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...." el pueblo recoge todas las botellas que se tiran al agua con mensajes de naufragio. El pueblo es una gran memoria colectiva que recuerda todo lo que parece muerto en el olvido. Hay que buscar esas botellas y refrescar esa memoria". Leopoldo Marechal.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.
“Amar a la Argentina de hoy, si se habla de amor verdadero, no puede rendir más que sacrificios, porque es amar a una enferma". Padre Leonardo Castellani.

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"La historia es la Patria. Nos han falsificado la historia porque quieren escamotearnos la Patria" - Hugo Wast (Gustavo Martínez Zuviría).

“Una única cosa es necesario tener presente: mantenerse en pie ante un mundo en ruinas”. Julius Evola, seudónimo de Giulio Cesare Andrea Evola. Italiano.

lunes, octubre 24, 2022

Las escuelas rurales, mojones pampeanos por ZIZI KESSLER.-

 

Olavarría -  Se dice que cuando muere un anciano en África, arde una biblioteca. Hermoso pensamiento lleno de códigos interpretativos, que extrapolados a las diversidades de nuestra realidad cultural, provoca un impacto emocional y por cierto, una obligada reflexión.
Desde los tiempos más remotos de la gestación de nuestro pensamiento  occidental, Johannes Gutenberg acechaba con su invento revolucionario en pleno siglo XV para transformar  la difusión de la información y el conocimiento en la Europa que no hacía sino recordar a Platón para quien la fuente del saber residía en la diferencia entre lo bueno y lo malo, ya sea para el individuo como para la sociedad.
Nobleza obliga recordar que tanto el famoso  filósofo como su discípulo Aristóteles decían que el Estado es quien debe brindar una educación justa para todos los miembros de la sociedad a partir del postulado que cada hombre nace con sus capacidades distintas y es el maestro quien deberá desarrollar esas potencias.

ARDUO CAMINO.

Misión y encrucijada la de educar. Individuo y Estado están enlazados  por destinos ineludibles. En el maremagnum de los cambios , la educación va por la escalera mientras el conocimiento lo hace por el ascensor.

El agente responsable de esta asimetría  es un Estado que a vaivenes de los cambios se asemeja a un columpio que se hamaca entre los polos de la indiferencia y la permisividad.

Si el Estado no tiene una política que eche sus anclas prioritarias en la educación, es probable que la mediocridad se disfrace  y use  la premisa que la pobreza empieza en el cerebro y finaliza en los bolsillos.

Ser maestro hoy en Argentina es un desafío, vaya observación... Al avance de nuevos formatos impulsados por la tecnología, el pensamiento escrito mira desde las letras a niños y jóvenes aprendices, atados a las lianas de ejércitos de emojis y de modos desarrolladores que parecen obedecer a la somnolencia mental más que al despertar de la misma.

Es reduccionista y cómodo decir que una máquina puede reemplazar a un ser humano  en el proceso enseñanza-aprendizaje , pero quizás responda más a la economía  del tiempo y al costo de la energía que a la creatividad , producción y desarrollo originados por la intersección  de maestro- alumno.

El afecto y el contacto que se genera entre un maestro y su alumno es una realidad de valor inapelable y no resiste comparación , sustitución o complemento que lo desplace.

El viejo adagio " Cada maestro con su librito ", nos remite de manera contestataria a nuestros orígenes educativos  organizados, pues sabemos que las primeras cien maestras fueron traídas a nuestro país por Sarmiento  para quien la educación debía ser pública, gratuita y común.

Durante su presidencia entre 1868 y 1874, el Gran Maestro impulsó la educación pública y dio un fuerte estímulo a la cultura, fundando ochocientas escuelas, la Academia Nacional de Ciencias, la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas, el Colegio Militar, el Liceo Naval, el Observatorio Astronómico que luego sería el Servicio Meteorológico Nacional; como presidente estimuló la educación, el comercio, la agricultura y el crecimiento del transporte.

