EFEMÉRIDES ARGENTINAS.
HISTÓRICAS PATAGÓNICAS.
CEFERINO NAMUNCURÁ, EL SANTO DE LAS TOLDERÍAS.
En los tiempos del Brigadier General Don Juan Manuel de Rosas existía un proyecto de
lucha contra los pueblos de la Pampa y la Patagonia que presentara en la
Legislatura de la provincia de Buenos Aires. ¿Cuál era la propuesta de Don Juan
Manuel de Rosas…? Pretendía avanzar hacía el sur del río Colorado y remontar el río Negro para
dominar a los pueblos mapuches y tehuelches, ya sea originarios de la región o
procedentes de la Araucanía en Chile. Otros proyectos como el Estanislao
Ceballos que era el ganar la amistad y el que se impuso a la fuerza y en los
hechos del General Julio Argentino Roca.
LA ESTIRPE CALFUCURÁ NAMUNCURÁ.
El iniciador de la dinastía pehuenche de los Curá que
significa piedra fue Huentecurá (Huente es el nombre de una planta andina)
existen historiadores que aseveran que colaboró activamente con el Libertador
Don José de San Martín en el cruce de los Andes.
El poder de esta supremacía era una piedra azul.
El hijo mayor Juan Calfucurá quien fue un conquistador de
territorios llegando a formas la Confederación de las Salinas Grandes con unos
13000 lanceros mapuches, pehuenches y tehuelches.
Manuel Namuncurá, “garrón de piedra” lo sucede. Los tiempos
habían cambiado el ejercito argentino tiene las nuevas tecnologías y las nuevas
estrategias de combate del General Julio Argentino Roca. Y fue un
enfrentamiento de Roca con “curá” que quiere decir roca o piedra.
¿Quién convence a Manuel Calfucurá de la inutilidad de la
guerra y de aceptar la mediación del sacerdote salesiano Domingo Milanesio…? Fue su esposa Rosario Burgos.
Manuel Namuncurá se entrevista con el General Julio Argentino Roca en ese
momento Presidente quien le cede tierras en San Ignacio, cerca de localidad
neuquina de Junín de los Andes.
NACIMIENTO DE CEFERINO NAMUNCURÁ.
Rubén Paeras de la localidad de General Enrique Godoy, Alto
Valle de Río Negro, cuenta en una carta de lectores del Diario "Río Negro" lo siguiente: "En 1998, una
personalidad como Saladino Mazulli, paleontólogo, investigador e historiador
radicado en Darwin, me decía con plena seguridad que Ceferino Namuncurá no
había nacido en Chimpay sino en cercanías de Lamarque. Ahora, la columnista de
este diario (28/8/05) María Inés Herrera confirma, en su comentario, que esto
era verdad, precisamente porque el 26 de agosto de 1886, Rosario Burgos dio a
luz a Ceferino. Pero aclara muy bien que, en 1884, la tribu de Don Manuel
Namuncurá abandonó la zona de Chimpay y se trasladó a Lamarque con autorización
del presidente de la nación, el general Roca, que le había cedido ese
territorio para su gente”.
Ceferino, es uno de los menores de los doce hijos del
cacique Manuel y Rosario Burgos (de
origen incierto que algunas fuentes
dicen que era chilena otras dicen que una huérfana de los malones bonaerenses
que arrasaron un fortín).
Ceferino Namuncurá nació en la toldería de Chimpay o en Lamarque, Valle Medio provincia de Río Negro,
el 26 de agosto de 1886, recibió el nombre de Morales Namuncurá y Ceferino
cuando fue bautizado.
Dice la investigación de María Inés Herrera que cita Paeras en su carta: “En 1884, el General Julio Argentino Roca
autorizó al cacique Manuel Namuncurá – convertido en Coronel del Ejército
Argentino – a tomar posesión de 8 leguas emplazadas en la margen derecha (sur)
del Río Negro, zona conocida en estos días como "El Curundú"
(Lamarque), hoy propiedad de la empresa Expofrut. El decreto 3092 confirma este
hecho pero nombra el territorio como Chipael".
Bautizado por el misionero salesiano Domingo Milanesio,
llamado "el apóstol de los aborígenes" el 24 de diciembre de 1888 escribe
ese gran escritor argentino, olvidado, Manuel Gálvez en su libro “Vida de Ceferino
Namuncurá. El santito de la Toldería”: “...ese 24 de diciembre será un día
glorioso para las pampas, para los indios y para la Patria Argentina. Porque
ese día queda marcado como cristiano, como hijo de Cristo, el más maravilloso y
perfecto de los cristianos que ha habido en estas tierras”.
El libro de Bautismos de la parroquia de Patagones
dice: “Nº 127. Año 1888. En veinticuatro
de diciembre del año del Señor de mil ochocientos ochenta y ocho, el Pbro.
Domingo Milanesio en Misión a Río Negro, bautizó solemnemente, puso óleo y
crisma a Ceferino Namuncurá, de sexo masculino, que nació el día veintiséis del mes de agosto del año 1886 en
Chimpay, territorio del Río Negro, en la Nación Argentina, hijo del cacique D.
