Baldomero Fernández Moreno es recordado por su soneto “Setenta balcones y ninguna flor”.
Pero fue mucho más que este soneto. El reconocido escritor Jorge Luis Borges como el casi olvidado Ezequiel Martínez Estrada examinaron la mirada poética que supo captar, al igual que Homero Manzi, la realidad y la estética de los barrios porteños; fue también fuente inspiradora del uruguayo Mario Benedetti.
Nació en San Telmo en 1886 fue médico que también captó lo rural y provinciano.
Otros versos recordados y menos conocidos, quizá, son "Una estrella", "El poeta y la calle" y "La vaca muerta", "El hijo" (1926); "Décimas y poesías" (1928); "Sonetos y Ultimo cofre de
Negrita" (1929).
En 1934, ingresó como miembro de
número a la Academia Argentina de Letras.
Logró el primer Premio Nacional de
Poesía con sus obras: Dos poemas (1935) y Romances y Seguidillas (1936).
En 1949, editó "Parva", que mereció el Gran Premio de Honor de la Sociedad
Argentina de Escritores, que le fue entregado en junio de 1950. Al recibirlo
pronunció un extraordinario discurso que ha quedado como su bellísima despedida,
pues murió el 7 de julio de dicho año.
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