Por FERNANDO SORRENTINO.
La definición del tango del título se debe al multifacético Enrique Santos Discépolo (1901-1951), que cursó con eficacia las funciones de músico, actor, autor teatral, guionista y director cinematográfico. Pero su mayor aporte lo constituyen las letras de muchos célebres tangos que compuso en su relativamente corta vida.
De acuerdo con mi (por supuesto, discutible) gusto, me parecen joyas de su arte Yira, yira, Cambalache, Uno, Malevaje, El choclo, así como considero tremendistas e inverosímiles las letras de, por ejemplo, Esta noche me emborracho y de Confesión (en este caso compartida la autoría con Luis César Amadori).
DISCEPOLO Y SABATO.
En 1963 apareció el libro Tango. Discusión y clave, firmado por Ernesto Sábato (Buenos Aires, Losada, 168 págs.). En rigor, el texto perteneciente a Sábato se extiende sólo entre las páginas 9 y 23, bajo el título de "Tango, canción de Buenos Aires''. El resto del volumen contiene una ``Antología de informaciones y opiniones sobre el tango y su mundo'', realizada por un terceto de entusiastas admiradores de tan angustiado intelectual.
La página 9 registra la dedicatoria que Sábato ofrendó a Borges. La 11, esta opinión:
"Este baile ha sido sucesivamente reprobado, ensalzado, satirizado y analizado. Pero Enrique Santos Discépolo, su creador máximo, da lo que yo creo la definición más entrañable y exacta: `Es un pensamiento triste que se baila'''.
DISCEPOLO, SABATO y BORGES.
Allá por 1970 o 1971 tuve el honor y experimenté el condigno placer de entrevistar largamente al mayor escritor argentino del siglo XX. (1) Esas entrevistas fueron publicadas en el libro Siete conversaciones con Jorge Luis Borges, que alcanzó sucesivas ediciones, la última de las cuales pertenece a la Editorial Losada (Buenos Aires, 2007).
Con respecto al "pensamiento triste que se baila'', creo útil reproducir estos pasajes:
"F.S.: ¿Usted leyó la dedicatoria que le dirigió Sábato en su libro sobre el Tango?
J.L.B.: Sí: él obró muy generosamente conmigo. Pero yo no sé por qué citó en ese libro una frase tan rara..., tan rara, que me desconcertó. Parece escrita por una persona que nunca hubiera oído un tango en su vida. Dice: `El tango es un pensamiento triste que se baila'. Primero, yo no creo que la música nazca de pensamientos sino de sentimientos. Luego, lo de triste parece escrito por una persona que nunca hubiera oído un tango, porque en todo caso, lo que se llama tango-milonga es una música alegre y valerosa. Y, en cuanto a lo del baile, creo que es aleatorio: creo que, si una persona pasa por la calle y está silbando El choclo o El Marne, nos damos cuenta de que está silbando un tango y que no está bailándolo. Ahora..., no sé de dónde sacó Sábato esa frase.
F.S.: Es la definición del tango que dio Discépolo.
J.L.B.: ¡Ah, bueno, entonces todo se explica, ya que es de Discépolo! Usted me ha descifrado el misterio, porque, al leerla, yo pensé: ``Esta frase ha de estar hecha por alguna persona que no tiene absolutamente nada que ver con el tango''.
F.S.: Bueno., en realidad, es una frase que goza de mucha fama.
J.L.B.: Yo no sé por qué.
F.S.: Y., a lo mejor, a causa de la radio.
J.L.B.: ¡Ja, ja, ja! Bueno., pero, de todos modos, no creo que Discépolo sea el inventor de la radio. Y, sobre todo, lo de triste es lo que me parece más raro. Cuando yo digo que el tango es alegre y que suele ser valeroso y compadre (El apache argentino, por ejemplo), lo cual no se aviene con la tristeza, con esto no quiero decir que los compadres no sentirían tristeza: quiero decir que se hubieran avergonzado de confesarlo; quiero decir que ningún compadre se hubiera quejado de que una mujer no lo quiere, por ejemplo, porque eso hubiera pasado por una mariconería'' (págs. 206-207, ed. cit.).
SOCARRONERIA.
Teniendo en cuenta su socarronería, merced a la cual Borges solía emitir demoledores sarcasmos con la más angelical de sus sonrisas, no cabe duda de que sabía perfectamente que la frase "el pensamiento triste que se baila'' pertenecía a Discépolo. Él mismo lo dice: ``al leerla, yo pensé...''. Entonces: ¿cómo pudo haber leído la frase sin haber visto la mención de los dos nombres y el apellido del autor?
Afirmar que Discépolo "no tiene absolutamente nada que ver con el tango'' es hipérbole humorística, semejante, por ejemplo, a insinuar que Miguel de Cervantes no guarda relación con la literatura. (O -agrego yo, por puro argentinismo- imaginar que Lionel Messi carece de relevancia en el mundo del fútbol.)
(1) En el siglo XIX la cúspide del podio le pertenece a José Hernández.
PUBLICADO EN DIARIO LA PRENSA.
https://www.laprensa.com.ar/521355-El-tango-un-pensamiento-triste-que-se-baila.note.aspx
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