Santa Teresa de Calcuta era llamada "mensajera del amor de Cristo", fue galardonada con el Premio Nobel de la Paz en 1979 y el 4 de septiembre de 2016 fue canonizada por el Papa Francisco en el Vaticano; a pesar de ello, desde hace algunas décadas algunos críticos como el ateo Christopher Hitchens buscaron mancillar su nombre sin evidencia alguna.
En un artículo recogido por la revista First Things, escrito por el especialista William Doino, colaborador de otra publicación, Inside the Vatican, responde a las duras y falsas críticas contra la querida Santa.
Nacida como Agnes Bojaxhiu en Macedonia en 1910, Santa Teresa vino a la atención pública relativamente tarde en su vida, pero cuando lo hizo, su impacto fue profundo. En 1969, Malcolm Muggeridge organizó un documental de la BBC sobre ella, Something Beautiful for God (Algo hermoso para Dios), y después publicó un libro homónimo que se volvió un clásico.
El documental conmovió profundamente a las personas e inspiró a una nueva generación de activistas cristianos; muchas mujeres decidieron unirse a las Misioneras de la Caridad, fundadas por Madre Teresa para servir a los más pobres entre los pobres.
En la década de 1990, el escritor y periodista Christopher Hitchens lanzó un ataque agresivo contra Madre Teresa en el documental Hell’s Angel(Ángel del Infierno) y el libro The Missionary Position (La posición del misionero).
Lo más saltante del documental Ángel del Infierno es que afirma defender a los pobres ante la supuesta explotación de los mismos por la Madre Teresa, cuando en realidad nunca se entrevistó ni a una sola persona que estaba al cuidado de las misioneras.
Evitando a las personas que estaban en el centro del ministerio de Madre Teresa, Hitchens posó para la cámara y atacó a la religiosa presentando argumentos ad hominem (falacia que busca desacreditar a las persona falsamente) y acusaciones sin fundamento.
Hitchens también llamó a Muggeridge, uno de los periodistas más reconocidos del siglo XX, un "viejo fraude y charlatán”, se burló de sus creencias religiosas e incluso se refirió a la Madre Teresa como una "supuesta virgen".
A Madre Teresa se le acusó de haberse reunido con políticos y empresarios de mala fama con el fin de ayudar a los pobres. Curiosamente Hitchens usa su documental para promover a Jean-Bertrand Aristide, un conocido ex sacerdote portavoz de la Teología Marxista de la Liberación (TLM) cuyo desempeño como presidente de Haití estuvo marcado por la corrupción y el abuso.
Sobre los viajes de Santa Teresa al extranjero, Hitchens dijo que “ella puede o no, consolar a los afligidos, pero con certeza nunca ha sido conocida por denunciar al acomodado", sin embargo el documental la muestra haciendo exactamente eso, denunciando el aborto.
En su discurso de aceptación del Nobel en 1979, la Madre Teresa dijo que “el más grande destructor de la paz hoy es el llanto del inocente niño no nacido”.
“Informe” de tres canadienses
Otro ataque contra Madre Teresa es el de un “informe” de 27 páginas de tres académicos canadienses –Serge Larivee, Genevieve Chenard, y Carole Senechal– que en 2013 publicaron “Mother Teresa: Anything but a Saint” (Madre Teresa: Cualquier cosa menos una santa) en el que citaron una serie de supuestos “problemas” no tomados en cuenta por el Vaticano en el proceso de beatificación.
Algunos de ellos fueron su forma “dudosa” de cuidar a los enfermos en deplorables hogares de acogida, mientras recibía mejores cuidados para sí misma; mal manejo de donaciones; y su “fanatismo que la hacía querer más la pobreza que a los pobres”.
Doino buscó a personas que conocieron de cerca a la Madre Teresa para preguntarles sobre estas acusaciones. Cada uno de ellos dijo que la Madre Teresa fue presentada por los investigadores canadienses de una manera irreconocible, y para demostrarlo, contestaron punto por punto las acusaciones.
El testimonio “más poderoso”, según Doino, fue el de Susan Conroy, quien trabajó con la Madre Teresa en Calcuta por el año 1986 como voluntaria y escribió el libro Mother Teresa’s Lessons of Love and Secrets of Sanctity (Lecciones sobre el amor y secretos de la santidad de Madre Teresa).
“Cuando leí las críticas sobre cómo los pacientes fueron atendidos en el hogar para moribundos, me quedé pensando de nuevo en mis experiencias personales allí… Yo sé con qué ternura y cuidado atendía a cada uno de los pacientes indigentes. La forma en que los bañaba, les lavaba las camas, los alimentaba y les daba medicina”.
El lugar, precisa Conroy, “era limpiado a exhaustiva y regularmente de arriba a abajo, y cada paciente era bañado con la frecuencia necesaria, incluso varias veces al día”.
Por su parte el P. Peter Gumpel, miembro de la Congregación para las Causas de los Santos en el Vaticano, dijo que “hay errores cometidos, incluso en las instalaciones médicas más modernas”. “Pero siempre que se necesitaba una corrección, la Madre Teresa y las misioneras se mostraron alertas y abiertas a un cambio constructivo y mejora”.
“Lo que muchos no entienden es la situación desesperada que la Madre Teresa vivía constantemente, y que su carisma especial no era fundar hospitales, sino rescatar a los que no tenían ninguna posibilidad de sobrevivir, y que de otra manera, habrían muerto en la calle”.
El dinero
Sobre las acusaciones contra la Madre Teresa de administrar mal o fraudulentamente las donaciones, el P. Gumpel explicó que la santa reunió y gastó "enormes cantidades de dinero" en los pobres, pero también donó fondos a la Santa Sede, la que a su vez los distribuye a los hospitales católicos y otras obras de caridad.
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