HISTÓRICAS ARGENTINAS.
Patagonia, cuna de la primera ciudad por HUMBERTO ZAMBON.Un año antes de que Pedro de Mendoza fundara Buenos Aires, Simón de Alcazaba creó Nueva León, en el territorio de la actual Chubut. Historia y ocaso del poblado más antiguo de Argentina.
La localidad, bicada a 40 kilómetros al sur de la actual ciudad de Camarones, desapareció por la hostilidad climática, entre rebeliones y degollamientos.
La localidad, bicada a 40 kilómetros al sur de la actual ciudad de Camarones, desapareció por la hostilidad climática, entre rebeliones y degollamientos.
Se cumplen 477 años de la fundación, con todas las formalidades y ritos propios de la época, de la primera ciudad en el actual territorio argentino. Como asentamiento poblacional español se anticipó únicamente Sancti Spiritus, fuerte levantado por los hombres de Sebastián Caboto en la desembocadura del Carcarañá en el Paraná, pero que no tuvo las formalidades propias de la fundación de una nueva ciudad.
La primera ciudad fue Nueva León, fundada en el corazón de la Patagonia el 9 de marzo de 1535, un año antes que Mendoza realizara la primera fundación de Buenos Aires. Se trata de un hecho histórico muy poco conocido en nuestra región.
Al iniciarse la década de los 30 del siglo XVI, los reyes de España estaban dispuestos a ocupar todo el territorio de América del Sur. Hacía cuarenta años que Colón había llegado al nuevo continente y diez desde que Magallanes y Elcano descubrieron el estrecho que une al Atlántico con el Pacífico y circunvalaron por primera vez la tierra, demostrando empíricamente su forma esférica. Hacía muy poco tiempo que Pizarro había vuelto del Perú con preciosos objetos de oro y que había regresado la expedición de Caboto, sin oro pero llenos de rumores sobre incalculables riquezas que habrían en tierras al oeste, más o menos cercanas al Paraná.
Carlos V dividió al territorio de América del Sur en cinco franjas de 200 leguas cada una, limitadas por los respectivos paralelos terrestres. De norte a sur, la primera le correspondió a Pizarro (ampliada posteriormente a 270 leguas), la segunda a Almagro, la tercera a Pedro de Mendoza, cuyo territorio abarcaba desde el paralelo que pasa aproximadamente por la actual ciudad de Santos en Brasil hasta el que pasa por Bahía Blanca, el cuarto a Simón de Alcazaba, al sur del territorio otorgado a Mendoza y hasta la mitad de la actual Provincia de Santa Cruz, y el quinto, el más austral, que abarcaba el estrecho de Magallanes, correspondió al obispo de Plasencia, Gutierre Vargas de Carvajal.
Con el fin de hacer efectiva la ocupación territorial se restableció la figura del “adelantado”, nacida durante la guerra contra los moros. El adelantado tenía como función el anticiparse a las fuerzas reales, tratando de ganar tierras a los infieles, arrebatándole sus bienes y convirtiendo al cristianismo a sus habitantes, haciendo posible el posterior dominio por parte de la corona; arriesgaba sus propios bienes, a cambio de privilegios materiales que se detallaban en un contrato denominado “capitulación”.
Alcazaba, la sombra de Mendoza.
El 21 de mayo de 1534 se firmó en Toledo la capitulación con Pedro de Mendoza, otorgándole los territorios de la región del “río de Solís, que llaman de la plata”, y poco después se firmó la capitulación con Simón de Alcazaba, otorgándole los territorios al sur de los de Mendoza.
Alcazaba era un experimentado marino y conocido cosmógrafo nacido en Portugal, de amplia formación teórica y práctica obtenida en viajes a Oriente, conociendo las Molucas y China. Mientras Pedro de Mendoza preparaba una importante expedición con más de 2.000 personas, Alcazaba se conformó con una mucho más modesta, de dos naves, las viejas carabelas “Madre de Dios” y “San Pedro”, y con una dotación equivalente al diez por ciento de la anterior. Esto le permitió zarpar un año antes que Mendoza, con el plan de atravesar el estrecho de Magallanes y establecer sobre el Pacífico, en el actual territorio de la Patagonia chilena, la cabecera de su territorio. La razón de la elección del Pacífico era obvia: estar más cerca de la posible ubicación del oro y las riquezas, objetivo final de la travesía.
Comienza la aventura.Zarpó el 21 de septiembre de 1934. El 26 de noviembre llegó a las costas de Brasil y el 15 de diciembre al Río de Solís. El 17 de enero de 1535 arribó a la boca del estrecho, pero los fuertes vientos y las corrientes marinas le impidieron avanzar. Finalmente retrocedió hasta llegar a la actual Bahía Gil, al norte del Golfo San Jorge. Allí encontró la Caleta Hornos, que denominó “Puerto de los Leones”, cuya calma e imponente belleza los indujo a establecerse en el lugar. El 26 de febrero de 1535 desembarcaron y comenzaron la edificación de una iglesia (con techo de lona), de misa diaria, y un incipiente poblado; el 9 de marzo de 1535 fundó, formalmente, la Provincia de Nueva León y procedió a diseñar su fortaleza capital.
