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...." el pueblo recoge todas las botellas que se tiran al agua con mensajes de naufragio. El pueblo es una gran memoria colectiva que recuerda todo lo que parece muerto en el olvido. Hay que buscar esas botellas y refrescar esa memoria". Leopoldo Marechal.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.
“Amar a la Argentina de hoy, si se habla de amor verdadero, no puede rendir más que sacrificios, porque es amar a una enferma". Padre Leonardo Castellani.

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"La historia es la Patria. Nos han falsificado la historia porque quieren escamotearnos la Patria" - Hugo Wast (Gustavo Martínez Zuviría).

“Una única cosa es necesario tener presente: mantenerse en pie ante un mundo en ruinas”. Julius Evola, seudónimo de Giulio Cesare Andrea Evola. Italiano.

lunes, febrero 03, 2014

Históricas Argentinas - 3 de Febrero de 1852: BATALLA DE CASEROS. EL PRINCIPIO DEL FIN DEL BRIGADIER GENERAL.

 
Derrota de don Juan Manuel de Rosas que significó el fin de su gobierno y su exilio en Inglaterra. En 1852, el ejército de la Confederación Argentina al mando de Juan Manuel Rosas, fue derrotado por el Ejército Grande, compuesto por fuerzas de Brasil, el Uruguay y las provincias de Entre Ríos y Corrientes, liderado por el gobernador de Entre Ríos, Justo José de Urquiza, quien se había sublevado contra Rosas el 1 de mayo de 1851.
Arturo Jauretche, ese pensador argentino,  afirmaba; "la falsificación de nuestra historia ha perseguido el doble fin. El primero, determinar un mito fundacional funcional al modelo de país diseñado por los vencedores de Caseros y el segundo, "...impedir que los argentinos poseamos la técnica, la aptitud para concebir y realizar una política nacional". Después de la batallade Caseros, la Argentina se incorporó al proceso económico mundial, pero como mercado complementario del capitalismo inglés.
El 10 de julio de 1852 Urquiza firmó, cumpliendo compromisos adquiridos, tratados con Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos, que establecían el libre tránsito de los ríos Paraná y Uruguay. El ingreso de la manufactura importada terminó de aniquilar nuestras industrias artesanales.
Caseros no fue una batalla de “federales” y “unitarios”. Fue la batalla de la segunda guerra Argentino-Brasilera. Fue la batalla de federales contra la alianza de brasileros y traidores.... La lucha de unitarios y federales no fue solo una lucha interna. Se jugaba también la política de dominación inglesa en el Río de La Plata. San Martín lo supo desde el principio, y con motivo del ataque militar de Francia en 1939, le dice en carta a Rosas (10 de junio de 1839) “... Lo que no puedo concebir es el que haya americanos que por un indigno espíritu de partido se unan al extranjero para humillar a su patria y reducirla a una condición peor que la que sufríamos en tiempos de la dominación española: una tal felonía ni el sepulcro la puede hacer desaparecer...”.

Ante la segunda intervención imperialista de Francia e Inglaterra, San Martín en carta del 10 de abril de 1845 a Guido: “¡Qué me dice Ud. de la intervención que se anuncia de la Inglaterra, Francia y el Brasil, en nuestra contienda con la Banda Oriental!...ella se prolongará por un tiempo indefinido y por consiguiente perjudicial a los intereses de los beligerantes y neutrales...”.

Ya declarado el bloqueo imperialista a la Confederación Argentina, San Martín le escribe a Guido el 20 de octubre de 1845, en donde denuncia el atropello: “...es inconcebible que las dos más grandes Naciones del Universo se hayan unido para cometer la mayor y más injusta agresión que puede cometerse contra un Estado Independiente: no hay más que leer el manifiesto hecho por el enviado inglés y francés para convencer al más parcial la atroz injusticia con que han procedido: ¡La humanidad! Y se atreven a invocarla los que han permitido –por el espacio de cuatro años- derramar la sangre y cuando ya la guerra había cesado por falta de enemigos, se interponen no ya para evitar males sino para prolongarlos por un tiempo indefinido: usted sabe que yo no pertenezco a ningún partido: me equivoco, yo soy de Partido Americano, así que no puedo mirar sin el mayor sentimiento los insultos que se hacen a la América. Ahora más que nunca siento que el estado deplorable de mi salud no me permita ir a tomar una parte activa en defensa de los derechos sagrados de nuestra Patria, derechos que los demás estados Americanos se arrepentirán de no haber defendido o por lo menos protestado contra toda intervención de los Estados Europeos...”. (Ver Rosas, San Martin y la agresión anglofrancesa )

Muchos vieron que Caseros no era una guerra interna. Martiniano Chilavert, (unitario) al enterarse que su patria sería invadida por tropas brasileñas al mando de Urquiza, abandonó su exilio montevideano y cruzó el río para ponerse a las órdenes del Restaurador, quien sabiendo de sus quilates de militar valiente y avezado, puso la artillería a su mando. Hubo muchos “pasados” al ejercito federal, a las puertas de Santos Lugares, como el batallón de Aquino entero, que veían su patria invadida por el imperio.

La batalla de Caseros, no fue solamente el fin de un gobierno, o de una “tiranía”. No fue una batalla de lucha interna. Fue el quiebre de la resistencia al imperio ingles. El punto de inflexión para la imposición del liberalismo. Después de Caseros, y especialmente después de Pavón, la influencia Británica experimentó un decidido avance en las relaciones internas argentinas y en su comercio exterior. (Ferns, H.S. Gran Bretaña y Argentina en el siglo XIX).

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