GRACIAS POR ESTAR AQUÍ...

GRACIAS POR ESTAR AQUÍ...
...." el pueblo recoge todas las botellas que se tiran al agua con mensajes de naufragio. El pueblo es una gran memoria colectiva que recuerda todo lo que parece muerto en el olvido. Hay que buscar esas botellas y refrescar esa memoria". Leopoldo Marechal.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.
“Amar a la Argentina de hoy, si se habla de amor verdadero, no puede rendir más que sacrificios, porque es amar a una enferma". Padre Leonardo Castellani.

“
"La historia es la Patria. Nos han falsificado la historia porque quieren escamotearnos la Patria" - Hugo Wast (Gustavo Martínez Zuviría).

“Una única cosa es necesario tener presente: mantenerse en pie ante un mundo en ruinas”. Julius Evola, seudónimo de Giulio Cesare Andrea Evola. Italiano.

lunes, septiembre 18, 2023

Norman Portanko, el agente inmobiliario que creó los barrios más conocidos de Neuquén.

Sebastian Fariña Petersen.


Norman Portanko, el agente inmobiliario que creó los barrios más conocidos de Neuquén. 

El emprendedor de 88 años repasó algunas de las anécdotas y el empuje de los vecinos que dejaron su huella en la transformación de la ciudad.

Por Sofía Sandoval.

Norman Portanko lo tuvo claro desde el principio. Mientras iba ganando altura en ese poblado que crecía austero en medio del jarillal, él identificaba a los personajes más notables de Neuquén y ansiaba, más que nada en el mundo, convertirse en uno de ellos. Ahora que está cerca de cumplir los 90 años, puede decir con orgullo que logró su cometido: fue concejal y comerciante, y es uno de los desarrolladores inmobiliarios que fomentó la creación de los barrios más emblemáticos de la capital.

En la década del 40, un Norman de diez años se plantó frente a la calle Perito Moreno, en el único hotel que tenían los neuquinos, para ser testigo de un verdadero acontecimiento. "Nosotros escuchábamos fútbol por la radio y esa era la primera vez que venían los jugadores de Boca", dijo y apuntó a una foto en tonos sepia que mostraba la elegante construcción que desentonaba en un paisaje de puro desierto. "Miramos a la ventana y ahí se asomó un jugador y nos gritó '¡avisen si vienen los lobos!' porque esa era la última calle del pueblo, para el sur no había nada", relató entre risas.

Él, un nacido y criado, no se asustaba con la inmensidad de la tierra seca, pero entendía la visión del futbolista, de ese hombre parado en el vértice de una ciudad que se escurría por el río Limay y que hoy, casi ochenta años más tarde, muestra la pujanza de una población que Norman logró sintetizar en su propia historia de vida. Porque él, después de formarse en Buenos Aires, regresó a su entrañable jarillal para traer máquinas de escribir y televisores, para legislar las normas de un pueblo que necesitaba crecer ordenado y para convertir, a fuerza de loteos, las chacras viejas en barrios como Don Bosco o Jardines del Rey.

Sebastian Fariña Petersen.

"Por esos años recién había llegado la secundaria a Neuquén pero, como mi padre se había jubilado, nos fuimos a Buenos Aires para que yo siguiera el colegio", relató Norman, que se mudó a la capital con la convicción de regresar más tarde a su pueblo y ser uno más de sus pioneros más notables. "Mi hermana mayor se había casado con el doctor Vitale, el primer médico nativo de Neuquén, que era otro de esos personajes", dijo y agregó que, por las ansias de seguir sus pasos, decidió estudiar teatro con profesores porteños y llegó a hacer presentaciones en la Comedia Nacional.

Después de veinte años lejos, volvió a Neuquén como representante de la empresa Olivetti. Vendía máquinas de escribir y, fiel a su espíritu innovador, se decidió a montar una de las primeras tiendas de televisores de la zona, que convivía con las casas Gotlip y Stamaris. A fines de los 60, los televisores no se vendían solos y por eso, Norman tenía que evangelizar casa por casa sobre las ventajas del aparato con imágenes en blanco y negro. "Se los dejábamos a prueba por una semana y, cuando los volvíamos a buscar, las mujeres no los querían devolver", relató, sonriente, sobre su técnica de venta.

Su pujanza en Neuquén.

Como hijo de un inmigrante ucraniano que llegó a la ciudad para ser el maquinista del ferrocarril, él parecía llevar en la sangre esa pujanza intrínseca de los neuquinos, que hacen honor a la fuerza de su río con unas ganas incontenibles de hacer surcos por donde pasan. Por eso, nunca se detuvo: incursionó en los medios de comunicación al convertirse en el primer propietario de LU5 Radio Neuquén, y creó la inmobiliaria Sotomayor Portanko para transformar el desierto en barrios ordenados que cobijaran a los recién llegados.