Casi de inmediato emprendió el primer viaje de reconocimiento de su territorio, con rumbo noroeste, aunque catorce leguas más adelante se enfermó y volvió a su capital, ordenando a sus hombres continuar con la expedición. Estos llegaron al río Chico y, siguiendo su trayectoria, se encontraron con el Río Chubut.
El fin del sueño.
De todas formas, la aridez de la tierra y el clima hostil, con el viento fuerte y constante, fue desanimando a los conquistadores. Según parece, los escasos indígenas que encontraron, los tehuelches, los recibieron de la mismas forma que sus descendientes recibirían a los colonos galeses tres siglos y medio después: curiosa y pacíficamente, pero sin la menor disposición a trabajar para el hombre blanco (“indios mansos pero inútiles para el trabajo”). Además, y fundamentalmente, no encontraron ni trazas de oro ni riquezas. Todo hizo que la expedición terminara en rebelión: volvieron a la capital después de recorrer unos 500 kilómetros y, como Alcazaba se negó a abandonar su provincia y regresar a España, lo mataron.
El caudillo de la rebelión, Juan Arias, quiso que los leones se convirtieran en piratas (para salir a “robar a todo trapo”), con lo que se habrían anticipado a los bucaneros que posteriormente asolarían el Caribe. Sin embargo triunfó una posición moderada, liderada por Juan de Mori: volver y pedir clemencia (triunfó merced al degollamiento de Juan Arias y sus principales seguidores). Lo cierto es que el 17 de junio del mismo año abandonaron Nueva León y, embarcados en la San Pedro (la “Madre de Dios” había naufragado en aguas del Golfo San Jorge), pusieron proa hacia Santo Domingo, ya que este destino le pareció a Juan de Mori más prudente que el regreso liso y llano a España. Allí pidieron perdón y dejaron la crónica de su aventura.
El territorio hoy.La caleta Hornos es uno de los paisajes más hermosos de toda la pintoresca costa patagónica, conocida como lugar reparado por quienes navegan por placer o deporte el litoral marítimo sureño. Al norte se encuentra el Faro de Leones (frente a la isla Leones) y más allá la reserva faunística del Cabo de las Dos Bahías, donde viven en libertad gran cantidad de guanacos y algunos ñandúes. En las costas hay lobos marinos y pingüinos, además de interesantes lugares de pesca (como Caleta Sara, donde se ha realizado la fiesta nacional del salmón).
Caleta Hornos (y Nueva León, la primera ciudad argentina) está a unos 40 kilómetros al sur de Camarones, un pintoresco y ordenado pueblo asentado sobre la bahía del mismo nombre, de unos 1.100 habitantes. Que Nueva León, ubicada en la Patagonia, ha sido la primera población fundada por los españoles en el actual territorio argentino, un año antes que Mendoza fundara por primera vez a Buenos Aires (3 de febrero de 1535) y 19 años antes que la corriente conquistadora del noroeste fundara Santiago del Estero, es casi desconocido, incluso por los mismos patagónicos.
Felizmente se está redescubriendo y revalorizando el pasado histórico, como forma de afirmación de la identidad cultural de la Patagonia. Así, en Camarones, amplios carteles recuerdan la epopeya de Alcazaba y, sobre la costa, un monumento con forma de torre fortificada recuerda la fundación de Nueva León. En Chubut, la ley provincial 2271 declara asueto provincial al 9 de marzo de cada año, mientras que se declaró de interés histórico y turístico el área de Caleta Hornos.
Inclusive, hace unos años la Municipalidad de Neuquén estableció un concurso anual sobre historia patagónica cuya entrega de premios se debería realizar en el día aniversario de la fundación de Nueva León, pero que, como tantas otras iniciativas, quedó en el olvido.
La belleza de la costa, la riqueza faunística, el valor histórico y la relativa cercanía de centros turísticos en pleno desarrollo (unos 300 kilómetros de Puerto Madryn), permiten augurar para el futuro próximo un flujo turístico creciente.
Nueva León debería ser un símbolo de la reivindicación patagónica.
BIBLIOGRAFÍA:
-Luna Félix. “Historia integral de los argentinos”, tomo II, pg. 272 y siguientes (Ed. Planeta).
-Ortega, Ezequiel. “Cómo fue la Argentina, 1516-1972”, Tomo I pg. 55 y sig. (Ed. Plus Ultra).
-Rosa,José María. “Historia Argentina”, pg. 183 y sig.
Fuente de información e imagen: "La Mañana de Neuquén" (edición Nº 7252), 9 de marzo de 2012, página 20.
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