GRACIAS POR ESTAR AQUÍ...

GRACIAS POR ESTAR AQUÍ...
...." el pueblo recoge todas las botellas que se tiran al agua con mensajes de naufragio. El pueblo es una gran memoria colectiva que recuerda todo lo que parece muerto en el olvido. Hay que buscar esas botellas y refrescar esa memoria". Leopoldo Marechal.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.
“Amar a la Argentina de hoy, si se habla de amor verdadero, no puede rendir más que sacrificios, porque es amar a una enferma". Padre Leonardo Castellani.

“
"La historia es la Patria. Nos han falsificado la historia porque quieren escamotearnos la Patria" - Hugo Wast (Gustavo Martínez Zuviría).

“Una única cosa es necesario tener presente: mantenerse en pie ante un mundo en ruinas”. Julius Evola, seudónimo de Giulio Cesare Andrea Evola. Italiano.

viernes, octubre 25, 2013

25 DE OCTUBRE DE 1938: SUICIDIO DE LA POETISA ALFONSINA STORNI EN LA PERLA, MAR DEL PLATA.


MUJERES ARGENTINAS: 
ALFONSINA STORNI.
Alfonsina Storni  fue una poetisa, autora teatral y educadora, nacida en Sala Capriasca, en el Antón Ticino, un lugar rodeado de montañas, en  Suiza, el 29 de mayo de 1892.
Fueron sus padres fueron Paolina Martignoni di Origlio y Alfonso Storni, suizos de origen itáliano. Alfonso Storni  y Señora, llegaron muy jóvenes, y casados,  en 1880 a San Juan.
Fundaron una pequeña empresa familiar, y años después, las botellas de cerveza etiquetadas “Cerveza Los Alpes, de Storni y Cía” que se comercializarían en la región de cuyo.
Retornaron a su lugar de origen en 1885. En San Juan nacieron los dos hijos mayores, Romeo y María, con los que el matrimonio se trasladó a su país.
En Suiza nació Alfonsina. Regresaron a la Argentina, primero el padre en 1893 y luego la madre en 1896, se establecieron en San Juan, donde Alfonsina inició sus estudios.
No fue fácil la vida de Alfonsina Storni. La familia Storni se va vivir a Rosario ante el fallecimiento de su padre  y ante la pobreza  de la familia  la obligaron a trabajar como costurera a domicilio y luego como obrera  en una fabrica.
En la provincia de Santa Fe, en la que obtuvo su título de maestra rural en 1910.
Alfonsina fue una mujer apasionada. Sus primeras publicaciones las lleva a cabo en  la revista “Mundo Rosarino” y “Monos y Monadas”.
Se instala en Buenos Aires en 1912. Colabora con la revista “Caras y Caretas”.
Cuenta con seis meses de gestación de su primer y único hijo. Tenía Alfonsina 19 años y una maestra soltera que debe hacer frente a una sociedad pacata.
Alejandro Alfonso Storni
(1912/2009)
Unos cuatro años después en “La inquietud del rosal” aborda el tema de su maternidad en el poema “La Loba”
Yo soy como la loba.
Quebré con el rebaño
Y me fui a la montaña
Fatigada del llano.

Yo tengo un hijo fruto del amor, de amor sin ley,
Que no pude ser como las otras, casta de buey
Con yugo al cuello; ¡libre se eleve mi cabeza!
Yo quiero con mis manos apartar la maleza.

Mirad cómo se ríen y cómo me señalan
Porque lo digo así: (Las ovejitas balan
Porque ven que una loba ha entrado en el corral
Y saben que las lobas vienen del matorral).
(fragmento)
En 1921 ganó el Primer Premio Municipal con su libro “Languidez” y también el Segundo Nacional.  Sus poemas “El obrero” y “La caricia perdida” tienen gran repercusión entre el público lector adolescente.
Subsiste trabajando como celadora en el hogar de Niños Débiles de Parque Chacabuco. Visita las bibliotecas y sociedades de fomento populares dando recitales para el público del barrio.
En  1935 le detectan un tumor en un pecho, debiéndose operarse. Estaba ya muy enferma. En los últimos meses de su vida aspiró al premio municipal de poesía otorgado a otro poeta de importancia secundaria. 
Gestionó, sin lograrlo,  la sub dirección del Conservatorio Nacional; aparte le reprochaban el hijo natural de Alfonsina; se conmueve y la angustia el suicidio de Horacio Quiroga y el de Leopoldo Lugones .
“Voy a dormir”  es el último que escribió en Mar del Plata; un poema de despedida al diario La Nación:
Dientes de flores, cofia de rocío,
manos de hierbas, tú, nodriza fina,
tenme puestas las sábanas terrosas
y el edredón de musgos escardados.

Voy a dormir, nodriza mía, acuéstame.
Ponme una lámpara a la cabecera,
una constelación, la que te guste,
todas son buenas; bájala un poquito.
“Hacia la una de la madrugada del martes 25 Alfonsina abandonó su habitación y se dirigió a la playa La Perla. Esa noche su hijo Alejandro no pudo dormir; a la mañana siguiente, lo llamó la dueña del hotel para informarle que le habían reportado del hotel que su madre estaba cansada pero bien.
Esa mañana, la mucama Celinda había golpeado la puerta del dormitorio para darle el desayuno y no obtuvo respuesta y pensó que era mejor dejarla descansar y fue lo que le comunicó a la dueña. Pero cuando dos obreros descubrieron el cadáver en la playa, se difundió la noticia; su hijo se enteró por radio y el cuidador del hotel, José Porto, se lo confirmó vía telefónica. Hay dos versiones sobre el suicidio de Alfonsina: una de tintes románticos, que dice que se internó lentamente en el mar, y otra, la más apoyada por los investigadores y biógrafos, que afirma que se arrojó a las aguas desde una escollera.
A la tarde, los diarios titulaban sus ediciones con la noticia: «Ha muerto trágicamente Alfonsina Storni, gran poeta de América» (Wikipedia).
La mañana del 26 de octubre de 1938 Manuel Ugarte escucha a través del teléfono la voz entre cortada y llorosa de Manuel Gálvez que Alfonsina se suicidó la noche anterior en Mar del Plata. Sólo ha dejado una nota escrita que dice así: “Señor Gálvez: Estoy muy mal. Por favor mi hijo tiene un puesto municipal, yo otro. Ruéguele al intendente en mi nombre que lo ascienda acumulándole mi sueldo. Gracias. Adiós. No me olviden. No puedo escribir más. Alfonsina”.

Fuentes de información para ésta efemérides argentinas:

Wikipedia, Alfonsina Storni. Una biografía esencial de Josefin Delgado y Los Malditos. Hombre y mujeres excluídos de la historia oficial de los argentinos – Norberto Galasso (coordinador).

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

La diferencia de opiniones conduce a la investigación, y la investigación conduce a la verdad. - Thomas Jefferson 1743-1826.