En el primer día del 2002 sin tiempo para festejos del nuevo
año ¡no había nada que festejar! se parecía más nuestro país a la canción de Cacho Castaña:
“Si vieras que triste que esta la Argentina
tiene la mirada de los caminantes que ya no caminan, se muere de pena por tanta
mentira de tanta promesa por nadie cumplida”.
Ese 1° de enero de 2002 se reúne la
Asamblea Legislativa la votación resultó 262 votos a favor de Eduardo Duhalde (151
del Partido Justicialista, 85 de la Unión Cívica Radical, 10 de partidos
provinciales, 8 del Frepaso, 7 de Acción por la República, 1 del Polo Social),
21 en contra (del ARI, el Socialismo, el Frente para el Cambio y algunos
disidentes del Frepaso) y 18
abstenciones (Frepaso, partidos provinciales, PSP, 1 del PJ, 1 de la UCR, 1
del ARI, 1 del Polo Social y 1 del PI).
El 2 de enero de 2002 Eduardo Duhalde elegido por la
Asamblea Legislativa, en una votación mayoritaria, quien debe completar el período
constitucional del renunciante Fernando De la Rúa.
Ante el fracaso de Adolfo Rodríguez Saá que intentó imprimir
a su gestión ritmo de vértigo (para contrarestar a la Fernando De la Rúa que en
esos diez días se convirtió en “una estrella fugaz” en el cielo tormentoso de
aquellos dramáticos días. Recordemos que el 30 de diciembre fracasa la reunión
de mandatarios provinciales convocada con urgencia en Chapadmalal donde se
hicieron presentes los gobernadores de la provincia de Buenos Aires, Formosa,
La Rioja, Misiones, Salta y San Luis. Y fue esta reunión el final y la renuncia
desde San Luis. Asume Eduardo Camaño en un final de año de pocas felicidades
con agitaciones, protestas, depresión económica y anarquía.
Al asumir dijo “Mi compromiso a partir de hoy es terminar
con un modelo agotado que ha sumido en la desesperación a la enorme mayoría de
nuestro pueblo” dando por hecho la
salida de la Convertibilidad. Entre las medidas de su gobierno estuvieron la
devaluación de la moneda, que dio fin a la Ley de Convertibilidad, la
pesificación forzada de los depósitos bancarios en moneda extranjera, también
dio una gran distribución del Plan Jefas y Jefes de Hogar otorgando subsidios aquellos
padres de familia que no contaban con un trabajo requería una contraprestación
por parte de los beneficiarios, para lo cuál se abrieron registros de
empleadores en cada municipio. Duhalde fue el que dijo esa enigmática frase que
“la Argentina era un país condenado al éxito” que hasta hoy parece indecifrable
y llegando a prometer algo irrealizable: "Van a ser respetadas las monedas
en que hicieron sus depósitos. El que depositó dólares recibirá dólares y el
que depositó pesos recibirá pesos" (quizá fue un intento desperado por
querer calmar los alterados ánimos de los ahorristas atrapados en “corralito”
de Cavallo y luego “el corralón” de Remes Lenicov).
El 9 de enero de 2002 concluye el “1 a 1”.
La devaluación establece que cada dólar oficial pasa a
costar $ 1,40. Se permite convertir a $ 1,40 hasta 3.000 dólares de cajas de
ahorro y hasta 10.000 dólares de cuentas corrientes. El resto pasa a plazo fijo
y se empezará a devolver en 2003 en cuotas.
El costo de la brutal devaluación golpeó los bolsillos de
los asalariados y los jubilados y la pesificación asimétrica donde los grandes
ganaron y los ahorristas, los trabajadores y los jubilados perdieron.
Las leyes de Emergencia Económica efectuaban retenciones a empresas
petroleras como al agro y la industria donde el Estado Argentino tomaba una parte de las ganancias de las
exportaciones para paliar las emergencias internas; también la ley económica
permitía desindexar y desdolarizar las tarifas de los servicios públicos.
Eduardo Duhalde gobierna la Argentina en un período que va desde el 2 de enero de 2002 hasta el 25 de mayo de 2003. |
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