Manuel Namuncurá, natural del país de la República Argentina, de Religión
indio, domiciliado en Chimpay, y de doña Rosario Burgos, natural del país de la
Nación Argentina, domiciliada en Chimpay, siendo sus padrinos José Rivero, natural de Buenos Aires, de
treinta y ocho años de edad, domiciliado en Roca, y Carmen Burgos, natural de
Mendoza, de treinta años, domiciliada en Río Negro, a quienes advirtió el
parentesco espiritual con el ahijado y
con sus padres, y la obligación de enseñarle la doctrina cristiana, y pos señal
de verdad lo firmaron. El Cura de la Parroquia Ángel Piccono. Por el Padrino y
Madrina, Presb. Domingo Milanesio".
EL NOMBRE REAL DE CEFERINO.
El nombre fue impuesto por
sacerdote salesiano Domingo Milanesio que coincide con el día de bautismo con
el santoral católico Papa Ceferino.
A Ceferino se lo conocía como “Morales” el nombre de su padrino pagano, tío y lenguaraz de la
tribu, se llamaba Juan Morales Catricurá (Piedra Cortada).
Vivió sus primeros años cinco años en Chimpay o
cercanías; luego hasta los once años en
San Ignacio, provincia de Neuquén viendo el estado de desnutrición y miseria de
su gente le comenta que desea estudiar para defender los derechos que el Huinca
le quitó.
En 1887 fue llevado por Milanesio al Colegio Salesiano Pio
IX. Se vinculó con Monseñor Juan Cagliero, Vicario de la Patagonia que se
convirtió en su protector.
OCHO MESES EN ITALIA Y FALLECIMIENTO.
Vida desgraciada y sufrida a los 15 años Ceferino contrae
tuberculosis, Monseñor Cagliero lo lleva al Colegio San Fernando de Sales en Viedma “para que
respire aire puro”. A comienzos de 1903, en el colegio "San Francisco de
Sales" de Viedma comienza su estudio secundario como aspirante salesiano.
El sacerdote médico Evasio Garrone junto con el enfermero del hospital el
Beato Artémides Zatti "esa alma generosa" cuidan la salud de Ceferino.
Allí los familiares quieren recuperarlo entonces Cagliero
convence a Ceferino para que viaje con él a Italia, afirmando que allí podrá
curarse y terminar sus estudios de sacerdote.
El 19 de julio de 1904 parten rumbo a Italia En
Italia su presencia genera un gran alboroto; tiene una audiencia privada
con el Papa Pío X, quién lo bendice y le regala una medallita. Al poco tiempo
sus problemas de salud se agudizan y el 28 de marzo de 1905 lo internan en el
hospital “Fatte Benne Fratelli”, donde fallece el 11 de mayo de tuberculosis.
En 1924, sus restos son repatriados y llevados al Fortín
Mercedes, provincia de Buenos Aires.
El 22 de julio de 1972 fue declarado Venerable por el Papa Pablo
VI y el 6 de julio de 2007, Benedicto XVI aprueba el milagro que se le atribuía
y lo convierte en Beato.
En el 2009 los restos de Ceferino descansan en el asentamiento mapuche de San Ignacio, provincia de Neuquén.
En el 2009 los restos de Ceferino descansan en el asentamiento mapuche de San Ignacio, provincia de Neuquén.
Dice Luis Felipe Sapag en el capitulo “Manuel Manuncurá,
Rosario Burgos y Simón Roca Jalil” del libro “Sapag Del Líbano a Neuquén. Genealogía de una pasión”:
“Alguien destinado a convertirse en santo no debía ser hijo
“natural” de un matrimonio irregular, por ello Manuel fue compelido a casarse
el 12 de febrero de 1900 con una de sus esposas más jóvenes, Ignacia Rañil, de
treinta y ocho años. El matrimonio así oficializado reconoció como propios a
todos los hijos de Namuncurá, incluso a su primogénito de cincuenta y seis años
de edad y a otros tres mayores de Ignacia. Este detalle ridículo no preocupó
demasiado a los salesianos, pues a partir de entonces Ceferino sería un hijo
legítimo, para la gracias de Dios. Rosario, que fue además madre de María,
Clarisa, Aníbal y Fermina, soportó en silencio la afrenta, quizá porque la
palabra de la Iglesia era indiscutible para ella. De tal manera, la historiografía
esclesiástica construyó con Ceferino “una leyenda bendita”, como expresa Julián
Victoria (1999) en su folleto Ceferino Namuncurá. El niño, el indio, el santo”.
* Fuentes de información utilizadas para esta recopilación
histórica: Revista Machete de Neuquén “Luis Sapag expuso sobre la vida de
Valentín Sayhueque”; www.es.catholic.net; ¿Dónde fue exactamente que nació? de María
Inés Herrera publicado en el Diario “Río Negro” 28 de agosto de 2005, carta de
lectores de Rubén Paeras publicada en el Diario “Río Negro” septiembre de 2005,
“El desierto vencido. Historia del pueblo de General Roca Río Negro” de Pablo
Fermín Oreja; “Sapag Del Líbano a Neuquén. Genealogía de una pasión” de Luis
Felipe Sapag, Editorial sudamericana, 2008.
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