Es que Chile tendrá en plena vigencia su tratado de libre comercio con Estados Unidos, lo que le permitirá entrar a ese destino con arancel 0, y lo mismo ocurrirá con China.
Así uno de los principales países competidores del sector llegará sin pagar aranceles en ocho de los diez destinos de las exportaciones de embotellados del país. En tanto, Argentina solo está exenta de tributos en uno: Brasil.
Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Brasil, Países Bajos, México, China, Suiza, Japón y Dinamarca constituyen los principales mercados de destino de las exportaciones de vino argentino embotellado para el acumulado enero - octubre, según datos de Caucasia Wine Thinking. Estados Unidos concentra el 41% de los envíos del país, en tanto, Canadá representa el 12% y Reino Unido el 9%.
Un reporte de la oficina de inteligencia comercial de Pro Mendoza muestra que para el vino fraccionado en envases de contenido neto inferior o igual a dos litros, Argentina paga 0,063 dólares por litro de vino para ingresar en Estados Unidos, mientras que Chile no paga nada.
En Canadá, dependiendo de la posición arancelaria, abona entre 1,87 dólares canadienses por litro y 4,68 dólares canadienses por litro, en tanto, Chile entra con arancel 0. Y en la Unión Europea nuestros vinos pagan 13,1 euros por hectolitro mientras que el país vecino tampoco paga nada.
La principal preocupación de los exportadores llega por el lado de Estados Unidos. En ese país, Argentina se ubica en el cuarto lugar como proveedor de vino y Chile en el quinto, evaluado en valor.
Sin embargo, en el acumulado enero - octubre, los envíos de embotellados argentinos cayeron 5,5% en valor y 4,5% en volumen. Y esta quita del arancel para Chile directamente lo coloca un lugar adelante.
Para Alberto Arizu, director comercial de Bodega Luigi Bosca, este es un tema para tener en cuenta. “Sin dudas que las diferencias arancelarias empiezan a ser, cada vez más, un diferencial competitivo más importante.
El mercado es agresivo y como categoría, que es el primer contacto con los vinos categoría país, el arancel no deja de ser un factor a considerar por los grandes compradores del mundo”.
El empresario estimó que “el consumidor quizás no alcanza a percibirlo, simplemente ve precios más caros o baratos y hasta tiene incorporado ese diferencial como parte del ideal de marca y está dispuesto a pagar algo más por un vino de un país u otro, pero los decisores de compra sí lo consideran al evaluar el costo y la previsibilidad de cada categoría. Es importante que Argentina ponga énfasis en la negociación arancelaria de este sector”.
En tanto, Juan José Canay, presidente de Bodegas de Argentina, señaló que “Argentina no tiene acuerdos internacionales y cada día estamos más lejos del mercado internacional”.
Y agregó: “Hace más de diez años que venimos hablando de este tema con el gobierno nacional, pero cada vez estamos más aislados, no tenemos acuerdos comerciales y no creo que esta política vaya a cambiar en el corto plazo. Se ha planteado, pero evidentemente no hay ninguna respuesta”.
Para el bodeguero Walter Bressia, “todos los acuerdos que hagan otros países y que no haga Argentina se constituyen en un problema, y eso en menor o en mayor medida nos afecta. Además esto nos afecta directamente con los importadores de vino, que prefieren comprar vinos de destinos que tengan arancel cero.
Si bien el consumidor internacional está muy conforme con el vino argentino y le gusta y ha aceptado que el vino de nuestro país está en un segmento de precios superior al de Chile, tampoco tenemos mucho margen como para poder competir”.
Perspectivas para 2015.
Con el año prácticamente terminado, las exportaciones de vinos embotellados argentinos se muestran en una meseta. Las perspectivas para el año que viene son magras para este segmento y desalentadoras para el granel, en el que se coloca el vino que tiene menores precios.
“Nosotros creemos que 2015 no va a ser muy distinto de lo que pasó este año. No tenemos ninguna expectativa de cambio de rumbo en el dólar y creemos que más o menos las exportaciones van a atravesar un período similar al de 2014 y hasta se pueden ubicar unos puntos por debajo”.
Arizu coincidió en el análisis y dijo: “No creo que haya significativos cambios en el desempeño exportador de Argentina para la primera parte de 2015.
Probablemente sigamos con algo de atraso en el tipo de cambio, y esto seguirá desalentando ciertos segmentos del negocio. Pero por otro lado los segmentos más altos seguirán acompañando a la categoría Argentina, que si bien ha moderado su tasa de crecimiento, sigue en marcha”.
En tanto, Bressia aseguró que “no son años fáciles, son años en los que hay que estar arriba de los mercados y de los costos, tratando de captar operaciones en los mercados. El alza de todos los costos es difícil, preocupante. Estamos bajo un proceso inflacionario y en la medida en que esto va influyendo, se aumentan los costos y se achican nuestras posibilidades”.
Sobre lo que puede suceder el año que viene, Bressia estimó que “el mercado internacional es uno, siempre es el mismo, que se distribuye según las condiciones económicas de cada país que participa en ese mercado internacional; cuando tenemos un espacio menor es porque otro país lo ocupó.
En el momento que empezamos a ceder espacios entonces hay que estar arriba, y la inflación es un factor que nos deja descolocados”.
Nota: María Soledad González - Publicado en Diario "Los Andes" de Mendoza, sábado 6 de diciembre de 2014.
http://www.losandes.com.ar/article/la-falta-de-acuerdos-comerciales-presionara-a-las-exportaciones-en-2015
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