Alvaro José de Alzogaray (1811-1879).
El coronel Alvaro José de Alzogaray, nacido en Santa Fe el 19 de enero de 1811, era hijo de Francisco de Alzogaray, comerciante, y de Mercedes Echagüe, porteña como su esposo. Descendía, por el lado materno, de judíos portugueses que se radicaron en Brasil. En la familia de su madre –según la revista Nº 11 del Instituto de Ciencias Genealógicas, publicada en 1955- había “penitenciados de la nación hebrea” que se convirtieron al catolicismo. En Brasil se les conoce como “cristianos novos”; en el México virreinal, curiosamente, se les llamó “marranos”. Su educación fue muy vasta, y ella le permitió con el correr de los años poseer a la perfección varios idiomas y ser un perfecto técnico de cuestiones relacionadas con el arte de la ingeniería naval.
A los 15 años se incorporó a la escuadra argentina organizada por el gobierno del general Las Heras con motivo de la guerra con el Imperio del Brasil y puesta bajo las órdenes del almirante Guillermo Brown. En enero de 1826, Alzogaray se halla embarcado en la fragata “25 de Mayo”, que enarbola la insignia del comandante en jefe de la Escuadra, estando el buque bajo las órdenes del coronel Tomás Espora. Alzogaray actúa de secretario del almirante Brown durante toda la campaña del Brasil y tomó parte en todos los encuentros navales de aquella guerra.
Terminada la guerra, no se encuentran vestigios de que Alzogaray ha proseguido sus servicios navales hasta el año 1831 en que inició su carrera militar en un regimiento de infantería, pero en 1840 pasó a la marina de guerra, donde fue nombrado ayudante y secretario del almirante Guillermo Brown. Hizo la campaña contra los unitarios sitiados en Montevideo, y se distinguió en los combates navales librados el 24 y 25 de mayo, 3 de agosto y 9 de diciembre de 1841. En junio de 1843 fue comisionado para armar el bergantín Republicano y tomó parte. El 10 de enero de 1845 fue designado comandante de la goleta Maipú, que armó y equipó.
Entre las acciones de guerra que pusieron a prueba su valor se contaron el combate de la Isla de las Ratas, librado el 30 de abril de 1843, y la de enero de 1844. Pero sus méritos de guerrero brillaron más todavía en el Combate de la Vuelta de Obligado, en el cual tuvo a su mando una de las cuatro baterías instaladas por Mansilla: la “Restaurador Rosas”. Sostuvo el fuego durante más de nueve horas, contra fuerzas notablemente superiores.
El 12 de junio de 1846, Mansilla lo designó comandante del cuartel general de la División del Departamento del Norte, jefatura que mantuvo hasta setiembre de 1849, en que vino a Buenos Aires para hacerse cargo de un nuevo buque incorporado a nuestra armada: La Merced. Permaneció fiel a Juan Manuel de Rosas hasta la Batalla de Caseros.
En la Confederación de Urquiza sirvió en la escuadra federal. A comienzos de 1853 fue ascendido a capitán y nombrado administrador de Correos en Santa Fe. En setiembre de 1856 ascendió a sargento mayor y en 1859 tuvo a su cargo el parque utilizado por Urquiza en la campaña de Cepeda. Luchó en Pavón, en 1861, y el 30 de octubre, semanas después, recibió los despachos de coronel del ejército de la Confederación.
Al estallar la Guerra del Paraguay, el coronel Alzogaray fue nombrado el 14 de mayo de 1865, jefe superior del Parque y Maestranza del Ejército Nacional al organizarse este en la ciudad de Concordia, de donde pasó a la ciudad de Corrientes, lugar en el cual instaló talleres de carpintería, herrería y talabartería, con operarios contratados, los que estaban encargados de atender las reparaciones de las armas portátiles y correajes, de las fuerzas en campaña. Aquellos talleres ocupaban una manzana de terreno en el ángulo SE de la antigua casa de gobierno de la provincia.
El 14 de setiembre de 1868 era promovido a coronel de marina efectivo y se le otorgó una medalla y diploma. Cuando el ejército aliado avanzó hacia Asunción en 1869-70, los talleres cesaron sus trabajos, por quedar muy distantes de la zona de operaciones. El coronel Alzogaray fue designado entonces inspector de los materiales de la escuadra nacional.
Terminada la Guerra del Paraguay, se le nombró interventor del Parque Nacional y Comisaría de Guerra, hasta que formada la Comandancia general de Marina, se le confió el alto cargo de Inspector general de la Armada en 1875, y en el desempeño del cual falleció en la ciudad de Buenos Aires, el 31 de julio de 1879.
Sus restos ingresaron al Cementerio de la Recoleta el 2 de agosto de 1879, siendo depositados en la bóveda de la familia de Enrique B. Moreno (Sección 17, 36 ¼, sepulturas 1 a 6). En 1927, dicha bóveda originariamente de 6 lotes, es reducida a 3 y los restos del coronel Alzogaray se trasladan a la bóveda de la familia “Alzogaray Molina”, en Chacarita. Después de muchas décadas de olvido, en 2014, una comisión integrada por miembros de la Asociación “Patricios de Vuelta de Obligado” y de “Jóvenes Revisionistas”, logra hallarla y luego de comunicarlo a sus actuales descendientes, éstos proceden a trasladar los restos del coronel al Cementerio de la Recoleta donde, desde fines de julio de 2014, permanecen alojados en la bóveda familiar de “Alzogaray Erize”. Frente a la misma, el 2 de agosto del mismo año, se procedió a efectuar el primer homenaje al ilustre marino, al conmemorarse el 135º aniversario de su paso a la inmortalidad; habiéndose concretado así un acto de revisionismo y verdadera reparación histórica.
Fuente
Chávez, Fermín – Iconografía de Rosas y de la Federación (1972).
Efemérides – Patricios de Vuelta de Obligado.
Publicado en www.revisionistas.com.ar
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