Los Caligaris festejan 20 años tomándose la alegría en serio.
Los hermanos Pampiglione cuentan algunas claves del presente de la banda nacida hace dos décadas en Córdoba.
Diego Pampiglione tiene tatuado en su hombro izquierdo la bandera mexicana. Levanta la manga de su remera para mostrarla con orgullo y emoción. Hace una década Caligaris desembarcó en el país del Chavo y uno de los sueños era tocar en un lugar en específico. Así, el motivo del tatuaje del baterista es la fecha que tienen en una de las plazas más importantes de la música latinoamericana: El Palacio de los Deportes. En el mismo escenario tienen shows programados Ariana Grande, Garbage y Blondie, Pet Shop Boys y Red Hot Chilli Peppers, entre otros. Pero ninguno agotó las 20 mil entradas disponibles, como la banda nacida en agosto de 1997 en barrio Residencial América.
Ni la magia ni el azar los condujeron a este presente. Para Martín Pampiglione -hermano de Diego y voz y guitarra de la banda- es consecuencia de mucho trabajo: “Queda mal que lo diga pero en la música muchos piensan que solo se trata de componer con una guitarra en tu casa y que la gente luego venga sola a verte. Y en realidad, hay muchísimo trabajo. Estás en la industria, es una empresa. Además de lo artístico hay que hacer cosas que no te gustan como la logística, para lo que hay que pensar, juntarse y discutir. Y todo lleva tiempo. Somos un montón y estoy seguro de que en este momento el resto está haciendo algo por la banda”.
A Los Caligaris, además de los hermanos Pampiglione, la integran Mariano Baigorria en guitarra, Valentín Scagliola en teclados y acordeón, Agustín Cuadrado en trompeta, Mauricio Ambrosi en percusión y accesorios, Juan Carlos Taleb en voz y guitarra, Federico Zapata en trombón, Marcos Ozamis en saxo, Armando Mansilla en percusión, Lautaro Bartoli en guitarra y Gabriel Garita-Onandia en bajo. Sobre las posibles dificultades del armado, Diego, sin que se le pregunte, aclara: “La pregunta más recurrente es cómo lo hicimos siendo tantos -12 músicos arriba del escenario y más de 20 personas trabajando alrededor-. Creo que no hay secreto, pasa por la constancia, la dedicación y muchas horas lejos de casa”.
Y es esa formación les da una potencia en vivo remarcable apoyada en un carisma evidente y puestas en escenas que versan sobre lo circense, se emparentan con el cuarteto y otras músicas populares, pero que se inscriben en una tradición del rock argentino claramente identificable, donde también están Los Pericos, Los Fabulosos Cadillacs, Los Twist y, por supuesto, sus amigos, Los Auténticos Decadentes. Con ellos compartirán escenario mexicano cuando el 17 de noviembre la banda de Cucho Parisi celebre sus 30 años en el Foro del Sol. Ante la consulta sobre qué sienten al ser incluidos en esa lista, Martín recuerda que fueron sus influencias, por desprejuiciadas: “Cuando empezamos teníamos sus discos, por supuesto. De hecho, en la canción Luchemos por la causa, defendemos la alegría. No me parece menor. A las bandas festivas nos toman por idiotas, pero no es fácil divertir”. Y ese principio no es solo estético, sino también ético: “Tenemos valores que vienen del circo -agrega Diego-. Nosotros defendemos la alegría que viene del payaso, por más que se use como algo despectivo, o se lo tome como chabacano, nosotros nos tomamos la alegría en serio. El año pasado en España nos hicimos amigos de una nena de 7 años. A Mónica -hija de padres rumanos que tienen un bar al que íbamos todas las noches en un pueblo muy chiquito que se llama Alcarrás- , le regalamos el CD. Paramos dos o tres días y antes de irnos, cuando nos despedimos le preguntamos qué le había parecido y nos dijo algo que nos gustó mucho y desde ese día lo usamos. “Ustedes hacen música optimista”. En ese sentido, a la dificultad de definirlos dentro de un estilo se la toman con humor: “Por ahí nos subimos un taxi y nos preguntan cómo andan los bailes, y nunca hicimos uno. Aunque es una materia pendiente”, dice Martín.
Tampoco nunca hicieron un Libertador y para el aniversario de la Ciudad -el 6 de julio- se presentan ahí. ¿cómo se están preparando?
Martín: Es terrible.
Diego: ¡Llegamos antes al Libertador que al baile!
Martín: Valentín (Scagliola) habló con los músicos y el director (del Cuarteto de Cuerdas de la Municipalidad); fue a escuchar los arreglos que hicieron de los tres temas que elegimos -Qué corran, Todos locos y Nadie es perfecto- y es una fusión espectacular. Tocamos en lugares grandes, en entregas de premios, en un espacio emblemático para la música como el Auditorio Nacional mexicano, pero en el caso del Libertador, estar ahí luego de haber visto muchísimos espectáculos, nos va a mover muchas cosas.
Un poco más de mes después, es la celebración oficial de los 20 años en la Plaza de la Música. ¿cómo se preparan?
Diego: Va a ser especial porque somos de acá, está el público que nos vio desde la primera vez, nuestros amigos, familiares y afectos. Estamos preparando un DVD que vamos a grabar en Córdoba y en México. Vamos a llegar muy ensayados, con canciones inéditas y muchísimos invitados. Gente con quienes en estos 20 años nos cruzamos, músicos y amigos que nos abrazaron y ayudaron para que lleguemos hasta acá. Si bien vamos a hacer un repaso por todos los discos, no va a ser un festejo mirando hacia atrás, vamos a tratar de hacer algo diferente a lo hecho.
Martín: Van a estar El Mono de Kapanga, Las Pastillas del Abuelo, Pity Álvarez, El Flaco Pailos, Cacho Buenaventura, Los Tekis; todos nos contestaron que sí.
También están grabando un nuevo disco en medio de la gira con tantas fechas importantes. ¿Cómo se organizan?
Martín: Todo el día somos Caligaris.
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