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...." el pueblo recoge todas las botellas que se tiran al agua con mensajes de naufragio. El pueblo es una gran memoria colectiva que recuerda todo lo que parece muerto en el olvido. Hay que buscar esas botellas y refrescar esa memoria". Leopoldo Marechal.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.
“Amar a la Argentina de hoy, si se habla de amor verdadero, no puede rendir más que sacrificios, porque es amar a una enferma". Padre Leonardo Castellani.

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"La historia es la Patria. Nos han falsificado la historia porque quieren escamotearnos la Patria" - Hugo Wast (Gustavo Martínez Zuviría).

“Una única cosa es necesario tener presente: mantenerse en pie ante un mundo en ruinas”. Julius Evola, seudónimo de Giulio Cesare Andrea Evola. Italiano.

lunes, agosto 17, 2020

Arenga de San Martín antes de la batalla de Chacabuco. Revolución: Cruce...

“Cuartel general en las llanuras de Chacabuco: el enemigo, en número de más de dos mil, sostuvo un vivo fuego de fusil y cañón, pero fue absolutamente derrotado. Dejó en el campo de batalla más de seiscientos muertos, quinientos y tantos prisioneros (...), mil y más fusiles, dos piezas de artillería, cantidad de municiones. Los que murieron de los nuestros no alcanzan a cincuenta”, le escribió el General a Belgrano en una carta en que le anunciaba “la jornada feliz de Chacabuco ha restituido a Chile el goce de su libertad".

