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...." el pueblo recoge todas las botellas que se tiran al agua con mensajes de naufragio. El pueblo es una gran memoria colectiva que recuerda todo lo que parece muerto en el olvido. Hay que buscar esas botellas y refrescar esa memoria". Leopoldo Marechal.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.

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“Amar a la Argentina de hoy, si se habla de amor verdadero, no puede rendir más que sacrificios, porque es amar a una enferma". Padre Leonardo Castellani.

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"La historia es la Patria. Nos han falsificado la historia porque quieren escamotearnos la Patria" - Hugo Wast (Gustavo Martínez Zuviría).

“Una única cosa es necesario tener presente: mantenerse en pie ante un mundo en ruinas”. Julius Evola, seudónimo de Giulio Cesare Andrea Evola. Italiano.

domingo, marzo 07, 2021

SOBRE LA CONQUISTA DE MARTE.

 

El significado de la vida.

Por Carlos Alberto Montaner *

En 1950 Ray Bradbury publicó sus Crónicas marcianas. Era un libro de historias que el autor reunió en una especie de novela sobre la colonización de Marte. Fue una concesión a las finanzas. Los cuentos no se vendieron, pero las novelas sí. 

Probablemente fue leído por Wernher von Braun, un alemán que se exilió cómodamente en Estados Unidos, un gran experto en cohetería, como dolorosamente sabían los británicos y los holandeses. Von Braun y otros 1.500 académicos y técnicos habían sido rescatados de Alemania por los servicios de inteligencia de Estados Unidos al final de la Segunda Guerra Mundial, en una operación que tenía el inocente nombre de Paperclip, organizada por Allen Dulles. Los soviéticos les pisaron los talones.

En 1952, Von Braun, un ex oficial de las SS en el ejército alemán y ex jefe del departamento de cohetes, envió un proyecto muy detallado a Harry Truman, entonces su presidente, sobre cómo debería ser la colonización de Marte.
Fabricaría enormes cohetes capaces de transportar una expedición de 10 naves espaciales que podrían transportar a 700 personas a bordo, más tres aviones de pasajeros que servirían para aterrizar en el planeta rojo. Por cierto, en la historia de Bradbury, Marte estaba habitado por marcianos propensos a enfermarse por los virus que infectaban a los miembros de las expediciones, como había sucedido en diferentes episodios de colonización en la Tierra. 

En ese momento se pensaba que en los miles de planetas similares a la Tierra habría vida como la que existe en nuestro pequeño mundo. Hoy tenemos una visión diferente.

PERSEVERANCIA

Esta historia se basa en varias crónicas absolutamente terrenales. El de Gustavo Coronel, excelente escritor venezolano, publicado en su blog Las armas del Coronel, también titulado El sentido de la vida, y los avatares de la Perseverancia, el vehículo que hoy explora la superficie de Marte en busca de alguna forma de vida presente o pasada, y, además, evalúa si es un lugar que puede ser colonizado, ya que, aparentemente, contiene agua líquida, un requisito (por ahora) imprescindible para la aventura de vivir.

En los años cincuenta, cuando era un adolescente, había perdido definitivamente la fe en el cristianismo, como yo digo en mis memorias Sin ir Mas Lejos, pero no me había perdido el deseo de buscar un sentido a mi vida.

Recuerdo que busqué una respuesta en Unamuno (El trágico sentido de la vida), pero no tuve éxito. Don Miguel solo aportó dudas y gritos filosóficos. Continué con Víktor Frankl (El hombre en busca de sentido), pero no encontré nada que restaurara mi fe. Solo encontré algo de coherencia en El fenómeno humano, de Pierre Teilhard de Chardin, jesuita y paleontólogo francés que estudió la evolución y concluyó que algún día todos coincidiremos en el Punto Omega. A partir de esa etapa de conciencia universal, aparece el hombre de fe y el autor propone la segunda venida de Cristo, y así sucesivamente, con lo que, al menos para mí, dejó de ser interesante.

¿Y si el significado de la vida está en la lenta colonización del espacio exterior? En 1957, los seres humanos lograron escapar por primera vez del tirón de la Tierra. El objeto cilíndrico lanzado por los soviéticos se llamó Sputnik.

En 1969, el astronauta estadounidense Neil Armstrong, a bordo del Apolo 11, puso su pie en la luna por primera vez, a 300.000 kilómetros de la Tierra. Hoy estamos viendo las imágenes nítidas de Marte, a no menos de 55 millones de kilómetros de distancia, gracias a las cámaras instaladas en Perseverance.

UNA LECTORA DE SPENCER.

A estas alturas siempre cuento la historia de mi abuela María Altagracia, dominicana (claro, ¿qué más podría haber sido con ese segundo nombre?), Maricusa para su familia y amigos, una culta lectora de Spencer. Pasó su infancia a caballo a finales del siglo XIX. Pero, como vivió casi cien años, pudo ver, con asombro, a "los estadounidenses" caminando sobre la Luna. 

Un siglo no es nada para las hazañas científicas ni para el tiempo sideral. El Sol continuará dando luz y calor a la Tierra durante varios miles de millones de años más, hasta que se apague como resultado del principio o ley de la entropía.

Por supuesto, podemos conquistar y colonizar Marte, e incluso escapar del sistema solar e incluso de nuestra galaxia. No importa si sólo hay vida en la Tierra. Sería mejor. Nuestra misión es llevarla hasta los confines del Universo. Quizás ese sea el sentido de nuestra vida

* Politólogo y escritor cubano.

Publicado en Diario "La Prensa", domingo 7 de marzo del 2021.

http://www.laprensa.com.ar/499636-El-significado-de-la-vida.note.aspx

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