evangélicos daban entrevistas a diarios para advertir a los padres del peligro que representaba Elvis para sus hijos. Llegaron a decir que era la "personificación del diablo".
Quizás atormentado por todo lo que originaba decidió dar en julio de 1957 una entrevista a la popular revista “Photoplay”.
En la misma, de tres páginas y realizada por Louis F. Larkin, aseguraba: "Nadie sabe lo que hay dentro de mí. Lo que voy a decir no se lo dije a nadie antes, porque se cómo suena cuando algunas personas comienzan a hablar sobre Dios. Pero llega un momento en la vida del hombre en la que tiene que decir algo. Así que ahora pienso que es el momento de contar la verdad sobre este Elvis Presley y la forma en la que piensa. Quiero contar sobre el tiempo en el que estuve en lo más bajo que pude haber estado, y me puse de rodillas y recé. No estoy tratando de sonar como alguien que es más religioso que cualquier otro, pero no hay un día en que no piense en Dios y rece mucho para mostrar mi gratitud hacia él. Incluso cuando era un niño pensaba en Dios. Mi mamá y mi papá me enseñaron que, si hacía algo bueno, Dios estaría complacido. Y si hacía algo malo, él estaría enojado. Como los demás niños, yo no entendía mucho sobre Él, y me comportaba porque temía su ira. Lo que quiero decir es que hasta que fui mayor, no me di cuenta que la mejor manera de demostrar mi amor hacia mi Creador era agarrar lo que él me había dado y tratar, de la mejor manera que sé, hacer algo de mí mismo. Nunca esperé ser alguien importante. Tal vez, no lo sea ahora, pero sea lo que sea que soy, en lo que sea que me vaya a convertir, será lo que Dios eligió para mí. No puede ser de otra manera para nadie”.
En la extensa entrevista, que llevó por título “Dios es mi refugio”, también relata cuando encontró a su padre llorando porque no podía pagar las cuentas. “Entonces -recuerda- hice lo primero que se me vino a la mente. Me puse de rodillas y recé. Le pedí a Dios que me mostrara la manera en la que podía ayudar a mis papás. Una semana después, las cosas comenzaron a suceder (…) Ahora tal vez mucha gente dirá que lo que pasó después fue una coincidencia. Están en lo correcto en pensar en eso si quieren. Pero yo no. Yo pienso que lo que pasó fue el plan de Dios. Y siempre lo pensaré. Pero no importa lo que haga, no me olvido de Dios. Siento que él ve cada movimiento que hago. Y de alguna manera eso es bueno para mí”.

BIBLIAS, DISCOS Y PELICULAS.
A lo largo de su vida dejó señales de que mantuvo esa formación religiosa no solo en el ámbito privado (construyó es su mansión ´Graceland´ de Memphis un gigante mausoleo llamado “Jardín de Meditación” con la tumba de su madre y una gigante estatua de Cristo con los brazos abiertos) sino también en su exitosa trayectoria musical.
En 2012, por ejemplo, se subastó en Gran Bretaña la Biblia que le regalaron sus tíos, para su primera Navidad en Graceland en Memphis, en 1957. En la misma se pueden apreciar numerosos subrayados y ciertas anotaciones hechas de puño y letra por él mismo resaltando citas de los Evangelios.
Entre otras anotaciones se destacan las siguientes: * “Todo hombre puede ser tentado, pero con Dios a tu lado puede ser salvado”. * “Dirígeme, guíame en todos tus caminos”. * “Juzgar a un hombre por su lado más débil es como juzgar el poder del océano por una ola”. * “Confía en el Señor no en el hombre”. * “Hay una temporada para todo. La paciencia te recompensará y revelará todas las respuestas a tus preguntas”. * “¿Por qué se aprovecha el hombre si gana? El mundo entero podría perder o desechar”.
Más recientemente se subastó otra Biblia, la que se encontró en su mesa de luz el día de su fallecimiento por un ataque cardíaco -a los 42 años en su mansión de Memphis- el 16 de agosto de 1977. En la misma, también se pueden apreciar diferentes subrayados de los textos bíblicos.
