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...." el pueblo recoge todas las botellas que se tiran al agua con mensajes de naufragio. El pueblo es una gran memoria colectiva que recuerda todo lo que parece muerto en el olvido. Hay que buscar esas botellas y refrescar esa memoria". Leopoldo Marechal.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.
“Amar a la Argentina de hoy, si se habla de amor verdadero, no puede rendir más que sacrificios, porque es amar a una enferma". Padre Leonardo Castellani.

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"La historia es la Patria. Nos han falsificado la historia porque quieren escamotearnos la Patria" - Hugo Wast (Gustavo Martínez Zuviría).

“Una única cosa es necesario tener presente: mantenerse en pie ante un mundo en ruinas”. Julius Evola, seudónimo de Giulio Cesare Andrea Evola. Italiano.

viernes, octubre 17, 2025

Los días 17 y 18 de octubre de 1945, obreros del Gran La Plata (La Plata, Berisso y Ensenada) realizaron una masiva movilización en el marco de una protesta nacional, conocida como el Día de la Lealtad.


Los días 17 y 18 de octubre de 1945, obreros del Gran La Plata (La Plata, Berisso y Ensenada) realizaron una masiva movilización en el marco de una protesta nacional, conocida como el Día de la Lealtad, por la liberación del coronel Juan Domingo Perón, que había sido Secretario de Trabajo, Ministro de Guerra y vicepresidente de facto. Dicha medida de fuerza mantuvo convulsionada a esta región durante unos días.
“Un pujante palpitar sacudía la entraña en la ciudad. Un hálito áspero crecía en densas vaharadas, mientras las multitudes continuaban llegando. Venían de las usinas de Puerto Nuevo, de los Talleres de Chacarita y Villa Crespo, de las manufacturas de San Martín y Vicente López, de las fundiciones y acerías del Riachuelo, de las hilanderías de Barracas” diría Raúl Scalabrini Ortiz.
Decía Arturo Jauretche sobre quién o quienes fueron “los hacedores” del 17 de octubre de 1945: “Sólo un genio pudo haberlo hecho, por eso creo que no lo organizó nadie”.
Decenas de miles de personas habían cruzado el Riachuelo, sin detenerse cuando el gobierno del general Edelmiro Farrell –nacido en el sur bonaerense- ordenó levantar los puentes en un vano intento de detenerlas.
Por eso Scalabrini Ortíz decía: “Brotaban de los pantanos de Gerli y Avellaneda o descendían de Lomas de Zamora. Hermanados en el mismo grito y en la misma fe iban el peón de campo de Cañuelas y el tornero de precisión, el fundidor, el mecánico de automóviles, el tejedor, la hilandera y el empleado de comercio. Era el subsuelo de la patria sublevado…”.
Leopoldo Marechal la recuerda así: “Me llegó desde el Oeste un rumor como de multitudes que avanzaban gritando y cantando por la calle Rivadavia {donde yo vivía}; e! rumor fue creciendo y agigantándose, hasta que reconocí primero la música de una canción popular y en seguida, su letra: -Yo te daré / te daré, patria hermosa / te daré una cosa / una cosa que empieza con P / Perooooón. Y aquel –Perón- resonaba periódicamente como un cañonazo. Me vestí apresuradamente, bajé a la calle y me uní a la multitud que avanzaba rumbo hacia la Plaza de Mayo. Vi, reconocí y amé a los miles de rostros que la integraban: no habia. rencor en ellos, sino la alegría de salir a la visibilidad en reclamo de su líder. Era la Argentina –invisible- que algunos habían anunciado literariamente, sin conocer ni amar a sus millones de caras concretas y que no bien la conocieron, les dieron la espalda. Desde aquellas horas, me hice peronista”
“Comprendí que esa gente de bromas infantiles y procederes hidalgos, que se burlaba de lo ridículo, pero respetaba lo respetable, que atravesaba el Riachuelo a nado, que venía de los apartados arrabales para jugarse por un amigo, era mi gente; sentía la vida como yo, tenía mis valores, no se manejaba por palabras sino por realidades; era el pueblo, mi pueblo, el pueblo argentino…” expresó el historiador José María Rosa.


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