Liborio Justo (alias “Quebracho”, seudónimo que reflejaba la
dura resistencia a la política de su padre Agustín P. Justo -1932/1938- y que utilizaría para escribir
sus libros como el Lobodón Garra para los libros de narrativa) nació el 6 de febrero de 1902. Sus padres “el
gordo masón” –como lo llamaba despetivamente el silenciado Ramón Doll- Agustín P. Justo y Ana Encarnación Bernal.
Por sugerencia de su abuela materna le pusieron Liborio el nombre de reciente
fallecido esposo.
Este matrimonio
provenía de viejas familias terratenientes. El bisabuelo paterno había
llegado desde el Peñón de Gibraltar (España) para instalarse en los pagos de
Goya, provincia de Corrientes. Este viaje era a causa del disgusto que había
originado la de decisión de su padre –Juan Bautista Giusto- que lo “españoliza”
en Justo de volver a casarse luego de enviudar.
Tras la caída del Brigadier General Don Juan Manuel de Rosas
se mudó a una estancia de Lomas de Zamora donde la firma de Agustín P. Justo
figura en el acta de la Sociedad Rural Argentina junto a otros como José
Martínez de Hoz, Francisco Madero, Lorenzo F. Agüero, Ramón Vitón, Jorge
Temperley, Ricardo Newton, Mariano Casares, Luis Amadeo, Ángel de Estrada, Leonardo Pereyra, Juan N.
Fernández, Federico Terrero, Claudio F.
Stegmann.
Agustín P. Justo y Ana Encarnación Bernal se conocieron desde pequeños pues las
familias de Justo y Bernal mantenían relaciones de amistad desde hace años.
La abuela materna era una maragata de Patagones (provincia
de Buenos Aires, Patagonia Argentina) –emparentada con el Comandante Luis
Piedrabuena- responsable número uno del
nombre Liborio para su nieto LIBORIO; era viuda del General Bernal, hija de un
corsario inglés James Harris que viajó junto a Fitz Roy en la expedición de
Carlos Darwin y estuvo al mando de ese grande el Almirante Guillermo Brown y
acompañó a Hipólito Bouchard en la Fragata “La Argentina” que llegó a flamear
la bandera en suelo de California.
Hijo del Gral. Agustín P. Justo fue un presidente aliado de los intereses de
la Corona Británica, servil a sus intereses y fraudulento, liberal en lo
económico, conservador en la faz política y social, emblemático de la Década
Infame.
Estando su padre Justo como presidente, en 1936, Buenos
Aires es designada sede de la Conferencia Interamericana de Consolidación de la
Paz donde el presidente de Estados Unidos, Franklin Delano Roosevelt pretendía
asegurar su influencia ante la inminente guerra mundial.
Pero… cuando Roosevelt se aprestaba a pronunciar su discurso
en la recepción que Agustín P. Justo había preparado con todos los honores en
el Congreso de la Nación, se escuchó un grito: ¡Abajo el imperialismo! y Justo
pareció conocer esa voz y preguntó: ¿Es Liborio?
El día de aquel famoso grito en contra del imperialismo que
encarnaba la figura de Roosevelt contaba Liborio “Mi madre, sin sospechar lo
que yo haría, me había dado una invitación. Y yo fui solo, porque en ese
momento estaba distanciado de los grupos de izquierda”.
El mismo Liborio contó a un periodista del diario “Río Negro”
que estuvo varias mañanas tomando claras de huevo y practicando el grito que lo
mantuvo varias horas preso.
Había militado en la Reforma Universitaria, en el Partido Comunista y promediando los años ´30 fundó la Liga Obrera
Revolucinaria partidaria de la Cuarta Internacional seguidora del trotkismo
hasta que rompió con León Trotsky acusándolo de convertirse en agente de Wall
Street.
En 1943 se retiró a las islas del Ibicuy, en la provincia de
Entre Ríos, a plantar y explotar la madera.
En 1998 editó "Cien años de letras argentinas",
donde criticó a Leopoldo Lugones, Horacio Quiroga, Jorge Luis Borges, Ernesto Sabato. El día en que cumplió cien
años auguró “el fin del capitalismo y declaró que el imperialismo yanqui no
tendría salida tras lo de las Torres Gemelas”.
El día que cumplió 100 años el 6 de febrero de 2002 declaró:
“Al cumplir 100 años de vida y de acuerdo con los ideales
que la distinguieron y por los que he luchado, declaro que los problemas que
aquejan a Argentina, donde he nacido, no tienen solución del capitalismo
sobrevivido y podrido en que vivimos, por más ajustes, planes y blindajes con
que se trate de componerla”.
Falleció a los ¡101 años! Un 8 de agosto de agosto de 2003. ¡Vivir para contarla...!
El pensamiento de Liborio Justo.
SOBRE SU PADRE AGUSTÍN P. JUSTO.
“Mi padre no quería llegar a Presidente, su aspiración
máxima era ser ministro de Guerra, lo que consiguió en 1924. Cuando Alvear lo
nombró, repetía ´he llegado, he llegado´. Su actuación como ministro y en otros
cargos cargos castrenses fue irreprochable.
Era un militar profesional, un hombre liberal, austero,
legalista. No estaba de acuerdo en derrocar a Hipólito Yrigoyen.”
SOBRE LEÓN TROTSKY.
“Me declaran trotskista, pero no lo soy. Yo era trotskista.
Fui. Después me di cuenta de que Trotsky, en América Latina, nunca había sido
revolucionario. Apoyó a Cárdenas y así le hacía el juego, no intencionalmente,
al imperialismo de Estados Unidos. Entonces yo lo denuncié”.
SOBRE EL CHE GUEVARA.
“El Che fue un lírico. Es imposible hacer nada si no se
cuenta con el apoyo del pueblo. La revolución no se hace de actos individuales”.
SOBRE EL GENERAL JUAN PERÓN.
“Yo he sido contrario a Perón. A mí me vinieron a ver, en
los comienzos. Vinieron escritores conocidos buscando gente para reunirlos con
Perón. Para apoyarlo. Eran los fines de los ´40. Yo no quería.
Pero ya ve. A muchos los enrolaron. Se fue Rodolfo Puiggros,
que yo consideraba el sociólogo y político más cercano a mí. Se hizo peronista.
Todos se hicieron peronistas.
Y Perón era un fascista. Cuando volvió para su tercera
presidencia ya se había olvidado de patriotismo anti yanqui. Era completamente
anti comunista. Yo fui el único que no se dejó arrastrar por el peronismo”.
SOBRE LOS MONTONEROS.
“Los Montoneros eran fascistas. Es lo mismo que pasó en
Europa con los cuerpos revolucionarios del nazismo.
Lo importante es saber que querían ¿Se proponían hacer la
revolución proletaria? No. Lo único que querían era mantenerlo a Cámpora o algo
por el estilo. Eso no es revolución.
Si el pueblo era peronista respondía a un engaño. Mussolini
subió al poder llevando a las masas engañadas ¿Acaso eso debía avalarse porque lo
determinaba el pueblo? No. Lo mismo pasó acá con el peronismo y los Montoneros”.
LA QUINTA INTERNACIONAL.
“Yo, que soy tan argentino, tengo un nieto yanqui, dos
nietos ingleses y tres franceses. De manera que con ellos puedo fundar la
Quinta Internacional”.
Para esta pequeña recopilación de la vida de Liborio Justo
se utilizó como biografía-base “LIBORIO JUSTO ALIAS QUEBRACHO” Prólogo Andrew
Graham-Yooll – Colección Izquierda Argentina, Capital Intelectual, 2006.
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