Todos los seres humanos tenemos la capacidad de comunicarnos sin necesidad de palabras. Esa capacidad es tan imperiosa que es casi imposible no ejercerla. Comunicamos nuestra personalidad, transmitimos lo que pensamos y sentimos a través de los gestos y las posturas corporales.
DAR LA MANO.
En todas las culturas existen gestos de cortesía que muestran que se tiene consideración por el otro.
Existen varias teorías sobre el origen del estrechamiento de las manos como símbolo. Dicen que cuando los antiguos griegos se encontraban con viajeros, mostraban sus dagas y si el otro no mostraba intenciones de pelea, lo tomaban de su muñeca derecha como signo de que tampoco buscaban lucha. El sacudir mutuamente las manos en el estrechamiento parece originado en el medioevo como una forma de cerciorarse que ninguno llevaba armas ocultas. Es posible que la popularización del gesto haya sido obra de los cuáqueros que lo tomaron como una opción más igualitaria que el de inclinarse.
Uno de los símbolos de nuestro país -el Escudo Nacional- tiene por elemento alegórico las manos entrelazadas. Su diseño, es la reproducción fiel del sello que la Soberana Asamblea General Constituyente de las Provincias Unidas del Río de la Plata, utilizó el 12 de marzo de 1813 para autenticar los actos gubernamentales y fue usado por las milicias de Manuel Belgrano durante las guerras de la independencia.
Las manos significan la unión fraterna de los hombres y los pueblos. Un detalle importante: se enlazan juntas asiendo la pica -una lanza corta- que representa la voluntad de defender la patria. Hermoso símbolo e imperiosa necesidad en los días que corren.
PUÑITO.
Hace casi dos años, producto de la crisis por el Covid-19, que el noble gesto del apretón de manos, cayó en desgracia.
En abril de 2020, el director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos, Anthony Fauci, afirmó que nunca más deberíamos volver a darnos la mano para saludarnos. "No creo que debamos volver a estrecharnos la mano nunca más, para ser honesto, no solo sería bueno para prevenir la enfermedad por coronavirus; probablemente disminuiría dramáticamente los casos de influenza...''. Un
Por otra parte,
El Profesor Steven Pinker, de la Universidad de Harvard, sostiene: "Eso explica por qué, al menos en mi experiencia, las personas acompañan estos gestos con una pequeña carcajada, como para mostrarse mutuamente que las exhibiciones superficialmente agresivas son nuevas convenciones en un momento de contagio y se ofrecen en un espíritu de camaradería''.
Podríamos decir que chocar los puños es todo un símbolo de estos tiempos llenos de conflictos y desconfianza.
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PUBLICADO EN DIARIO "LA PRENSA".
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