En cada acto patrio se escuchan las estrofas de la bella “Marcha
de San Lorenzo” de Cayetano Alberto
Silva.
Febo asoma; ya sus rayos/ iluminan el histórico convento;/
tras los muros, sordos ruidos/ oír se dejan de corceles y de acero.
Son las huestes que prepara/ San Martín para luchar en San
Lorenzo;/ el clarín estridente sonó/ y la voz del gran jefe/ a la carga ordenó.
Avanza el enemigo/ a paso redoblado,/ al viento desplegado/ su
rojo pabellón.
Y nuestros granaderos,/ aliados de la gloria,/ inscriben en
la historia/ su página mejor.
Cabral, soldado heroico,/ cubriéndose de gloria,/ cual
precio a la victoria,/ su vida rinde, haciéndose inmortal.
Y allí salvó su arrojo,/ la libertad naciente/ de medio
continente./ ¡Honor, honor al gran Cabral!
Cayetano Alberto Silva nacido el 17 de agosto de 1868 en Maldonado (Uruguay) fue hijo de Natalia Silva, una esclava de la
familia que le dio el apellido; era un mulato uruguayo nacionalizado
argentino; en 1889 viajó a Buenos Aires,
donde incursionó en el Teatro Colón luego se traslada a Rosario donde fue nombrado maestro de la Banda
del Regimiento 7 de Infantería.
La partitura musical que, lo hiciera inmortal, y se
conociera popularmente como Marcha de San
Lorenzo, que su letra y ritmo pegadizo es considera el Segundo Himno
Nacional Argentino, fue compuesta por Silva
dedicada al Coronel Pablo Ricchieri (nacido en San Lorenzo, Santa Fe) Ministro
de Guerra de la Nación en ese entonces y
modernizador del Ejército Argentino. A solicitud de Ricchieri le pidió
que modificara el título por
"Combate de San Lorenzo”.
Fue estrenada oficialmente en 1902 (sin letra) en las
cercanías del histórico Convento de San Carlos donde se gestó la batalla. Ese
día la marcha fue designada Marcha Oficial del Ejército Argentino. Asistieron
el Presidente de la Nación, General Julio Argentino Roca y el Ministro Pablo Ricchieri. En 1907 Carlos Benielli, un
vecino y amigo de Venado Tuerto escribió la letra.
La compuso en alusión al Combate de San Lorenzo, del 3 de
febrero de 1813, bautismo de fuego de los Granaderos del General José de San
Martín. Fue un combate de unos pocos minutos, en el cual el caballo de San
Martín calló, aplastando una pierna, y cuando una bayoneta enemiga se aprestaba
para matarlo, el sargento Juan Bautista Cabral, se interpuso salvando su vida,
pero muriendo él en la acción. La marcha
cumple un doble propósito de exaltar al Libertador Don José de San Martín un
grande de la Patria Grande, y al mismo tiempo al sargento Cabral, que dio su vida por su Jefe.
Los apremios económicos de la familia Silva y al no existir
leyes de amparo de los Derechos de Autor se vendió la misma a una casa editora
de música de Buenos Aires, por la módica suma de cincuenta pesos.
Falleció en Rosario en estado de indigencia el 12 de enero de
1920 a los 52 años de edad.
En 1946 por un Decreto 2820/467, firmado por el entonces Presidente de la Nación, General
Edelmiro Farrell, la Marcha de San Lorenzo pasó a nivel de Marcha Presidencial.
Famosa en todo el mundo (en Europa se la considera una de
las 5 mejores partituras militares de la historia) en Gran Bretaña, se ejecutó
en la ceremonia de Coronación de Jorge V, y también en la de la actual Reina
Isabel, y en los cambios de guardia en el Palacio de Buckinghan.
Una cosa
curiosa es que en Alemania la tocó el ejército alemán cuando tomó París; la ordenó tocar el General DwightEisenhower,
luego del desembarco como desagravio cuando el éjercito entró en París para
liberlarla.
En la Argentina durante la Presidencia de Arturo Umberto
Illia, año 1964, visita el país el Presidente de Francia Charles de Gaulle quien le entrega una condecoración a nuestro
presidente Illia.
Pero al rendirle honores se ejecuta la Marcha de San Lorenzo
(¡un papelón! con disculpas diplomáticas) que
la asoció al momento doloroso de la rendición de París durante la
Segunda Guerra Mundial.
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