Julio Mahárbiz de Jorge Vergara.

Fue un personaje polémico, poderoso, conocedor del folclore y de todo lo que lo rodea, conocedor de las tácticas para llegar a un gran festival, inventor del Aquí Cosquín y mucho más. Tan poderoso que en sus tiempos de esplendor, nadie subía al escenario mayor de la fiesta grande del folclore sin su aprobación.

Falleció Julio Mahárbiz, hombre que dejó huellas en el folclore argentino.

Hombre importante fue Julio Mahárbiz para el folclore, conservador en muchos aspectos, innovador en no tantos, pero siempre presente hasta comienzos del nuevo milenio, donde perdió bastante de su poder y desapareció de la pantalla que lo mostró por años, la del entonces ATC.

Conservador porque le impuso su propio estilo a Cosquín por más de 40 años, estilo más bien ligado a sus gustos personales que a quienes por mérito propio debían estar en el festival. Conservador porque esos caprichos implicaron que muchos notables desaparecieran por años de la cartelera. Era casi como que si estaba Julio no estaba fulano de tal.

Pero fue importante porque básicamente fue un difusor de la música, fue de los que defendió espacios para el folclore en cada lugar donde estuvo y de los que siempre consideró al folclore como un género postergado que había que rescatar. Y sin dudas trabajó para eso, bien o mal trabajó para el folclore.

Su apogeo, que en realidad fue bastante extenso, se dio básicamente en tiempos del menemismo en el gobierno, donde Mahárbiz se ganó muchas críticas y hasta fue duramente cuestionado por el manejo de distintos ámbitos a su cargo.

En un tiempo, el Aquí Cosquín desapareció y con él el festival perdió fuerza por un par de temporadas, por eso se puede decir que ese festival, el más grande de la Argentina, tuvo un antes y un después de Mahárbiz. Unos dicen que ahora está más abierto, otros en cambio dicen que él imponía respeto al festival, lo cierto es que para bien o para mal, Cosquín no fue el mismo con Mahárbiz que sin él.

Cada solista o grupo que quiso ser grande en el género no lo fue sin haber pasado por ese Cosquín o por algún programa de Mahárbiz. Era, sin ninguna duda la llave para entrar a los escenarios más importantes. Pero el pasar por sus programas no era para todos, era para un selecto grupo de gente afín a sus pensamientos. Cuando decía que no a alguien era casi como llevar la cruz encima, porque se cerraban todas aquellas puertas vinculadas con él. Y si decía que sí, era garantía por años de que habría pasaporte a Cosquín.

Fue poderoso, polémico, importante, fue empresario, productor también, tantos roles hacían su campo muy amplio, y por tanto su poder era enorme.

Creció con el gobierno de Menem y cayó con el gobierno de Menem, porque con su partida se terminó su poder en el festival mayor, a tal punto que sólo pasó a tener por unos pocos años más el rol de presentador de la fiesta. Después directamente no lo llamaron más.

Julio Ernesto Mahárbiz había nacido en Córdoba el 06/07/1935.

Hijo de un libanés cantantes de tangos, Julio Ernesto Mahárbiz vivió en la provincia de Córdoba hasta los 16 años, cuando se trasladó a Buenos Aires a buscar trabajo en la radio, el medio de comunicación más poderoso de aquellos tiempos. Corría 1951, y él logró iniciar su carrera en cines y teatros como presentador y recitador de poemas criollos. En 1956 logró su cometido, y participó en Radio Porteña. En 1958 debutó en Radio Belgrano, una de las más importantes de la época.

Desde 1963 a 2001 animó el reconocido Festival de Cosquín.

De Mahárbiz rescato su trabajo por el folclore, que creo fue su mayor logro, porque consiguió un espacio para el género, al que aún hoy le sigue costando instalarse.