A pocos minutos de la villa, a través de un paseo lacustre se puede acceder al sector del lago que tapa un conjunto de cipreses longevos de hasta 50 metros de altura. El Bosque Sumergido de Traful se ha convertido en uno de los sitios más buscados por buzos, cazadores de paisajes naturales e investigadores.
¿Cómo se formó? ¿Cómo más de 60 ejemplares longevos de cipreses de hasta 50 metros de altura quedaron de pie bajo las cristalinas aguas del lago Traful? Aún es motivo de varias hipótesis.
El Bosque Sumergido del lago Traful tiene al menos dos teorías de su retiro de la superficie hacia la cuenca lacustre. Una de ellas señala que un terremoto de 1960 provocó el desplazamiento de las placas de la ladera con cipreses hacia el lecho del espejo de agua. Por ser una especie arbórea longeva, estos árboles, de por sí milenarios, quedaron en pie y aún hoy se puede ver la parte superior como agujas que asoman por el nivel de agua.
Otra teoría señala un movimiento que fue registrando la montaña y cuyo desplazamiento fue en descenso hacia la cuenca del lago.
Hoy, desde una embarcación y en condiciones especiales –se recomienda que en horas de la mañana y con las aguas de lago aquietadas-, la parte superior de los cipreses de hasta 50 o 60 metros de altura asoman con un iceberg que esconde bajo las aguas su mayor volumen y, en definitiva, toda una gran historia.
Cada vez más Villa Traful, que es reconocida por su belleza y sus recursos turísticos, está siendo elegida por grupo de visitantes y de buzos que llegan desde distintas latitudes para conocer uno de los pocos fenómenos naturales de este tipo que existen o que se hayan descubierto en el planeta.
Publicado en el Diario "La Mañana de Neuquén".
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