La Fiesta en honor al Señor y la Virgen del Milagro, que cada año cierra el 15 de septiembre con la tradicional y convocante procesión, considerada una de las manifestaciones religiosas más importante del país que el año pasado tuvo a alrededor de 850 mil personas, concluyó, con una celebración sin fieles y transmitida por internet, con el objetivo de evitar aglomeraciones y el aumento de contagios de coronavirus en Salta. Es la primera vez en 300 años que no se realiza la tradicional procesión.
El arzobispo de Salta, monseñor Mario Cargnello, celebró ayer la Exaltación de la Santa Cruz en el marco del Triduo de Pontificales, que se realiza durante las tres últimas jornadas de la Fiesta del Milagro, y en su homilía recordó la Encíclica sobre el “Llamado a la Santidad”, que el Papa Francisco firmó en marzo del año pasado. Tradicionalmente, todos los festejos eran presenciados por centenares de fieles, que colmaban la plaza 9 de Julio y la Catedral Basílica durante los nueve días.
En este marco, llamó a “encontrar la fuerza para saber atravesar un tiempo difícil” en “la conciencia que Dios me ama y me sostiene”, y a reconocer “nuestras inclinaciones agresivas y egocéntricas”, sin permitir que “se arraiguen en el corazón”.
Para eso pidió no prestarse “a las cadenas de violencia verbal, agresivas, difamatorias que a veces se alimentan en las redes sociales, además de los círculos de nuestra relación donde nos juntamos para la murmuración y la crítica”.
Luego, explicó que lo segundo que plantea el Papa Francisco en la Encíclica es la “alegría y sentido del humor”, al entender que “el santo es capaz de vivir con alegría y sentido del humor. Sin perder el realismo, ilumina a los demás con un espíritu esperanzado”.
En tercer lugar, Cargnello se refirió a la audacia y el fervor citados en el documento del Papa, y explicó que “la audacia se alimenta de alegría y nos da fervor, y pidió no dejarse "vencer por el miedo”. Finalmente, comentó que la Encíclica hace referencia a que “todo se vive en comunidad” y expresa la importancia de la oración.
“Luchemos en este tiempo por ser cristianos que testimonian al Señor sin miedo, conscientes que el mejor servicio que podemos dar en el tejido de la sociedad donde trabajamos esa agua refrescante del aguante, la paciencia y la mansedumbre, ese color de la alegría y sentido del humor, la fuerza de la audacia y el fervor, el abrazo de la comunidad y la mirada tendida al infinito que nos da la oración, y que todo eso nazca del encuentro con Cristo en la Cruz”, concluyó Cargnello.
El arzobispo cerró de este modo la segunda jornada del Triduo de Pontificales, que ayer celebró el Día de la Solemnidad de la Virgen del Milagro, mientras que, para mañana, a las 10, está programada la celebración de la Solemnidad del Señor del Milagro.
Además, hoy terminó el Rezo de la Novena del Milagro, en un año especial, ya que la actividad, que solía colmar la plaza 9 de Julio y la Catedral Basílica durante los nueve días, se desarrolló con las puertas cerradas del templo mayor de Salta.
Esto por disposición del Comité Operativo de Emergencia (COE) provincial, con el objetivo de mitigar los contagios de coronavirus, que en las últimas semanas escalaron de manera vertiginosa y pusieron al sistema de salud local en estado de alerta máxima.
Fuente de información: PERFIL.
https://www.perfil.com/noticias/sociedad/coronavirus-fiesta-del-milagro-salta-por-primera-vez-300-anos-no-hubo-procesion.phtml
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