Pensaba Ramón Carrillo:
“Los médicos debemos pensar socialmente…
La medicina asistencial tiende a resolver el problema individual cuando se ha
planteado, es pasiva; la sanitaria es defensiva, pues trata de proteger; la
social es activa, dinámica y necesariamente preventiva… El principal promotor
de la enfermedad no es el virus, son las malas condiciones de trabajo, la
escasa nutrición…”.
RAMÓN CARRILLO nació el 7 de marzo de 1906, en la vieja
casona paterna de adobe de la calle Córdoba 49, a dos cuadras de la plaza
Libertad, en Santiago del Estero; hijo
de Ramón Carrillo y María Salomé Gómez una familia numerosa de 10 hermanos.
La escuela primaria
que concurrió fue la Escuela Normal
Manuel Belgrano en Santiago del Estero y secundarios en su ciudad natal, guiado
y alentado por su vocación parte rumbo a Buenos Aires, para iniciar la Carrera
de Medicina.
En 1929 recibe el título de doctor se especializará en
neurocirugía, fue estudiante ejemplar de dieciocho horas diarias, recibe como
premio la medalla de oro por ser el mejor promedio de su promoción.
Luego sería becado para perfeccionar sus conocimientos en
Europa, entre 1930 y 1932 donde conoció y se formó en centros académicos y
científicos de Ámsterdam (el más importante de la época en su especialidad),
París y Berlín.
A su retorno a la Argentina, Carrillo organizó el laboratorio
de Neuropatología en el Instituto de Clínica Quirúrgica, y dirigió el Servicio
de Neurología en el Hospital Militar Central.
El 17 de Octubre de 1945, el Dr. Ramón Carrillo era Jefe del
Servicio de Neurocirugía del Hospital Militar, dispone que se reserve una
habitación para el coronel Perón, ya que éste sería trasladado desde la isla
Martín García.
En 1946 se convirtió en el primer Ministro de Salud Pública
que tuvo la Argentina, bajo el gobierno de Juan Domingo Perón. Durante unos ocho años desarrolló una innovadora
y muy valiosa labor que sería reconocida y valorada con el pasar de los años donde la alimentación del pueblo permitirá
bajar la mortalidad infantil del 90 por mil en 1940, al 56 por mil en 1955. Se inicia
una campaña contra el paludismo en el norte del país donde se pasa de unos
122.000 casos en 1946, a 240 casos en 1955. Y se construyen policlínicos y la
duplicación de camas.
Ramón Carrillo con el apoyo de Eva Perón creó los famosos “Torneos
Infantiles Evita” que promovían el deporte como forma del desarrollo de una
política de salud pública ya que se le realizaban estudios médicos a todos los
chicos intervinientes.
Elaboró un plan de más de cuatro mil páginas, llamado
"Plan Analítico de Salud Pública” y divide al país en zonas sanitarias que
permitió, a modo de ejemplo, llegar con
la vacunación antivariólica y antidiftérica hasta los pueblos más aislados y
distantes de la Argentina, llegar con Hospitales a la línea sur rionegrina como
Sierra Colorada y Comallo, lugares del territorio rionegrino que eran y son
alejados e inhóspitos que denota un PLAN EN SERIO para la Salud.
Después del golpe de estado del 16 de septiembre de 1955, debió
permanecer fuera del país al se perseguido políticamente donde sus libros y
cuadros en Buenos Aires fueron saqueados por el rencor de la fusiladora y tras
padecer con su familia grave pobreza trabaja como médico rural para una empresa
minera en la desembocadura del río Amazonas en Brasil. Allí se establece junto
a su esposa y sus cuatro hijos donde fallece en Belem do Pará, Brasil, el 20 de
diciembre de 1956.
En una carta del 6 de septiembre de 1956 dirigida por el Dr.
Ramón Carrillo a Segundo Ponzio Godoy ... "Ahora vivo en la mayor pobreza,
mayor que nadie puede imaginar y sobrevivo gracias a la caridad de un
amigo." y decía más adelante... " Si yo desaparezco queda mi obra y
queda la verdad sobre mi gigantesco esfuerzo donde dejé mi vida".
El 20 de diciembre de 1956 fallecía Ramón Carrillo,
neurocirujano, neurobiólogo y médico sanitarista. Fue el Gran Sanitarista
Argentino. Las grandes estructuras de varios hospitales que dejó sin completar
nunca fueron habilitadas y fueron derribadas en este periodo.
Silenciado siempre –sólo un diario publicó unas pocas líneas
sobre su fallecimiento–.
"Murió a los cincuenta años, pobre, enfermo y exiliado
en Belem do Pará, ciudad del norte del Brasil, el 20 de diciembre de 1956.
Quizás pensando, como lo hizo el gran libertador Simón Bolívar, que había arado
en el mar... Quizás una de sus frases más célebres nos indique que aún su obra
está inconclusa: 'Frente a las enfermedades que genera la miseria, frente a la
tristeza, la angustia y el infortunio social de los pueblos, los microbios,
como causas de enfermedad, son unas pobres causas.'" (fuente Wikipedia).
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