Elpidio González fue
ministro, jefe de policía, vicepresidente de la Nación durante el mandato de
Marcelo Torcuato de Alvear, de 1922 a 1928. Murió en 1951, en la pobreza, y en
su testamento dejó indicado el deseo de “ser enterrado con toda modestia, como
corresponde a un católico, vestido con el hábito de monje franciscano como
mortaja (orden a la que pertenecía) y una plegaria por el perdón de sus pecados
y en sufragio de su alma”."
Rehusó a percibir la
pensión como ex vicepresidente que por ley le correspondía, sino que para
ganarse la vida debió ingresar a la conocida firma productora de anilinas
“Colibrí”, para desempeñarse como corredor de comercio percibiendo una
modestísima remuneración que le obligaba a vivir austeramente.
Un hombre olvidado, quizás, porque es un espejo en el cual
muy pocos –o acaso nadie en la política argentina de hoy- pueda mirarse.
A su Excelencia el Señor Presidente de la Nación
Doctor Roberto M. Ortiz
De mi consideración:
Habiendo sido promulgada la ley que concede una asignación
vitalicia a los Ex-Presidentes y Vicepresidentes de la Nación, cúmpleme dejar
constancia ante el Señor Presidente, en su carácter de "Jefe Supremo de la
Nación que tiene a su cargo la Administración General del País", de mi
decisión irrevocable de no acogerme a los beneficios de dicha ley.
Al adoptar esta actitud sigo intimas convicciones de mi
espíritu. Entregado desde los albores de mi Vida a las inquietudes de la Unión Cívica
Radical, persiguiendo anhelos de bien publico, jamás me puse a meditar, en la
larga trayectoria recorrida, acerca de las contingencias adversas o
beneficiosas que los acontecimientos podían depararme. No esperaba, pues, esta
recompensa, ni la deseo, y, al renunciarla, me complace comprobar que estoy de
acuerdo con mis sentimientos mas arraigados.
Confío en que, Dios mediante, he de poder sobrellevar la
vida con mi trabajo, sin acogerme a la ayuda de la República por cuya grandeza
he luchado y que, si alguna vez, he recogido amarguras y sinsabores me siento
recompensado con creces por la fortuna de haberlo dado todo por la felicidad de
mi Patria.
Saluda al Señor Presidente
Elpidio González.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
La diferencia de opiniones conduce a la investigación, y la investigación conduce a la verdad. - Thomas Jefferson 1743-1826.