En su carrera discográfica, en tanto, grabó tres LP con temas góspel (del inglés Evangelio-palabra de Dios) Una música que nació de la tradición de los ´espirituales negros´ -inspirada en el sufrimiento de generaciones de esclavos africanos que trabajaban en las plantaciones de algodón del sur estadounidense- y que Elvis experimentó y entonó desde su niñez.
Estos tres álbumes fueron: “His Hand In Mine” (“Su mano en la mía” - 1960), “How Great Thou Art” (“Cuán grande eres” - 1967) y “He Touched Me” (“El me tocó” - 1972). Por estos álbumes recibió los únicos tres premios Grammy de su carrera.
Para sus grabaciones y conciertos también siempre eligió grupos góspel como coristas, entre ellos Jordanaires, Imperials, Stamps Quartet y Sweet Inspirations. Entre sus películas, por otra parte, se destaca una que se llama “Change of Habit” (“Cambio de Hábito” de 1969). Se trata sobre tres monjas católicas, que se preparan para sus votos finales, y que son enviadas a un barrio marginal vestidas como misioneras laicas para trabajar en una clínica dirigida por un joven médico (Elvis). La escena final donde canta “Let Us Pray” (Oremos) fue filmada -con el acuerdo del sacerdote y el permiso de la Arquidiócesis- en la nave principal de la iglesia católica de San Patricio (Los Ángeles, California).
Asimismo, en 1957, en una de sus apariciones en “The Ed Sullivan Show” cantó a capela el himno religioso "Peace In The Valley". Tanto impacto causó en el emblemático conductor televisivo que, conmovido, llegó a decir: “Es un joven decente”. En sintonía, durante los 70, en cada concierto que ofrecía de costa a costa de los Estados Unidos -un total de 1.140 entre 1969 y 1977- simpre interpretaba góspel que por lo general eran “How Great Thou Art” y “Why my Lord”. También en el “Especial del 68” para la TV (“68 Comeback Special”) incluyó un número góspel con varios temas y coreografía incluída.
En 1971, por último, grabó “Miracle of the Rosary” (“El milagro del Rosario”) en homenaje a un amigo bautista que se había hecho católico y cuya familia había ayudado a la suya cuando se mudaron a Memphis. La canción es en honor a la Virgen de Fátima y su letra es la oración del “Ave María”.

TESTIMONIOS.
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Existen numerosos testimonios acerca de la fe de Elvis. El mismo cantante en el documental de 1972 “Elvis On Tour” cuenta: “Hacemos dos shows por noche durante cinco semanas (en Las Vegas). Muchas veces subimos y cantamos hasta el amanecer, canciones de góspel. Crecimos con el góspel. Más o menos te tranquiliza la mente”.
En la mejor biografía escrita sobre Elvis, considerada por muchos como la definitiva, su autor Peter Guralnick rescata también el siguiente testimonio del mismo Elvis: “Desde que tenía dos años la única música que conocía era el góspel. Fue mi primer amor. Esa música se hizo tal parte de mi vida que era tan natural como el baile, una forma de escapar de los problemas, y un medio de liberación. Siempre me gustó la música. A mis padres les encantaba cantar. Dicen que cuando tenía 3 o 4 años me acerqué al coro de la Iglesia y empecé a marcar el ritmo”.
Vernon Presley, su padre, en una entrevista para la revista ´Good Housekeeping´ de 1978 reveló lo siguiente: “Hasta que estuvo casi adulto, no tenía idea de qué planeaba hacer Elvis con su futuro. Resultó que él tampoco estaba muy seguro. Recuerdo que, justo después de graduarse de la escuela secundaria, entré en su habitación y lo encontré acostado en su cama. ´Hijo´, le pregunté, ´¿qué quieres hacer ahora? ¿Quieres ir a la universidad? Porque, si lo haces, lograremos enviarte. ¿Quieres ir a trabajar? ¿Qué quieres hacer a continuación?´. Bueno, Elvis me dijo después que esas preguntas lo asustaron muchísimo, porque lo llevaron a darse cuenta de que tenía que tomar una decisión. Entonces me dijo: ´Papá, quiero ser artista. Quiero cantar con un cuarteto de gospel´. ´Haz lo que quieras´, le dije, ´y te ayudaremos en todo lo que podamos´".
