Isabel Granda y Larco (conocida como “Chabuca” Granda nació
1920, en un asentamiento minero de oro, llamado Cotabamba, en la provincia de
Grau, cerca de la provincia de Abancay, Apurímac en Perú.
A los 12 años de edad descubre su vocación por la música, al
integrar el coro del Colegio de los Sagrados Corazones. Luego integraría grupos
como ‘Luz y Sombra’.
En el primer período de su producción creativa es netamente
evocativo y pintoresco; le canta a la Lima antigua, señorial, de comienzos de
1900. Es la ciudad que ella conoció a través de su padre don Eduardo Granda San
Bartolomé, la del barrio del Barranco, de grandes casonas afrancesadas, con
inmensos portales y jardines de invierno.
A esta etapa pertenecen “Lima de veras”, “La flor de la
canela”, “Fina estampa”, “Gracia”, “José Antonio”, “Puente de los suspiros”,
“Zeñó Manué” y muchas otras.
Contrajo matrimonio el 13 de mayo de 1942 con Enrique
Demetrio Fuller Da Costa. Tuvieron tres hijos. En 1952 terminó su matrimonio.
Ella rompe la estructura rítmica convencional del vals
peruano, y sus melodías, de tesitura muy amplia, alternaron el nuevo lenguaje
que propuso con el de los antiguos valses de salón. Su producción también
revela una estrecha relación entre letra y melodía, que fue variando con el
tiempo hacia una tendencia poética cada vez más sintética.
Su voz ronca le cantó a la costa, sierra y selva peruanas.
Cuentan que tras recibir un premio por una de sus canciones,
durante el almuerzo que siguió a la premiación hizo uso de la palabra el
prominente historiador, el Dr. Raúl Porras Barrenechea, quien durante su
alocución pidió: "Piedad para el río, el puente y la alameda". Esa
frase impactó en Chabuca, quien confiesa que se convirtió en un estribillo que
fuera el inicio de “La flor de canela”.
En octubre de 1969, en el Luna Park se realizaba el Primer
Festival Iberoamericano de la Danza y la Canción en el jurado del magno acontecimiento había figuras
internacionales, entre ellos Vinicius de Moraes y Chabuca Granda donde se
presentó el tema de Astor Piazzolla y Horacio Ferrer "Balada para un
loco" declarada finalista en el rubro "Tango" con un lío magno
donde la mitad aplaudía y la otra abucheaba esta pieza innovadora del tango argentino.
En 1982 Chabuca Granda embajadora del pueblo peruano; el
pueblo peruano tan ligado a la República Argentina por ser libertado por el
General Don José de San Martín y que tan mal le pagara el menemismo en la
década del ’90 en la guerra con Ecuador con la venta de armas.
Decía Chabuca Granda en ese escrito: “Dispón de mí,
amadísima Argentina. Debe de haber alguna manera de entregar por ti mi vida a
los 61 años, que para una guerra parecerían inservibles, pero te considero una
causa justa y apropiada de morir por ella. Nada puedo decir para ayudarte a
conseguir la paz, si tú has mostrado al mundo tus hijos y sus padres como el
ejemplo más exacto del honor y del amor y de la voluntad por su tierra. La
crueldad y la sinrazón de tu enemigo serán castigadas por la historia. Dios te
ayude, amadísima Argentina. ¡Qué país eres! Te amo”.
En sus últimos años, Chabuca Granda interpretó un repertorio
ligado al renacimiento de la música afroperuana que, a pesar de haber estado
presente en el país, había sido denostada por razones sociales. Manejó con
maestría “negra” el abanico de ritmos que enriquecieron la música popular
peruana y su poesía tomó el sesgo de la acuarela, el trazo sintético y
sugerente de colores y sensaciones.
Falleció en Miami el 8 de marzo de 1983.
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