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...." el pueblo recoge todas las botellas que se tiran al agua con mensajes de naufragio. El pueblo es una gran memoria colectiva que recuerda todo lo que parece muerto en el olvido. Hay que buscar esas botellas y refrescar esa memoria". Leopoldo Marechal.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.

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“Amar a la Argentina de hoy, si se habla de amor verdadero, no puede rendir más que sacrificios, porque es amar a una enferma". Padre Leonardo Castellani.

“
"La historia es la Patria. Nos han falsificado la historia porque quieren escamotearnos la Patria" - Hugo Wast (Gustavo Martínez Zuviría).

“Una única cosa es necesario tener presente: mantenerse en pie ante un mundo en ruinas”. Julius Evola, seudónimo de Giulio Cesare Andrea Evola. Italiano.

domingo, octubre 23, 2022

El 19 de octubre de 1976 falleció Mario Abel Amaya, secuestrado y torturado durante la dictadura militar.

 

A 46 años del crimen del radical Mario Abel Amaya, víctima de los tormentos de la dictadura.

Amaya fue uno de los históricos fundadores del Movimiento de Renovación y Cambio que terminó liderando Alfonsín. Se encontraba en la mira del régimen militar por haberse desempeñado como un incansable defensor de presos políticos y dirigentes de la lucha obrera, entre ellos Agustín Tosco.

Por César Augusto.

46 años del secuestro y la muerte del histórico dirigente radical Mario Abel Amaya durante la última dictadura militar, su figura sigue representando un faro en la lucha incondicional por los derechos humanos.

En la turbia madrugada del 17 de agosto de 1976, el abogado y militante fue recluido y torturado en el centro clandestino detención “La Escuelita” del Regimiento 181 de Comunicaciones de Bahía Blanca, junto a su amigo y colega Hipólito Solari Yrigoyen, siendo ambos víctimas de uno de los capítulos más atroces de la historia argentina.

Tanto Amaya como Solari Yrigoyen fueron perseguidos y estigmatizados como “abogados y cómplices del terrorismo marxista”, el argumento utilizado por el régimen militar para justificar su violenta detención y los tormentos perpetrados a partir de agosto de aquel fatídico año.

Quién fue Mario Abel Amaya

Nacido el sábado 3 de agosto de 1935 en Dolavon, en la provincia de Chubut, Mario Abel Amaya transcurrió su infancia y adolescencia en la ciudad de Rawson, hasta que en 1955 se trasladó a Córdoba para comenzar a estudiar abogacía en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).

Para concluir su formación, en 1964 solicitó el pase a la Universidad Nacional de Tucumán (UNT), donde se graduó, lo que le permitió a partir de entonces ejercer como profesor de Introducción al Derecho en la Universidad de Buenos Aires (UBA) y en el Colegio Nacional de Trelew.

Plenamente identificado con los ideales de la Reforma Universitaria, Amaya se incorporó a las filas de la Unión Cívica Radical, y fue uno de los  históricos fundadores del Movimiento de Renovación y Cambio, cuyo máximo referente era Raúl Alfonsín.

Fue electo diputado nacional por la UCR entre 1973 y 1976. Más allá de su trayectoria dentro del radicalismo, Amaya defendió durante la dictadura de Juan Carlos Onganía (1966-1973) a diversos dirigentes estudiantiles, políticos y obreros (entre ellos, a Agustín Tosco) que no necesariamente pertenecían a su espacio político.

En 1972, luego de la Masacre de Trelew, fue detenido y permaneció preso durante 3 meses.

Amaya fue secuestrado el 17 de agosto de 1976 de su domicilio en la localidad de Trelew, mientras que su colega Hipólito Solari Yrigoyen fue detenido en Madryn.  Posteriormente, fueron trasladados a la base aeronaval de Bahía Blanca y desde allí al centro de detención del regimiento 181 de Comunicaciones, más conocido como La escuelita. 

Ambos legisladores fueron torturados, hasta que se produjo su liberación (provisoria) el 31 de agosto.

El 11 de septiembre fueron detenidos nuevamente en Bahía Blanca y conducidos a la base naval almirante Zar de Trelew. Más tarde serían llevados a la cárcel de Rawson que dirigía el prefecto Osvaldo Jorge Fano, uno de los vehementes torturadores de Mario Abel Amaya.

La salud de Amaya se deterioraba mientras padecía en carne propia la ejecución cruel del terrorismo de Estado. Falleció a la edad de 41 años, el martes 19 de octubre de 1976 en el hospital de la Cárcel de Devoto.

El recuerdo de Mario Abel Amaya, además de un merecido homenaje, forma parte de un llamado a seguir fortaleciendo la democracia en nuestro país.

La sentencia final.

La ardua investigación del caso estuvo sujeta a marchas y contramarchas, especialmente a partir de las Leyes de Punto Final y Obediencia Debida que habían dejado sin condena a los torturadores Osvaldo Jorge Fano y Jorge Osvaldo Steding.

Sin embargo, se conoció la sentencia el 4 de julio de 2013, dictada por el Tribunal Oral Federal en lo Criminal de Comodoro Rivadavia, presidido por los jueces Nora María Teresa Cabrera de Monella, Luis Alberto Giménez y Ana María D'alessio.