Su hija Lisa Marie Presley, en tanto, aseguró que el góspel era sin duda su género musical favorito. “Parecía estar más apasionado y en paz cuando cantaba góspel”, escribió para la contratapa de “Where No One Stands Alone”, un álbum de grabaciones de góspel de Elvis publicado en 2018.
Por último, su hermanastro Billy Stanley (autor del libro “La fe de Elvis: una historia que solo un hermano puede contar" - 2022) sostuvo que Elvis “era cristiano, y la mayoría de la gente no lo sabía. Era un cristiano que dondequiera que iba, llevaba la Biblia consigo”. Stanley trabajaba para Elvis cuando estaba de gira, tenía la tarea de llevar la Biblia del artista y, a menudo, observaba a su hermanastro de rodillas orando.
Al respecto, manifestó: “Llegó un momento en su carrera que Elvis comenzó a incluir canciones góspel en sus conciertos… y este fue su testimonio. El veía su música como una forma no solo de ganarse la vida, sino también para cambiar vidas, lo vio como un ministerio. Los milagros sucedieron a través del poder de su música. Él estaba difundiendo el mensaje evangélico con el don que Dios le dio: su voz. Los fanáticos se acercaban a nosotros y hablaban sobre como el Evangelio les hizo creer de nuevo. Venían a ver al rey pero se iban sabiendo que otro ´Rey´ era el que podía salvarlos, este era su legado”.
Según reveló, su cita preferida del Evangelio era Juan 3.16: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo primogénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna”.

LEYENDA EN SU TUMBA.
Muchos historiadores se dedican a estudiar las inscripciones en las tumbas para saber cómo vivía tal persona en una sociedad determinada y en un tiempo específico. La tumba de Elvis en su mítica mansión “Graceland”, convertida en museo desde 1982, que mandó a construir su padre Vernon dice mucho de él y de su familia. En letras doradas se puede leer: “Él era un precioso regalo de Dios que amábamos y amamos profundamente. Tenía un talento dado por Dios que compartió y se convirtió en el más aclamado, capturando los corazones de jóvenes y mayores por igual. Fue admirado no sólo como artista, sino como la persona humanitaria que era, por su generosidad y sus amables sentimientos al prójimo. Revolucionó el campo de la música y recibió los más altos premios. Se convirtió en una leyenda viviente en su propio tiempo. Se ganó el respeto y el amor de millones de personas. Dios vio que necesitaba un descanso y lo llamó a su casa para estar con Él. Te echamos de menos, hijo y padre. Le agradezco a Dios que nos lo haya dado como hijo nuestro”.
Más allá de la leyenda que suele deformar o magnificar por la fantasía o la admiración al personaje, el legado religioso de Elvis es simple y pasa por entender el verdadero significado de la fe. El Rey demostró que nunca tuvo miedo en expresar su fe en Dios y siempre hizo gala de ello públicamente. Uno de esos tantos ejemplos ocurrió el 30 de septiembre de 1974 durante un concierto en Indiana. Una fan le gritó que era el rey. “La idea es hermosa, querida, y te amo por eso -le respondió Elvis- pero no he sido atrapado en eso y no puedo aceptar esto de los reyes porque para mí solo hay uno que es Cristo”.
En mayo del año pasado, durante una audiencia en el Vaticano, el papa Francisco reflexionaba: “La fe es el acto por el cual el ser humano se entrega libremente a Dios. Ser cristiano es acoger y custodiar un vínculo: un vínculo con Dios y yo. Mi persona y el rostro amable de Jesús. Este vínculo es el que nos hace ser cristianos. El gran enemigo de la fe es el miedo”.
Publicado en LA PRENSA.

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