"Entonces lo que hay que cambiar, paulatinamente y con gran prudencia, son las estructuras que conforman el sistema. No se puede, algunos quieren pasar de un sistema a otro, a otro sistema, cambiando sistemas, no, no. El sistema no se cambia. El sistema va a resultar cambiado cuando las estructuras que lo conforman y lo desenvuelven se hayan modificado. ¿Y cómo se modifica eso? Hay un solo camino, dentro de esta actitud nuestra que es la legislación. Hay que ir creando la legislación que modifique las estructuras. Cuando se acuerden, el sistema va a estar totalmente cambiado. Para nosotros, ese es el camino.
No es de ninguna manera constructivo el romper el sistema. Fíjense ustedes que deben tomar por experiencia: la Unión Soviética, por ejemplo, rompió un sistema y creó otro hace 66 años, y todavía no ha podido, a pesar de que los han ayudado todos, que la tecnología ha ido adelante, tiene que ir Brezhnev a pedir auxilio a los Estados Unidos. ¿Qué quiere decir eso? Quiere decir que ese sistema no es… Miren ustedes por ejemplo los países que salieron de la guerra hace 27 años en Europa. Miren por ejemplo Alemania, que quedó “pa’l gato, estaba todo en el suelo, no había nada, hoy es el país más rico de Europa y con un sistema más apropiado de toda Europa. Vean ustedes que la legislación alemana sobre la cuestión social, etc., es magnífica. Magnífica porque han hecho un Estado moderno donde el esfuerzo es mancomunado y hay unas leyes perfectas.
Lo mismo pasa en Francia, que también ha quedado destruida. Pero todo eso se ha hecho en veintitantos años de trabajo y de modificación de las estructuras, hasta llegar a la perfección actual. Por eso digo: nosotros tenemos que pensar muy seriamente en eso. Es muy fácil romper. La cosa después es componer lo que uno ha roto. Pienso en esto, por ejemplo: he estado en Rumania. Cuando emplearon estos sistemas catastróficos, destruyeron todo. Ahora hay que ver lo que les cuesta para poder arreglarlo. Menos mal que tenían a Ceaucescu que se ha dado cuenta de ese fenómeno. Nosotros hemos conversado muy largamente con él, y me ha dado toda la experiencia. Ellos fueron de todo. Lucharon, rompieron, destruyeron todo. Y ahora se dan cuenta que tienen que volver a construir. Sobre eso mismo están construyendo. No tienen más remedio.
Entonces, pensemos seriamente en eso. En esto no se puede improvisar. Y hay poco que improvisar ya en la historia del hombre. Porque los ciclos históricos han ido afirmando experiencias que no se pueden desaprovechar".
Fragmento.
Fuente de información: http://nomeolvidesorg.com.ar/wpress/?p=3218
Imagen: internet.
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