Florencio Sánchez junto con Roberto J. Payró y Gregorio Laferrère conformaron, podríamos decir, el trío que renovó el teatro rioplatense a comienzos del siglo XX ese que Discépolo lo calificara como un cambalache problemático.
"Si yo muero, cosa difícil, dado mi amor a la vida, muero porque he resuelto morir. La única dificultad que no he sabido vencer en mi vida ha sido la de vivir. Por lo demás, si algo puede la voluntad de quien no ha podido tenerla, dispongo: primero, que no haya entierro; segundo, que no haya luto; tercero, que mi cadáver sea llevado sin ruido a la Asistencia Pública, y de allí a la Morgue. Sería para mí un honor único que un estudiante de medicina fundara su saber provechoso para la humanidad en la disección de cualquiera de mis músculos."
"Si yo muero, cosa difícil, dado mi amor a la vida, muero porque he resuelto morir. La única dificultad que no he sabido vencer en mi vida ha sido la de vivir. Por lo demás, si algo puede la voluntad de quien no ha podido tenerla, dispongo: primero, que no haya entierro; segundo, que no haya luto; tercero, que mi cadáver sea llevado sin ruido a la Asistencia Pública, y de allí a la Morgue. Sería para mí un honor único que un estudiante de medicina fundara su saber provechoso para la humanidad en la disección de cualquiera de mis músculos."
Testamento de Florencio Sánchez.
Florencio Sánchez y el "canillita", motivo de inspiración tanguera del autor Néstor Pinsón.
Publicado en el sitio: Todo Tango.com
El 17 de enero de 1875 nace en Montevideo Florencio Sánchez.
Desde los 16 años se dedica al periodismo en distintos medios uruguayos y siendo aún muy joven decide que su futuro está en el teatro, sueña con ser autor.
Llega por primera vez a Buenos Aires en el año 1892, trabaja en La Plata como escribiente en una oficina donde el jefe es Juan Vucetich , célebre funcionario policial creador del sistema dactiloscópico (1858-1925). En esta ciudad nacen sus primeras obras. En 1902 viaja a Rosario, Provincia de Santa Fe, para asumir como redactor en el diario La República fundado por Lisandro de la Torre.
El ambiente periodístico lo inspira y escribe una pieza teatral, una pequeña obra de un acto con tres cuadros. El personaje principal es un niño vendedor de diarios. Le faltaba el título, pero lo conmueve uno de los vendedores rosarinos de piernitas muy delgadas. Espontáneamente, le surge la palabra "canillita" y así denomina su obra.
Una compañía española dedicada a las zarzuelas, la de Enrique Lloret, accede a ponerla en escena. Se estrena el 1º de octubre de 1902. El rol principal lo desempeña la "tiple" del conjunto una tal señora Iñíguez, conforme surge del elenco publicado en el programa. "Tiple" se denomina las más agudas de las voces humanas, propia de las mujeres y los niños.
La obra tiene buena acogida, tanto que se representa doce noches seguidas. En aquella época, Florencio padecía urgencias de dinero, vivía casi en la miseria, además aspiraba casarse con su novia de siempre, a quien finalmente hizo su esposa.
En 1903, conoce al actor y empresario Jerónimo Podestá, quien le estrena su título: "M'hijo el Dotor" que tuvo un gran éxito.
A raíz de este suceso, se anima proponerle a la compañía, presentar en Buenos Aires su pieza de un solo acto "Canillita". En aquel entonces no existían niños actores, pero sí mujeres jóvenes con las condiciones para interpretar a un niño. La elegida fue la luego famosa actriz Blanca Podestá.
La repercusión de "Canillita" supera lo esperado. Las críticas son altamente elogiosas. Los "diarieros" se identifican totalmente con el nombre. Entonces, de común acuerdo con los artistas, se propone una función gratuita para todos los vendedores de periódicos. El acontecimiento sucede en el Teatro Comedia, aquel de la calle Carlos Pellegrini, entre Cangallo y Cuyo (en la actualidad Presidente Perón y Sarmiento). La cita es un domingo a las dos y media de la tarde. La concurrencia excede la capacidad de la sala y festeja ruidosamente los versos sencillos de las partes cantadas e intenta intervenir cuando la policía se lleva preso al "canillita". Aún no distinguen entre ficción y realidad, como en tiempos pasados ocurriera con las representaciones de "Juan Moreira".
Florencio está enfermo de tuberculosis, tiene un dinero ahorrado y viaja a Europa. Pero, igual que en el tango, su cuerpo enfermo no resiste más. Es internado en el hospital "Fate bene Fratelli" de Milán, donde fallece el 7 de noviembre de 1910. Años más tarde ese día es consagrado "El Día del Canillita", en homenaje al querido Florencio Sánchez.
Hay otros datos que intentaron explicar el significado de la palabra, alguno de ellos provenientes de la imaginería popular, según los casos. Se dijo que el apodo había nacido cuando alguien observó en invierno a los pibes con las narices chorreando como una canilla.
Muy buena tu información, Guillermo, así que te la voy a copiar, amigo. Un abrazo santafesino.
ResponderBorrarGRACIAS por vuestro amable comentario de una seguidora de la primera hora ¡todo un honor! Desde yá tome lo que le sirva. Es un esfuerzo como el de PEÑA FOLKÓRICA LOS LANCEROS que sirve y en ¡buenahora!
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