En una visita a EL DIARIO anticipó que dará una conferencia en el Instituto Superior San Benito Abad, en la vecina localidad de San Benito, llegó ayer a Paraná, José Luis Muñoz Azpiri. El articulista, autor de ensayos sobre diversas materias, egresado de la Escuela de Defensa Nacional, prolongó su estadía en esta ciudad, donde esta tarde, a partir de las 19.30 brindará una charla debate en el Instituto Audiovisual de Entre Ríos -Gregoria Matorras de San Martín 880-. El tema: “El pensamiento nacional ante los desafíos de la globalización”. En palabras del propio disertante se tratará de analizar “cómo se posiciona en este momento, cuál es la llamada inserción argentina en el mundo, qué posición ocupamos; cuáles son los senderos que en este momento tiene la cultura argentina; los nuevos marcos y paradigmas internacionales caído no solamente el bloque de la Unión Soviética, sino el sueño de la unipolaridad que llegó a tener Estados Unidos con la administración Bush en un mundo multipolar; aparición de los mal llamados populismos y de nuevos factores de poder sobre todo económicos, en particular China que ya no es solo en el sudeste asiático, sino en el conjunto mundial”, detalla.
En ese extenso temario también menciona: “Definir qué clase de modelo (de país) queremos porque con este modelo primario agroexportador, 40 millones de habitantes somos demasiados, sobran 20 millones”. Pero, ante alternativas que podrían abrirse, dirá para diferenciarse que “el proyecto que nosotros queremos es un país también agroexportador –es nuestra ventaja comparativa-, pero industrializado, y para eso necesitamos cien millones de habitantes”.
El coordinador académico del Instituto de investigaciones históricas Juan Manuel de Rosas que depende de la Secretaría de Cultura de la Nación, habla de un momento de crisis política y descomposición de todos los partidos políticos, donde cuestiones de esa naturaleza no se debaten, así como tampoco de geopolítica o defensa nacional, entendida no como un problema militar, sino generadora de cierto tipo de industria, explicita.
Como interrogante plantea también si el país tiene una geopolítica hacia la Antártida porque “si no la tenemos, es un gasto inútil seguir manteniendo seis bases en la Antártida. Y si están, ¿para qué? ¿Hay una política científica, hay una geopolítica? De eso no se habla como tampoco de una cultura nacional y tampoco de un proceso integral, en la que entre también el régimen de tenencia de la tierra”, continúa.
Habla a viva voz, se entusiasma, ironiza, bromea, lleva situaciones al extremo con lo que intenta, y logra, generar interés en su discurso en el que rápidamente interrelaciona asuntos diversos.
Comenta que comparte la conducción de un programa de televisión que se llama “Luces y sombras de nuestra historia” en TV Sindical, donde trata de plantear rupturas y continuidades en la historia del país. “Continuidad de 1.500 en adelante del enfrentamiento del puerto con el resto del país, y rupturas que son la aparición de los grandes movimientos populares” dentro de los que inscribe “el federalismo con sus caudillos, tanto el bonaerense Rosas como los del interior; los descendientes de este federalismo que son los que integran el Yrigoyenismo y el tercero, el peronismo”, sintetiza.
Se apresura a pedir que no se le pregunte que es el peronismo actualmente porque “es lo mismo –dice- que me pregunten si existe vida extraterrestre o dónde estábamos antes de nacer”.
DE LA MATRIZ ECONÓMICA. Sobre los acontecimientos a partir de la década del ´70, responde que desde entonces “viene la restauración oligárquica: la dictadura militar, que cambia completamente la matriz productiva del país, desindustrializándolo con el plan de Martínez de Hoz que, con sus matices, prácticamente sigue siendo el mismo que hubo hasta con los gobiernos democráticos. Con (Carlos) Menem –subraya- hubo una entrega y extranjerización absoluta, el descuartizamiento de la inversión pública”.
Habla de “la matriz que se impone desde el 2 de abril de 1976, cuando Martínez de Hoz anuncia su plan económico” y agrega que “si se quita el nombre y se pone Dujovne, en este momento, salvo por una coma, no se va a encontrar diferencias. Es exactamente la misma matriz”, afirma comparándola con la del actual gobierno nacional, que identifica con el nombre del ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne.
Sobre previsiones de cara al futuro responde: “Lo que viene ahora, solo Dios lo sabe”.
Se refiere a quienes integran el equipo de gobierno para decir “que no tienen patria, tienen un código de barra en la muñeca y entonces tratarlos de ´traición a la patria´ no tiene sentido porque es un criterio que no entienden, como tampoco el término soberanía. Tienen el contrasentido de pedir que vengan los brotes verdes en inversiones cuando ellos mismos no creen en su propio país y tienen el dinero afuera”, cuestiona.
Consultado por el kirchnerismo rescata “ciertas correcciones que no fueron cosméticas” como “la recuperación de los científicos en el exterior, la atención del PAMI, el desarrollo satelital, de energía atómica, ciertas contenciones”. También señala “dos grandes pecados” de esas gestiones.
“Acá hubo 12 años de kirchnerismo, en los que se pudieron haber recompuesto dos cosas: una política habitacional -porque había dinero, porque se crecía con tasas chinas y porque había saldos exportables como nunca- y el sistema nervioso del país que eran todas las líneas férreas interiormente, no hacia el puerto. Y no se hizo”, remarca antes de recordar “al señor Jaime que compraba chatarras a Portugal. Y, después el muchacho de Chivilcoy (Randazzo) que empezó a comprar a los chinos hasta los durmientes de ferrocarril que se podrían haber fabricado en el país”. No dejó de señalar otras cosas que se hicieron pero “se pagaban por tres”, para finalmente concluir que “esas cosas se pagan, porque de lo contrario no entenderíamos el resultado de estas elecciones”, en referencia a las últimas presidenciales.
Reflexionó: “Se sabía perfectamente quién era Macri, pero la gente decía es Macri o el demonio, pero a esos tipos no los aguantaba más. Entonces ganaron por el hastío”.
DISYUNTIVA. Del debate político de estos días, prácticamente no rescata nada. “Me parece que todo es cosmético”. Señala ausentes las discusiones sobre “qué matriz energética necesitamos, qué matriz de comunicaciones”, asuntos que en cambio, comenta, “se dan en una provincia que se administra bien teniendo malos recursos como es San Luis”.
Como figura interesante señala en Capital Federal a Guillermo Moreno, el ex secretario de Comercio de Cristina Kirchner, y en provincia de Buenos Aires, a “la intendenta de La Matanza, Verónica Magario, serena, centrada, gobernando un distrito con 3 millones de habitantes”.
Dice que “hay gente interesante, pero tan hastiada de la política que están desperdigados como cuentas de rosario y están esperando la voz que le diga lo que quieren escuchar”.
En el escenario actual describe: “El peronismo es un cadáver insepulto, es lo mejor y lo peor, es San Francisco y Jack el destripador. Ahora, lo que tengo enfrente es una prueba de botellón de formol de una sala de patología forense”.
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