“Yer-bah mah-tay”, así le llaman en el Líbano al mate, que ya es una costumbre local. Los que más lo consumen son los practicantes de la fe drusa, ubicados principalmente en la región del Mediterraneo Oriental.
En el siglo XIX, América Latina fue uno de los principales destinos de los comerciantes de aquella zona. En sus viajes de regreso llevaron hojas de yerba mate hacia su continente y comenzaron a beber la famosa bebida. Hoy, más de cien años después, sus descendientes continúan utilizando una calabaza hueca, yerba y una “bahm-bee-zha”, como llaman a la bombilla.
“El mate es algo muy tradicional aquí, algo con lo que hemos crecido. Hemos aprendido a beberlo en nuestra familia, es una bebida social. Con los muchachos nos reunimos para beberla juntos, en grupo”, cuenta Samah Halawi, un jeque druso.
En 2012, Argentina exportó casi 1.500 toneladas de yerba sólo al Líbano. Allí hasta se pueden encontrar una especie de bares destinados a difundir el mate, como “The mate factory”, creado en 2005 por Wisam Hamdan. El hombre afirma que “un gran porcentaje de sus clientes son personas que quieren probarlo”, ya que es algo popular sólo en ciertas regiones de su país.
Siria, que tiene el quintuple de habitantes que su país vecino, es el mayor comprador de yerba de Argentina: en 2012 importó más de 24.000 toneladas. El conflicto que sufre el país sirio no afecta la popularidad de la infusión, sino todo lo contrario: tanto las tropas del régimen como los combatientes rebeldes lo toman habitualmente.
Acá o allá. A la mañana, a la tarde o a la noche. Dulce o amargo.
Siempre hay un ratito para tomarse un rico mate.
Fuente de información e imagen pertenece al sitio "Argentinos en casa": http://argentinosencasa.com/?p=12693
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
La diferencia de opiniones conduce a la investigación, y la investigación conduce a la verdad. - Thomas Jefferson 1743-1826.