En el contexto de dicha jornada, el Tribunal rechazó los planteos de nulidad presentados por las defensas y calificaron los sucesos como "delitos de lesa humanidad" que no prescriben, "cualquiera sea la fecha" de su ejecución.

En el libro  "Mario Abel Amaya: entre Tosco y Alfonsín", de Jaime Rosemberg, se detallan "los fundamentos" del histórico fallo.

"Los fundamentos del fallo tomaron en cuenta pericias, inspecciones y, por sobre todo, los numerosos testimonios de opositores a la dictadura que estaban encarcelados en la Unidad 6, incluido Solari Yrigoyen", indicó el autor del material citado.

"No solo eso: sumaron al voluminoso fallo también las declaraciones de la madre de Amaya, Ana Rosa Gatica, fallecida en 1991 y las de Raúl Alfonsín, fallecido cuatro años antes del juicio, en 2009", consignó Rosemberg.

"Estos hechos obedecieron a órdenes emanadas de la dictadura de Jorge Rafael Videla, transmitidas por Fano y Steding a sus subordinados a los efectos de su cumplimiento, dentro de un plan sistemático y general de represión contra la población civil llevado a cabo en centros de detención", consideró el Tribunal.

Fano murió en prisión domiciliaria el 13 de mayo de 2016. En una carta enviada en 2018 al diario El Chubut, sus familiares repudiaron la presunta "injusticia" cometida contra el ex represor en la "causa Amaya".

"El Código Penal dice que nadie puede ser juzgado más de una vez por la misma causa, y sin embargo lo condenan por una causa armada, a 23 años de prisión, como criminal de guerra. Por otro lado, los terroristas que pusieron bombas, asesinaron a civiles y militares inocentes, secuestraron, etc. se encuentran no sólo gozando de su libertad sino también fueron indemnizados", alegó la familia de Fano.

Por su parte, Steding fue beneficiado en junio de 2019 por un fallo de la Cámara de Casación que le concedió la prisión domiciliaria tras superar los 70 años de edad. 

El discurso de Raúl Alfonsín en el funeral.

A continuación, se reproducen las palabras pronunciadas por Raúl Alfonsín durante el entierro de su amigo Mario Abel Amaya:

"Venimos a despedir a un amigo entrañable, adornado con virtudes singulares, nada comunes. Un amigo que llevaba al máximo su carácter bondadoso pero que, al mismo tiempo, sabía mantener con firmeza insólita sus convicciones. En ocasiones, una apreciación superficial podría hacerlo aparecer como un tanto ingenuo, cuando esto no era sino el abrirse permanentemente a cualquier posición para comprender al prójimo. Un amigo sencillo, que no sabía de vanidades: no sabía de jactancias. Un amigo valiente que no sabía de cobardías. Un amigo altruista que no conocía el egoísmo. Un hombre cabal, de extraordinaria dimensión humana, encerrada en un cuerpo de salud precaria. Pero venimos también a despedir a un distinguido correligionario, a un hombre radical, a un hombre de la democracia, que no la veía constreñida a las formalidades solamente, sino que la vitalizaba a través de la participación del pueblo para poner el acento en los aspectos integrales, en los aspectos sociales. Y venimos también a despedir a un hombre calumniado, infamemente calumniado, juntamente con otro correligionario que está sufriendo una cárcel que nadie se explica: Hipólito Solari Yrigoyen. Se pretende tergiversar el sentido de la lucha de estos dos extraordinarios correligionarios, cuyo único pecado es pretender solucionar los problemas de los desposeídos, cuyo único pecado es sostener con Yrigoyen la defensa del patrimonio nacional y, por encima de cualquier otra cosa, una concepción de la moral pública, que es lo que está pidiendo nuestra Argentina. Venimos, pues, a despedir a este amigo entrañable, a este correligionario extraordinario y a este hombre calumniado. Algún día una calle de esta ciudad llevará su nombre, porque su lucha se realizará y fructificará. Ruego a Dios que haga que el alma de Mario Abel Amaya descanse en paz. Ruego a Dios que permita sacarnos cuanto antes de esta pesadilla, de esta sangre, de este dolor, de esta muerte, para que se abran los cielos de nuevo; que en algún momento podamos venir todos juntos a esta tumba con aquellos recuerdos agridulces y recordar el esfuerzo del amigo y poder decirle que se realizó, que dio por fin sus frutos".

Cómo reflejaron los diarios la desaparición

Aniversario Abel Amaya 20221019

La Biblioteca y el Archivo Histórico de la UCR facilitaron a PERFIL recortes de diarios de la época que dan testimonio del dramático secuestro de los legisladores radicales:

Aniversario Abel Amaya 20221019

Aniversario Abel Amaya 20221019

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Solari Yrigoyen 20221019
Tarjeta personal de Hipólito Solari Yrigoyen, secuestrado por la dictadura junto a su amigo Mario Abel Amaya. Gentileza de la Biblioteca y Archivo Histórico UCR.
PUBLICADO EN DIARIO PERFIL.
https://www.perfil.com/noticias/politica/46-anos-sin-mario-abel-amaya-victima-tormentos-ultima-dictadura.phtml

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