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...." el pueblo recoge todas las botellas que se tiran al agua con mensajes de naufragio. El pueblo es una gran memoria colectiva que recuerda todo lo que parece muerto en el olvido. Hay que buscar esas botellas y refrescar esa memoria". Leopoldo Marechal.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.
“Amar a la Argentina de hoy, si se habla de amor verdadero, no puede rendir más que sacrificios, porque es amar a una enferma". Padre Leonardo Castellani.

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"La historia es la Patria. Nos han falsificado la historia porque quieren escamotearnos la Patria" - Hugo Wast (Gustavo Martínez Zuviría).

“Una única cosa es necesario tener presente: mantenerse en pie ante un mundo en ruinas”. Julius Evola, seudónimo de Giulio Cesare Andrea Evola. Italiano.

domingo, octubre 04, 2020

El pensamiento de Marcelo Torcuato de Alvear (1935).

"Es una pretensión inadmisible querer gobernar con amenazas y violencias. Nada de lo que se intente hacer bajo el signo de la fuerza, puede ser duradero ni eficaz. La historia humana es fecunda en enseñanzas al respecto". Marcelo Torcuato de Alvear, Córdoba, 20 de octubre de 1935.

Máximo Marcelo Torcuato de Alvear fue presidente argentino entre el 12 de octubre de 1922 a la misma fecha del año 1928.
Hipólito Yrigoyen le brinda su apoyo, favoreciéndole a Alvear llegar a la Presidencia a "los oligarcas de boina blanca" (así se les llamaba a los radicales pertenecientes a la oligarquía terrateniente) entre los años 1919 y 1922.
Máximo Marcelo Torcuato de Alvear nació el 4 de octubre de 1868, en Buenos Aires. Pertenecía a la saga de los Alvear: nieto del general Carlos María de Alvear (miembro de la Logia Lautaro) e hijo del primer intendente de Buenos Aires, Torcuato de Alvear y de Doña Elvira Pacheco y Reinoso (hija del general Ángel Pacheco), era el menor de siete hermanos, durante su juventud perteneció a la aristocracia porteña.
Durante el transcurso de su mandato, se creó un gran flujo inmigratorio gracias a la finalización de la Primer Guerra Mundial, entrando al país 2 millones de inmigrantes, de los cuales se radicaron en Argentina 650.000.
Para 1925 Argentina cubría el 72 % de la exportación mundial de lino, el 66 % de maíz, el 50 % de carne, el 32 % de avena y el 20 % de trigo y harina. También aumentaron exponencialmente aquellos cultivos industriales como el algodón, pasó de 2000 hectáreas en 1914 a 122 000 en 1930, además subió el área sembrada de yerba mate, maní, arroz, vid, caña de azúcar y tabaco.
Es en los tiempos del mandato de Alvear con fecha 7 de Noviembre de 1924 la Compañia Italo Argentina de Colonización (C.I.A.C.) obtuvo del gobierno argentino la firma del decreto que reconocía la constitución de la sociedad y sus estatutos. El documento rubricado por el entonces presidente de la Nación, Dr. Marcelo T. De Alvear, abría la zona del Alto Valle; así el Ingeniero Felipe Bonoli, con el aporte de 400 familias provenientes de distintas  regiones italianas, el día 7 de Noviembre de 1924 se lleva a cabo la fundación de la que se denominará Colonia Regina en homenaje a la esposa de Marcelo de Alvear, Regina Pacini.
El 6 de agosto de 1926 en el Teatro Cervantes de Buenos Aires, tuvo lugar una fiesta promovida por la Comisión de Señoras Italianas a beneficio de la construcción de la Iglesia de Villa Regina estuvieron presentes la Primera Dama Regina Pacini de Alvear y otras personalidades.
Su gobierno estuvo signado por el avance automotor en la Argentina, la exitosa explotación petrolera y un destacado progreso económico, demostrado en el gran aumento del PIB por habitante, cuyo índice para el año 1928 alcanzó el sexto puesto entre los más altos del mundo. Tomó medidas sociales cómo la reglamentación del trabajo de menores y la reglamentación de los salarios. También creó la ley que ponía a la jubilación como obligatorio y universal, pero la Unión Obrera se negó a esta ley porque se rehusaba a pagar los aportes.
El Conde Juan Eugenio de Chikoff cuya familia desapareció sin dejar rastro alguno durante la revolución que derrocó al Zar Nicolás II en 1917 en Rusia luego de la implantación del estado comunista inmigrando a nuestro país en 1928 ayudó al presidente Marcelo T. de Alvear a diseñar el protocolo de ceremonias oficiales presidenciales y protocolos militares.
El doctor Marcelo Torcuato de Alvear, en esos momentos presidente de la Nación, era muy entusiasta del automovilismo.
Habiendo recibido un vehículo de su preferencia, salió a probar las cualidades mecánicas del automóvil. Enfiló hacia la avenida Costanera y comenzó a acelerar, circunstancia en que fue detenido por un agente de tránsito, quien comenzó a labrar el acta por exceso de velocidad. Cuando le pidió su registro de conductor, constató de quién se trataba y pasado el momento de estupor, lo miró y siguió escribiendo bajo la mirada respetuosa del automovilista.
El agente labró el acta de infracción que ya había iniciado. Días después, el agente fue citado y se presentó en la Casa de Gobierno, donde el Presidente lo hizo pasar a su despacho y lo saludó con un "buen día, mi cabo". El policía le aclaró: "Soy agente", y Alvear sentenció: "Desde hoy usted es «mi cabo», pues recién he firmado el decreto en el que recomiendo su ascenso. Usted cumplió con su deber".
Una vez finalizado su gobierno, Alvear se radico en París en 1930.
Alvear durante los últimos años de su vida, comenzó a realizar giras partidarias por todo el país. En los actos políticos era acompañado por jóvenes radicales como Ricardo Balbín y Crisólogo Larralde.
El 23 de marzo de 1942, fulminado por una crisis cardíaca, falleció Marcelo Torcuato de Alvear al lado de su esposa Regina Pacini, en su casa de Don Torcuato.

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