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...." el pueblo recoge todas las botellas que se tiran al agua con mensajes de naufragio. El pueblo es una gran memoria colectiva que recuerda todo lo que parece muerto en el olvido. Hay que buscar esas botellas y refrescar esa memoria". Leopoldo Marechal.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.

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“Amar a la Argentina de hoy, si se habla de amor verdadero, no puede rendir más que sacrificios, porque es amar a una enferma". Padre Leonardo Castellani.

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"La historia es la Patria. Nos han falsificado la historia porque quieren escamotearnos la Patria" - Hugo Wast (Gustavo Martínez Zuviría).

“Una única cosa es necesario tener presente: mantenerse en pie ante un mundo en ruinas”. Julius Evola, seudónimo de Giulio Cesare Andrea Evola. Italiano.

sábado, abril 20, 2024

A cien años de la llegada de los galeses a Luis Beltrán (2002).

 

A cien años de la llegada de los galeses a Luis Beltrán.

La galesa ha sido una comunidad integrada al resto de los inmigrantes y criollos de la región de Valle Medio desde el primer momento de su llegada. Ahora es tiempo de recordarlo y festejarlo, afirman sus descendientes.

La isla de Choele Choel era, un siglo atrás, un inmenso pastizal. Un desparramo de casas donde no había alambrados y la vista se perdía.


El 6 de abril, cien años atrás, Edward Owen y Meuring Hughes se sacudieron la modorra de un viaje que había comenzado una semana antes. Sin saberlo, eran los primeros galeses de una avanzada que dejaría huellas para siempre en la zona.

Algunos meses más tarde se le sumarían varias familias galesas, en principio a trabajar, pero como se sabe ocupar un lugar en el mundo tiene que ver con la tierra donde se deshilvanando los sueños.

Un poco de historia

El 28 de julio de 1865, el «Mimosa», un mítico velero llegaba a las costas de Argentina. A bordo, 150 pasajeros galeses, que dos meses atrás habían dejado su amado Gales, llegaban buscando nuevos horizontes.

Se establecieron en el Valle Inferior del río Chubut.

Allí iniciaron una nueva vida, con luces y sombras con momentos de prosperidad y de duras dificultades, pero siempre plena de heroísmo y generosidad. Muchos de esos obstáculos típicos de este lado del mundo, la cruel rigurosidad del desierto, las diferentes características del suelo y las inundaciones de los ríos, que ocasionaban constantes perjuicios sobre los cultivos y sobre las incipientes aldeas.

A fines del siglo, el gobernador Eugenio Tello vio que en la gran isla de Choele Choel había muy buena tierra, pero estaba poco cultivada.

Recordó, entonces, a sus viejos amigos de Chubut, con quienes había anteriormente trabajado. Había admirado a los colonos galeses y las obras que habían hecho de irrigación del Valle del río Chubut.

Se comunicó con el presidente argentino Julio A. Roca solicitando colaboración para trasladar familias desde Chubut y hacer la isla habitable.

Dos hombres fueron elegidos para visitar la isla: el ingeniero Edward Owen y el Señor Meurig Hughes, quienes llegaron el 6 de abril de 1902. La tierra era buena y alta, muy difícilmente inundable. El bosque cubría las orillas del río, y había gran cantidad de pastos para los animales.

Muy cerca un servicio de trenes podría transportar las cosechas hasta Bahía Blanca y, desde este puerto, podría ser exportada a Europa.

El gobernador prometió que cada chacarero sería propietario de la tierra que hubiera trabajado durante siete años.

El gobierno les daría dinero y algunas carpas del ejército para vivir hasta que las casas fueran construidas. Los galeses podían organizar sus chacras y hacer el sistema de canales según lo desearan. Así, tras ese sueño, setenta colonos llegaron a las isla el 24 de setiembre de 1902, luego de cruzar el desierto en carros. Todos vivieron en carpas durante ocho meses.

El 24 de setiembre de 1903 el gobernador fue invitado a abrir la primera compuerta y dejar inaugurado el sistema de riego. Ese día se festejó con asado con cuero, y los colonos actuaron en los coros que habían armado tiempo atrás.

En los años siguientes, los galeses hicieron un gran esfuerzo. Construyeron compuertas, abrieron canales, cultivaron campos, plantaron cortinas de álamo contra los vientos, crearon varias empresas y fundaron escuelas. Se dedicaron a Dios en las capillas, mostrando en cada acción la fortaleza de su fe.

Pero el grupo de galeses que llegó a Río Negro, tuvo que sufrir un fuerte hostigamiento ideológico generado por los representantes de la religión oficial del país, por lo que fueron perdiendo la cultura galesa, el lenguaje y la religión. Por esta razón, el nombre original de «Tir Pentre» fue reemplazado por «Villa Galense» y luego, por «Luis Beltrán», en memoria de un sacerdote católico que ayudó en la guerra de la independencia argentina.

Publicado en Diario Río Negro.  28/07/2002.

https://www.rionegro.com.ar/a-cien-anos-de-la-llegada-de-los-galeses-a-luis-beltran-DYHRN0207282028704/

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