La Unión Industrial Argentina (UIA) proyecta para este año una caída de 1,5%. Para la entidad que conduce Miguel Acevedo, la retracción el año pasado fue de 3,4%, menor que la que difundió esta semana el Índice de Producción Industrial (IPI) -el ex-EMI-, que reflejó para 2018 una baja de 5%.
“Estamos preocupados. El Gobierno es voluntarista con su mirada de la economía. Para ellos marzo va a ser definitorio. Ahí va a empezar un mayor crecimiento. A nosotros las cifras no nos dan igual. Con estas tasas de interés, presión impositiva y baja del consumo interno va a ser muy complicado que empecemos con números en verde”, aseguró Acevedo en una entrevista con el diario La Nación días atrás.
En el Ministerio de Hacienda están convencidos de que este año habrá un crecimiento punta a punta (o sea, sin considerar el arrastre estadístico) de 4%. Lo miran como una recuperación de la economía tras la dura recesión del año pasado.
“Estimamos que la primera parte de 2019 será similar a lo que fue el último tercio de 2018, es decir, una baja marcada en el nivel de actividad, aunque con recuperación en el nivel de exportaciones”, indicó al citado matutino Pablo Dragún, director del Centro de Estudios de la UIA.Te puede interesar
“Los sectores que más crecían a principios de 2018 (cemento, actividad siderúrgica y automotriz) están experimentando bajas y van a llevar el indicador general en esa dirección, tal como se observa en el mercado de trabajo”, agregó el economista.
Según anticipó, tampoco habrá, para los sectores más afectados en 2018 -textil, calzado, gráficos-, una rápida recuperación. En ese sentido, la UIA estima una baja promedio de entre 5% y 6% mensual para el primer semestre del año.
“Para el segundo semestre hay margen de crecimiento, pero relacionado con la baja base de comparación en casi la totalidad de los sectores”, dijo Dragún. Los principales drivers que podrían mejorar el nivel de actividad provendrán del mercado interno -estimó-, por una baja de la tasa de interés y el crecimiento del crédito al sector productivo. “También será relevante la moderada mejora del nivel de actividad de Brasil, así como el alza de las exportaciones. Adicionalmente, habrá recuperación en la cosecha de soja luego de un año de sequía”, dijo. La construcción, de la mano de la obra pública, no generará impulso.
“Hay una política claramante orientada a lo financiero y no a lo industrial. Es una política antiindustrial”, criticó José Urtubey, vocal de la UIA y director de Celulosa, y dijo que el Gobierno quedó encorsetado por el acuerdo con el Fondo.
“Vamos a volver a caer este año y esto tiene que ver con una reversión de las políticas orientadas a lo productivo. Seguiremos con este deterioro, sobre todo en el interior del país”, cuestionó el industrial, que también criticó las tasas de interés y el peso de los impuestos.
La producción de madera, papel, edición e impresión cayó 3,1% el año pasado. Sin embargo, uno de los sectores más golpeados en las últimas temporadas fue el textil (en 2018 retrocedió 7,5%). “El año fue muy malo, pero el último trimestre de 2018 fue de lo peor que yo recuerde en los últimos 25 años”, señaló al matutino Jorge Sorabilla, prosecretario segundo de la entidad fabril y hombre de la textil TN&Platex.
“Las perspectivas para 2019 con relación al nivel de actividad las veo como en espejo con 2018; un primer semestre malo y un segundo mejor, pero todo muy austero”, dijo.
El sector de alimentos, bebidas y tabaco, que según el IPI cayó 1,6% el año pasado, también ve un comienzo de año complejo. En el rubro azucarero, por caso, afirmaron que hay varios ingenios con serios problemas. Las empresas hicieron ajustes grandes e incluso debieron deshacerse de algunos negocios para pagar las deudas tomadas en dólares.
Publicado en ADN Río Negro, 10 de febrero de 2019.
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