Teté Coustarot opinó sobre el fin de la elección de la reina de la Manzana.
La conductora fue la primera en ocupar ese rol en 1966. En diálogo con RIO NEGRO aseguró que la decisión de quitar el certamen es "una evolución lógica del tiempo y de todo lo que estamos viviendo. Por suerte las mujeres estamos, también, en otro plano".
"Me parece que es una evolución lógica del tiempo y de todo lo que estamos viviendo. Por suerte las mujeres estamos, también, en otro plano. Como parámetro del éxito no está solamente la belleza, sino que hay tanto más", aseguró Stella Maris Coustarot, conocida por su apodo "Teté", la primera reina que tuvo la Fiesta Nacional de la Manzana en 1966.
La intendenta de General Roca, María Emilia Soria, anunció la semana pasada que no se realizará más la elección a partir de 2020. "Calificar a las mujeres es un acto discriminatorio, por lo cual necesitamos desnaturalizar la cosificación de la mujer al ser valorada, exhibida, y premiada por sus cualidades físicas", dijo la jefa comunal a la hora de brindar los fundamentos de su decisión.
"Cuando escuchas primero te impresiona un poco, después razonándolo y viendo que se puede hacer de otra manera la representación en las fiestas populares que no sea con una reina, sino que sea con emprendedores (por ejemplo)", planteó Teté, que ha participado en la conducción de otras ediciones.
La periodista agregó: "No es algo que me moleste. Me parece que fue bárbaro durante el tiempo en que se hizo. Para mi fue muy lindo y fue algo muy importante, los tiempos cambian".
Parámetros de belleza
Teté explicó que los parámetros de belleza impuestos socialmente para las mujeres- cuya norma es la delgadez- pueden ser "muy peligrosos" porque "hay muchos problemas de alimentación y de chicas que quieren lograr un ideal que es inalcanzable y que no existe".
"No hay que renegar de lo que se hizo, ni pensar que estaba mal, al contrario. A mí siempre me gustaba marcar, en la época en la que yo fui reina, y años después, siempre a las reinas se les preguntaba por el hobby, como única preocupación, o si la chica quería casarse, como proyecto de vida. Ya desde hace unos años a mi siempre me llamaba la atención toda la evolución que sentía, porque ya no existía eso como tema excluyente, sino que hablaban de vocaciones, de realizaciones y había todo un tema diferente ¿no?, que marcaba un cambio muy grande", manifestó.
Sostuvo que habrá gente que piense que "hay una tradición que se rompe". "Estamos en una época de cambio de paradigma muy grande y también tiene que demostrarse en todo lo que es simbólico, como en este caso", añadió.
Y fue enfática: "yo apoyo como una actitud de género todo lo que signifique que la mujer no esté atada a demandas y a consignas tan rígidas, en cuanto a la estética."
Publicado en Diario Río Negro, 17/12/2019.
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