Profundas reflexiones nos provoca pensar hoy en estos modelos políticos llevados a cabo con una visión tan valiosa . Sarmiento  viajó a Europa donde vio que sólo la clase alta tenía acceso a la educación, luego estuvo en Estados Unidos, donde descubrió una educación para todos y fue Horace Mann quien le propuso mandar a la Argentina, maestras norteamericanas para que lo ayuden en su propósito de " educar al soberano ".

En Estados Unidos se aplicaba el sistema normalista que tenía su formato francés. Es así como Sarmiento trajo a cien mujeres norteamericanas para preparar a las argentinas, de modo que estuviesen  al nivel de ser educadoras.

En esta instancia histórica, la educación, que antes había estado en manos del poder religioso exclusivamente, pasó a ser laica, con los inicios en Córdoba, donde se inauguró el primer colegio laico.

Esto le valió al gobierno argentino catorce años de interrupción en las relaciones diplomáticas con el Vaticano.
Es interesante acotar asimismo, que la mujer educadora  en pleno 1885 firmaba un contrato  muy estricto donde se les prohibía usar ropa que no tapara los talones, no podían maquillarse y perdían el trabajo si se casaban.

La primera docente que llegó a Argentina fue Mary Elizabeth Gorman quien se radicó en Pigüé cuyo nombre significa " lugar de encuentro " en lengua aborigen,  ciudad cabecera del Partido de Saavedra y fundada por inmigrantes franceses en 1834, por familias occitanas provenientes del Departamento de Aveyron.

Otra docente conocida fue Clara Armstrong, creadora y Directora de la Escuela Normal de Catamarca. Sabido es que la pedagogía de entonces era artesanal, estricta, rígida. Pero se daban clases. Es oportuno pensar en este momento, no cometer el error de juzgar con nuestra actual mentalidad la de quienes vivieron y trabajaron hace ciento cincuenta años.

PEQUEÑAS GRANDES HEROÍNAS.

En medio de todo el país, las escuelas rurales son mojones de cultura. En nuestra llanura pampeana aparecen a la vera de caminos y rutas, verdaderos cobijos donde flamea la bandera bajo las fuertes brisas del Pampero.

Así llegamos a Mapis, paraje rural con un solo habitante y una estación de tren que hoy es Museo. Ubicado  en los confines del Partido de Olavarría, dicho paraje  tiene la Escuela N° 35  José Lamas, y para llegar desde Olavarría, hay que atravesar ciento veinte kilómetros de asfalto y tierra.
Hasta hace poco no había internet, alta tensión ni señal clara de celular, sino intermitente y escasa. La población escolar  es de un promedio histórico de una docena de alumnos anuales.

El trabajo docente es digno de mencionar pues recibió el Premio Maestros argentinos 2018, que reconoce la labor de educadores de todo el país. Los maestros se quedan en la escuela de lunes a viernes, pues el viaje desde la ciudad de Olavarría hasta Mapis es de dos horas de ida y dos para el regreso.

Las familias de los alumnos son empleados de campo de la zona y algunos recorren hasta veinte kilómetros para ir a clases, acompañados por sus madres que aguardan las horas de clases en el Salón de Usos Múltiples, para retornar con sus hijos a sus hogares.
La zona de Mapis sufre en estos momentos  la sequía, siendo realmente algo históricamente inusual y problemático que por primera vez  se esté usando el trigo malogrado para alimento del ganado.

Como anécdota bien lugareña de este paraje, se dice que el pintor Castagnino vivió un tiempo aquí y que hizo algunas obras , una de ellas regalada a un amigo quien borró su firma, colocando la suya propia para que se admirara su supuesto talento, mas al pasar de los años, se supo la verdad y queda dentro del anecdotario pampeano, con esa sonrisa que aparece y se va con los recuerdos del pasado reciente.

Con ese sabor de resistencia y de soberanía interior, Mapis sobrevive a la extensión, uno de los males mencionados por Sarmiento en su libro Facundo. Civilización o barbarie' . Verdades inapelables si las hay.

PUBLICADO EN DIARIO LA PRENSA.


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