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...." el pueblo recoge todas las botellas que se tiran al agua con mensajes de naufragio. El pueblo es una gran memoria colectiva que recuerda todo lo que parece muerto en el olvido. Hay que buscar esas botellas y refrescar esa memoria". Leopoldo Marechal.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.
“Amar a la Argentina de hoy, si se habla de amor verdadero, no puede rendir más que sacrificios, porque es amar a una enferma". Padre Leonardo Castellani.

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"La historia es la Patria. Nos han falsificado la historia porque quieren escamotearnos la Patria" - Hugo Wast (Gustavo Martínez Zuviría).

“Una única cosa es necesario tener presente: mantenerse en pie ante un mundo en ruinas”. Julius Evola, seudónimo de Giulio Cesare Andrea Evola. Italiano.

viernes, julio 08, 2016

El Bicentenario desde la Patagonia: un modelo de integración desigual por Paula Núñez.

El Bicentenario desde la Patagonia: un modelo de integración desigual por Paula Núñez.

El 9 de julio de 1816 se firma la decisión de construir una Nación, ni siquiera se tenía el nombre que hoy nos identifica como país, pero sí la resolución de organizar un Estado moderno en un territorio. Ahora bien, visto desde la Patagonia, este territorio no involucraba nuestro espacio.
Por ello la pregunta obligada es cuánto se relaciona esta fecha, no tanto con nosotros como argentinos, sino como habitantes de un territorio de integración tardía, que pasa a ser parte de ese Estado que comienza a definirse hace dos siglos, más de 60 años después.
Una primera respuesta podría darse a partir de ver si el espacio patagónico fue tenido en cuenta por el sector social que decide llevar adelante la independencia.
El problema con esta mirada es que silencia la voz de los entonces pobladores del territorio. Una segunda mirada podría ser revisar el modelo de Nación que se establece a partir de observar cómo se integra la Patagonia al concierto del país.
Esta segunda perspectiva es la que quisiera desarrollar.
La Patagonia se observa como un territorio vacío, con un enorme potencial de riquezas y recursos que comienzan a ser de interés pasada la primera mitad del siglo XIX.
La primera observación sobre esto es la falta de acuerdos internos sobre el modo de llevar adelante el gobierno, que además de luchas internas generaron una lenta incorporación de los territorios del actual mapa argentino.
Una segunda observación es la necesidad de ir armando relatos sobre el país que se estaba formando que nos hicieran pensar que la única forma de organizarlo era aquella que se delineaba desde los sectores de poder.
En función de ello se negaron varias cosas al asumir a la Patagonia como vacía.
Negaciones.
Por ejemplo, la fuerte marca colonial española en las regiones costeras, donde se establecieron diferentes asentamientos que complejizaron el poblamiento y la organización local.
Porque la Patagonia no era un territorio vacío, existían pobladores originarios y migrantes, como la colonia galesa que se establece en el actual territorio del Chubut pocos años antes que desde el gobierno argentino se decida avanzar sobre el control del espacio pero, paradójicamente, gestionando los permisos para habitar con ese Estado que aún no reconocía el territorio como propio.
La influencia colonial trasandina también se omite en el relato del vacío, negando de este modo la evidente articulación horizontal.
También se ocultan las alianzas de organizaciones sociales asentadas en el territorio, con diferentes parcialidades involucradas en las luchas internas que se llevan adelante tras el proceso independentista.
La autonomía existente se silencia, imponiendo una visión que disuelve todo eso en el imaginario de un desierto vacío, donde dormían los recursos de tierras fértiles para agricultura y pastoreo, más la esperanza de recursos mineros, que se describen sólo aprovechables desde la intervención y acción del Estado argentino.
La dicotomía planteada por Sarmiento entre civilización y barbarie sintetiza los términos desde los que se justifica a la violencia como el único modo de avance de una Nación que se organiza con fuertes sesgos racistas, además de los sexistas y clasistas propios de los Estados modernos.
Tras la incorporación territorial, el Estado decide que la modernidad en el sur se resolvería con poblamiento de ovejas antes que de personas.
Propietarios ausentistas se presentan como el poblamiento ideal.
La mirada desigual perdura.
Por ello, volviendo a la pregunta por la independencia desde la Patagonia, en vista de los discursos que recurrentemente nos describen desde nuestros paisajes, recursos energéticos, petróleo, minería, recursos ictícolas, me pregunto cuánto de esta mirada desigual aún nos cubre, en políticas que aún hablan del ambiente y de las extracciones antes que desde las poblaciones.
Tal vez la conclusión es que la independencia llegó en forma desigual y que este aniversario nos lleva a pensar en los logros pero también en las deudas.
“La autonomía existente se silencia, imponiendo una visión que disuelve todo eso en el imaginario de un desierto vacío”,

La decisión de avanzar al sur bonaerense.
Entre las consecuencias políticas de la declaración de Independencia de 1816 “surgió con fuerza el interés por empezar a ocupar territorios que hasta ese momento estaban olvidados o postergados” en el sur de Buenos Aires y la Patagonia, dice Mario Minervino, docente de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) de Bahía Blanca
Minervino consideró que “Buenos Aires era muy rica en cuanto a tierras y sus posibilidades. Sin embargo al sur del río Salado, un 70% del territorio bonaerense, era llamado ‘el desierto’, pero no de arena, sino tierras muy ricas ocupadas por los pueblos originarios”. “En 1816 no existía Bahía Blanca (fundada en 1828), pero sí fue un primer paso para que diez o doce años después hubiera una decisión política de ocupar la provincia”.

En 1816 había que tener mucha audacia para declarar la independencia en un momento en que el contexto panamericano estaba todo en retroceso. El Río de la Plata era el único foco que se mantenía en pie”.
Paula Núñez, Investigadora de Conicet, historiadora y filósofa, miembro del Instituto de Investigaciones en Diversidad Cultural y Procesos de Cambio (Iidypca-UNRN).
Publicado en Diario "Río Negro" (Edición Nro. 24.404), 8 de Julio de 2.016, páginas 26/27. Las imágenes son de internet (wikipedia).

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