Estaba escondido debajo de su cama. Cuando se lo estaban llevando detenido, su esposa se quebró y confesó que era "un amigo".
El lunes, un hombre de apellido Venegas llegó a su casa del barrio 25 de Mayo de la capital de Santiago del Estero a las 5:30 de la madrugada. Había trabajado toda la noche. Sus hijos y su esposa dormían. Aparentemente todo estaba tranquilo. Pero debajo de su cama había un hombre. Creyó que era un delincuente.
Luego de mantener con el presunto ladrón una discusión que despertó al resto de la familia, logró reducirlo junto a sus hijos, y llamó a la policía.
Al lugar arribaron efectivos de la Comisaría 14. Según El Liberal, el desconocido estaba por ser llevado detenido, cuando la mujer se quebró y confesó que era su amante.
Venegas no soportó la escena y comenzó a insultarlo, al tiempo que les pedía a los uniformados que lo llevaran preso. Pero no había cometido ningún delito. Lo habían invitado a ingresar a la casa. Y lo dejaron ir. Vivía a unas pocas cuadras.
Publicado en INFOBAE.
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