"Pusimos la inmobiliaria en este edificio que tiene 100 años, yo me crié del lado de enfrente, en las casas del ferrocarril", dijo desde su oficina que mira al Parque Central. "Nuestros clientes venían todos en bicicleta, al primer loteo lo vendimos en un acto abajo de una carpa de circo, las cuotas mensuales eran de cinco pesos", dijo y mostró una foto que recordaba el momento del remate. Así, la ciudad fue creciendo hacia el Sur, hacia ese terreno lejano que parecía tierra de lobos, y hacia otras chacras que corrían los límites hacia el Oeste.

Norman Portanko posa frente a su local, pionero del mercado inmobiliario de Neuquén.

"En ese momento no habían villas miserias, la gente tenía la voluntad de pagar sus lotes y se mudaban sin agua corriente, tenían que hacer un pozo; eran lugares que parecían muy lejanos pero que hoy se ven distintos, con el pavimento y los servicios", relató. De este modo, fue dando forma a una ciudad que crecía a paso lento, lejos del ritmo de grúas y andamios que se ven hoy en la capital de Vaca Muerta, pero con una comunidad de vecinos que dejaban de lado sus diferencias para apostar al progreso de la región.

"Fui el primer concejal de la ciudad, cuando el Concejo Deliberante tenía sólo 7 concejales, dos secretarias y un maestranza", agregó y mostró la foto de un momento de tensión en el recinto, cuando los referentes del gremio Sitramune ingresaron a la fuerza para exigirles la aprobación de los permisos para lotear un terreno que, en realidad, iba a ser destinado a un espacio verde. Otros de sus recortes de prensa muestran las chicanas entre los políticos de distintos partidos, aunque agregó que siempre primó la camaradería "porque éramos acérrimos rivales y, al mismo tiempo, todos vecinos de Neuquén".

Norman recordó, además, la creación del barrio Santa Genoveva. "La Municipalidad quería desarrollar un barrio en esa zona llena de montañas de arena, pero no conseguían que nadie les comprara un terreno", dijo y agregó: "En esa época era costumbre hacer una cena anual con los notables de Neuquén, y yo propuse la idea de sortear un lote a modo de atractivo para que vayan los invitados, eran lotes que nadie quería y se lo terminó ganando un gerente del BPN. No era el que más lo necesitaba, pero fue la forma de motivar a que la gente se mude a Santa Genoveva, que ahora es uno de los lugares más codiciados de Neuquén".

Ahora que ya está por pisar los 90 años, el pionero sigue apostando al desarrollo de la ciudad y trabaja en la creación de dos loteos urbanos cerca del aeropuerto, en una zona que parecía demasiado lejana durante su juventud. Aclaró que hace pocas visitas a su oficina en la calle San Martín. "Soy más moderno y hago todo por teléfono", se rio y agregó que, a pesar de sus ventajas, la pandemia terminó por alejarlo de los escenarios donde despuntaba el vicio de su vocación actoral.

Con envidiable lucidez, ignora el paso de los años y se ayuda con su bibliorato rojo, donde acomoda de forma prolija las imágenes y los recortes de diario que documentan la marca que ha dejado en la ciudad. "Antes no sacaban tantas fotos como ahora", se lamentó. Y es que, en realidad, sus cientos de anécdotas e intervenciones exceden la capacidad de los rollos fotográficos, por lo que su memoria es el único resguardo para tantos recuerdos.

Sebastian Fariña Petersen.

Como un testigo privilegiado del crecimiento de la ciudad, todavía se sorprende con la cantidad de edificios en construcción y un ritmo de expansión que, según él, no se ve en otro punto de Argentina. "Neuquén es increíble; siguen haciendo edificios, no sé a quién se lo van a vender", expresó en el tono lúdico que lo caracteriza. Aunque es crítico de la evolución urbana que se forjó sobre asentamientos informales, reconoció que en los últimos años se hicieron esfuerzos por crear loteos más ordenados hacia la meseta.

Afirmó, además, que ya cuesta encontrar a esas personas que llegan en bicicleta para pagar, peso a peso, ese pedacito de tierra al que pueden llamar casa. Pero incluso así, en un contexto en el que el ahorro y la estabilidad parecen noticias viejas, él apuesta a ese germen de su jarillal que todavía permanece en el gen de los neuquinos. Y confía en el empuje que los caracteriza, con esa fuerza que no tienen los demás y que les permitió poblar el desierto. Y ahora que lo consiguió, ahora que es un verdadero personaje de su pueblo, ve crecer a la ciudad como lo hacen sus hijos y nietos, que siguen su impronta sin pensar en detenerse.

Publicado en Diario La Mañana de Neuquén.

https://www.lmneuquen.com/neuquen/norman-portanko-el-agente-inmobiliario-que-creo-los-barrios-mas-conocidos-neuquen-n1056404

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

La diferencia de opiniones conduce a la investigación, y la investigación conduce a la verdad. - Thomas Jefferson 1743-1826.