José Francisco de San Martín y Matorras nació en la ciudad de Nuestra Señora de los Reyes Magos de Yapeyú, actualmente en la provincia argentina de Corrientes, a la vera del río Uruguay, Virreinato del Río de la Plata; 25 de febrero de 1778-Boulogne-sur-Mer, 17 de agosto de 1850).
Junto con Simón Bolívar, fue reconocido Libertador de América por sus importantes contribuciones a la libertad de una gran parte de la América española.
José Francisco o Francisco José -el certificado original de su bautismo se perdió en un incendio- fue bautizado por Francisco de la Pera, fraile dominico y cura de Yapeyú. Habría sido bautizado como Francisco José aunque la inversión de los nombres fue producto de la costumbre de la familia que lo llamó de esta manera.
Su padre, don Juan de San Martín, era el gobernador del departamento; su madre, doña Gregoria Matorras, era sobrina de un conquistador del Chaco.
Las ideas católicas de los padres del Libertador, ambos terciarios dominicos y cofrades de Nuestra Señora de la Blanca, hablan de tradición familiar auténticamente cristiana.
“Su bautismo de fuego tuvo lugar en el norte de África, a los 13 años de edad, en 1791; intervino en distintos campos de batalla en Europa durante las guerras napoleónicas y retornó a Buenos Aires en 1812 para luchar por la libertad de Sudamérica. Tras diez años de vida pública consiguió asegurar la independencia de tres países.
Encabezó una carga de caballería en San Lorenzo (3 de febrero de 1813). Allí, en un combate que duró aproximadamente quince minutos, pudo perder la vida de no ser por la fidelidad de heroicos granaderos como Cabral y Baigorria.
San Martín escribió reiteradamente a Tomás Godoy Cruz, diputado cuyano en el Congreso de Tucumán, insistiendo en la necesidad de que la Independencia fuese declarada cuanto antes. Era la cobertura legal que necesitaba para emprender el Cruce de los Andes comandando el ejército regular de un país soberano; caso contrario el mundo interpretaría la campaña como una simple rebelión contra el monarca español Fernando VII” (Telam).
En enero de 1817 comenzó el cruce del ejército, alrededor de 4000 hombres, infantería, caballería, artillería de campaña y las provisiones para un mes. El grueso del ejército cruzó dividido en dos columnas, por el paso de Los Patos y por el de Uspallata, y se encontraron en Santa Rosa de los Andes.
"Los ricos y los terratenientes se niegan a luchar, no quieren mandar a sus hijos a la batalla, me dicen que enviarán tres sirvientes por cada hijo solo para no tener que pagar las multas, dicen que a ellos no les importa seguir siendo una colonia. Sus hijos quedan en sus casas gordos y cómodos, un día se sabrá que esta patria fue liberada por los pobres y los hijos de los pobres y los negros que ya no volverán a ser esclavos de nadie."(General José De San Martín) Documento: Ciudadanos que han donado esclavos gratis para el Ejército del Perú, al mando de Manuel Belgrano. Buenos Aires, 28 de julio de 1813. Documentos Escritos. Fondo Lamas. Sala VII. Legajo N° 2667.
Al momento del cruce de los Andes el Batallón N° 8, en particular, reunía algo más de 800 hombres distribuidos en 2 jefes, 29 oficiales y 783 soldados de tropa. Pero no era el único cuerpo del ejército que estaba integrado por libertos, también el Batallón N° 7 y el N° 11 estaban compuestos en buena parte por africanos y afromestizos que a través de su integración militar estaban asumiendo la causa de la libertad política de la Patria al mismo tiempo que la vía para alcanzar su libertad civil y aspirar a la movilidad social.
San Martín ordenó a un soldado que custodiaba el depósito de pólvora que no permitiese a ningún militar que usase espuelas, penetrar en ese recinto. Porque al rozarse, estas podrían encender una chispa y provocar una explosión.
Al día siguiente, San Martín, que precisamente calzaba espuelas, pasó por el citado polvorín. Quiso inspeccionarlo. Encontró al mismo soldado, que no había olvidado su orden de no permitir a nadie el acceso.
-No puede pasar con espuelas, mi general.
-Tengo urgencia, soldado. Apártese, por favor.
-Discúlpeme mi general, pero tengo una orden y la debo cumplir.
San Martín se retiró simulando ofuscación. Horas después mandó llamar al subordinado, que acudió atemorizado por la posible sanción.
-Lo felicito, soldado. Por su sentido de la obediencia y por haberme dado una verdadera lección. Queda ascendido a cabo.
El 12 de febrero de 1817, pocos días después del cruce de la cordillera, el ejército de los Andes venció a los realistas en la batalla de Chacabuco y a los pocos días el Libertador ingresó a la ciudad de Santiago. El Cabildo se reunió el día 18 y designó a San Martín como Director Supremo, pero éste renunció al honor y entonces fue electo para el cargo el general Bernardo O´Higgins.
En los primeros días de 1818, un ejército realista desembarcado del Perú, avanzó sobre la capital de Chile. El 19 de marzo, en un ataque nocturno, los realistas derrotan a los patriotas en la batalla de Cancha Rayada en la cual O´Higgins resulto herido.
“Nuestra Patrona, la Santísima Virgen del Carmen nos dará la victoria, y aquí mismo le levantaremos la iglesia que conmemore su triunfo” (FURLONG, 1963, p. 77).
El camino hacia Lima por mar estaba abierto, pero era necesario crear una flota que no existía. Con algunos barcos capturados al enemigo y otros comprados a los Estados Unidos e Inglaterra se creó la marina chilena que estuvo al mando de los almirantes Blanco Encalada y luego del inglés, lord Cochrane.
En el mes de julio de 1821, San Martín entró triunfante a Lima, proclamó su independencia el 28 de julio.  Designado “Protector”, ejerció el gobierno y dictó el estatuto provisional que debía regir en aquel país.  En octubre de ese mismo año instituyó la Orden del Sol.
San Martín tenía 45 años y era generalísimo del Perú, capitán general de la República de Chile y general de las Provincias Unidas del Río de la Plata.
Tras la muerte de su esposa Remedios en 1823, en Buenos Aires, San Martín dejó su finca en Mendoza, recogió a su hija y abandonó para siempre la Argentina. No pudo ingresar a Francia, como lo deseaba, y residió unos meses en Inglaterra, antes de radicarse en Bruselas.
Su amigo español, el marqués Alejandro Aguado, adquirió una casa en Grand-Bourg tuvo que alquilar el último piso, ya que la familia que le alquilaba vivía en el 1ero y el segundo y ambas familias compartían el 3er piso que se destinaba a comedor y "living". El alquiler se pagaba con una renta vitalicia que le daba el gobierno del Perú.
"A la verdad, cuando uno considera que tanta sangre y sacrificios no han sido empleados sino para perpetuar el desorden y la anarquía, se llena el alma del más cruel desconsuelo." le manifestaba en una carta de José San Martín a Bernardo de O´Higgins en 1841.
Fallece a la edad de 72 años, a las tres de la tarde del 17 de agosto de 1850 en compañía de su hija, de su yerno y sus nietos con un crucifijo en el pecho, no recibió los últimos sacramentos por su muerte repentina. Su responso se rezó en la iglesia de San Nicolás y sus restos embalsamados fueron depositados por 11 años Su cuerpo fue colocado en una capilla de la cripta de la Basílica de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción de Boulogne-sur-Mer y trasladado en 1861 a la bóveda de la familia González Balcarce, ubicada en el cementerio de Brunoy. Desde 1880 descansa en la catedral de Buenos Aires.
En el año 2010 la Justicia francesa confirmó un fallo que prohíbe rematar la casa en la que vivió el General José de San Martín en Boulogne Sur Mer, que pertenece al Estado argentino y funciona como museo.

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