En las cercanías del estadio de Arsenal hay un cartel que indica la distancia existente entre Sarandí y nuestras Islas Malvinas: 3.332 kilómetros. A pocos metros de ese cartel, en el club Arsenal de Sarandí, Mark Kent, embajador del Reino Unido, iba a ser homenajeado este domingo. Uno de los agasajos consistía en la presencia del diplomático en el partido del equipo local frente al de Los Andes.
En twitter circula una foto del embajador británico junto al periodista Reinaldo Martínez con la siguiente leyenda: @Armartinez Aquí le traje al embajador @KentArgentina (hincha de Arsenal de Londres) la invitación a conocer el Viaducto, el Julio Humberto y @Arsenal solidario. Tenemos que hacerlo de @ArsenalOficial.
Los socios del club manifiestan tener desconocimiento sobre dicha invitación. Por otro lado, dirigentes de Arsenal de Sarandí deslindaron responsabilidades sobre la actividad, dando a entender que quien organizó el evento fue el periodista deportivo y simpatizante del club, Reinando Martínez.
¿Qué pensó el periodista cuando organizó esta actividad? ¿Fue en soledad, apelando al cholulismo ingenuo, sin tener en cuenta que quienes amamos al fútbol y la causa Malvinas no íbamos a reaccionar? ¿O acaso el fútbol y Malvinas no son dos de nuestras mayores pasiones que nos unen? En la memoria colectiva, viven los dos goles de Maradona en el Mundial 86 al seleccionado inglés: La mano de Dios y el mejor gol en la historia de los mundiales. La magia del barrilete cósmico fue potenciada para los argentinos y la causa Malvinas por quien era el rival.
Cada vez que voy al estadio Monumental a ver a River Plate, es conmovedor encontrar en la tribuna, una inmensa bandera con la imagen de nuestras islas Malvinas. No hay equipo de fútbol en el país, incluido el de Arsenal de Sarandí, que no tenga algún símbolo de las islas en sus tribunas. El Club Atlético Lanús, por ejemplo, tiene una imagen de las Islas en la manga de su camiseta. Cabe destacar que cada dos de abril, cientos de clubes, homenajean a los ex combatientes. Multiplicando por miles el reconocimiento que nace del pueblo para con la historia detrás de Malvinas. Demostrando, de esta manera, que en el fervor popular anida una verdad inobjetable: Las Malvinas son argentinas.
El representante del Reino Unido ante nuestro país, no es justamente Heidi o una “Carmelita Descalza”, se trata de un hábil diplomático que trabaja intensamente para “falklanizar” la Argentina y la región. Es en este orden, que la embajada británica auspició, en el hotel Sheraton en diciembre del 2018, los premios FOPEA a la investigación del periodismo independiente argentino, donde por acción u omisión no se hizo referencia al cierre de numerosos medios de comunicación y de los 3500 periodistas despedidos.
Mientras el Reino Unido falklaniza, el Gobierno de Mauricio Macri actúa en complicidad facilitando, con total impunidad, el avance británico sobre nuestro territorio austral marítimo y las riquezas de nuestro mar y suelo austral.
Esta no fue una simple invitación a un embajador amigo a ver un encuentro futbolístico. Se trató de una acción más para efectivizar políticas colonialistas, manipulando el vinculo que tiene pueblo argentino para con el fútbol como con la causa Malvinas.
Como consecuencia del enojo de los hinchas de Arsenal y ex combatientes de Malvinas que comenzaron a repudiar la actividad y ante repercusión negativa generada en las redes sociales, finalmente el club decidió suspender la actividad de cholulismo criollo con el embajador británico.
Parece que la cuestión Malvinas sigue viva en el pueblo argentino. Seguramente, como en todas las tribunas, este domingo flameará en la cancha de Arsenal de Sarandí una bandera con nuestras islas Malvinas.
Viva el fútbol, que inventaron los ingleses, pero las Malvinas son argentinas.
* Periodista, ex combatiente de Malvinas; integrante del Grupo Por Soberania (GPS).
Publicado en el diario "Página/12", 24 de febrero de 2019.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
La diferencia de opiniones conduce a la investigación, y la investigación conduce a la verdad. - Thomas Jefferson 1743-1826.