19 DE JUNIO DE 1884: FALLECIMIENTO DEL QUE FUERA EL MÁS GRANDE INTELECTUAL JUAN
BAUTISTA ALBERDI.
“La riqueza, como la libertad, vive en el hombre, y tiene
por causa al hombre. En el hombre está la mina, no en el suelo. El suelo puede
estar lleno de oro: allí se quedará si falta el hombre capaz de explotarlo”.
"Todas las teorías que pretenden explicar la producción
de la riqueza y la supresión de la pobreza por otros medios que el trabajo y el
ahorro, en vez de la ociosidad y el dispendio, son teoría falsas, de engaño y
de ruina que, lejos de servir para remediar las crisis sólo sirven para
producirlas y agravarlas".
Juan Bautista Alberdi nació en Tucumán el 29 de agosto de
1810. Su madre, Doña Josefa Rosa de Aráoz, murió en el parto y el niño quedó al
cuidado de su padre, Don Salvador Alberdi. En 1816, mientras comenzaba a
sesionar el Congreso de Tucumán, Alberdi ingresaba a la escuela primaria que
había fundado Manuel Belgrano. Estudió en el Colegio de Ciencias Morales de
Buenos Aires, consiguiéndolo por intercesión del gobernador de Tucumán
Alejandro Heredia. Tenía como compañeros a Vicente Fidel López, Antonio Wilde y
Miguel Cané -el padre del autor de Juvenilia-.
Alberdi fue un abogado (que poco o nada ejerció su oficio),
pensador, jurista, economista, político, estadista, diplomático y músico
argentino, autor de las “Bases y puntos de partida para la organización
política de la Confederación Argentina” influenciada por la corriente
historicista que fundara Friedrich Carl von Savigny en Alemania que escribe a
los 26 años, muy tenidas en cuenta en la redacción de la Constitución Nacional
de 1853.
Juan B. Alberdi anotó sus cuestionamientos a la oligarquía
bonaerense y su visión de la historia y la sociedad. Es un ausente y un maldito
que vivió su largo exilio que empieza en Uruguay, sigue en Europa, luego Chile y
culmina sus días en en Neuilly-sur-Seine, un suburbio de París, Francia, el 19 de junio de 1884 abandonado en
un hotel insignificante, en una piecita donde apenas cabía la cama, donde
encontraron sus restos envueltos en sábanas sucias y sus efectos personales
habían sido robados por el personal del hospedaje.
El 27 de abril de 1889 sus restos fueron exhumados para ser
repatriados por decreto del presidente inoperante de Miguel Juárez Celman.
Tanto en Buenos Aires como en París se encuentran sendos
monumentos funerarios a Juan Bautista Alberdi, pero en realidad sin sus restos,
ya que los mismos descansan en su provincia natal, en la Casa de Gobierno de
Tucumán.
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