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...." el pueblo recoge todas las botellas que se tiran al agua con mensajes de naufragio. El pueblo es una gran memoria colectiva que recuerda todo lo que parece muerto en el olvido. Hay que buscar esas botellas y refrescar esa memoria". Leopoldo Marechal.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.

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“Amar a la Argentina de hoy, si se habla de amor verdadero, no puede rendir más que sacrificios, porque es amar a una enferma". Padre Leonardo Castellani.

“
"La historia es la Patria. Nos han falsificado la historia porque quieren escamotearnos la Patria" - Hugo Wast (Gustavo Martínez Zuviría).

“Una única cosa es necesario tener presente: mantenerse en pie ante un mundo en ruinas”. Julius Evola, seudónimo de Giulio Cesare Andrea Evola. Italiano.

martes, octubre 28, 2025

Retazos de historia para volver al pasado en Mainqué.

 

Retazos de historia para volver al pasado en Mainqué.

Así como el pueblo llegó a su centenario, lo mismo celebra su Escuela, la N° 61, punto de partida para la vida urbanizada. Este y otros detalles en el medio, la convirtieron en lo que es hoy.

Por Melina Ortiz Campos.

El recuerdo del primer espacio educativo,
con el emblema del cóndor.
Foto: Gentileza.

La Guía Comercial 1931 ubica en la estación Mainqué (ex «Kilómetro 1127») a Santiago André como encargado de la Estafeta de Correos. Apellido francés pero con legado fundacional en el Alto Valle del río Negro, la labor de ese vecino alentó mucho más que la recepción y el envío de correspondencia, en una tierra que intentaron poblar y cultivar ya desde 1912, aunque para ver los primeros resultados tuvieron que esperar hasta la década del ‘20, gracias a las obras de irrigación del Gobierno.

Dependiente en sus primeros años de “Ingeniero Luis Augusto Huergo” (nombre completo del poblado vecino), donde funcionaba el Juzgado de Paz y la Oficina de Enrolamiento, tuvo Escuela antes que Estación de tren, como detalla el blog “Boletín Caminos de Hierro”, dedicado al mundo ferroviario. Y si de trámites bancarios y escribanía se trataba, el incipiente desarrollo los obligaba a ir incluso más allá en las rutas de tierra, hasta Roca, que en esa época funcionaba aún con la categoría de “Fuerte” delante de su denominación, herencia de la organización impuesta por el Ejército.

Gracias a los datos que anuda uno detrás de otro el Libro Histórico del primer colegio, el N° 61, se sabe que su movimiento diario por esos años, a pesar de la falta de mejores vías de comunicación, era activo y variado, motivado por la vida de bodegas y básculas agrícolas, que aprovechaban los denominados “trenes locales” y se potenciaban alentadas por el cooperativismo.

Eso permitía el movimiento de toneladas de fardos de pasto primero, gracias a cultivos como la alfalfa, para seguir con el vino producido localmente, luego con la fruta y también con el tomate, este último que cobró fuerza con la elaboración de conservas. Maquinaria norteamericana, herramientas y materiales para las bodegas de origen francés, italiano y alemán, todo fue sumando facilidades para consolidar el trabajo intensivo que permitió el riego.

El Club Social y Deportivo Mainqué y la Capilla en honor a “San José” eran otras de las instituciones locales que con el tiempo fueron completando el funcionamiento de la comunidad, que se desarrolló al norte de la Patagonia.

Apellidos ligados a la tierra productiva,
escenario de otro tiempo, en los años ‘60.
Foto: Gentileza Proyecto Allen.

Un nombre y un escudo.

Identificada en un principio por la cantidad de kilómetros que la separaban de Buenos Aires, esos 1127 que marcaba la vía Neuquén en el ramal, fueron reemplazados por un término que en mapudungun se traducía como “cóndor” (mañke).

Registrado por el diario de viaje que llevaba Manuel Olascoaga como jefe de la Oficina Topográfica, junto a las tropas del presidente Roca en su paso por la región, Magüé” era la palabra, dice el libro histórico de la Escuela 61, para referirse a ese sitio bautizado por los pueblos originarios. El error ortográfico, sin embargo, se extendió incluso más lejos hasta derivar en el “Mainqué” que todos conocen hoy.

“Algún tiempo después el Ministro de Obras Públicas Ing. Octavio Pico dio el decreto que confería el nombre a la Estación, pero como se pudo comprobar, hubo un pequeño error de ortografía (…) una reclamación posterior hecha recibió la promesa de parte del funcionario de una rectificación pero las preocupaciones del momento no permitieron todavía el cambio deseado”, señalaron los archivos escolares.

Aún así, la figura del ave andina siguió presente en iconos emblemáticos de la localidad, como en las referencias educativas y el escudo que ostenta el municipio. Según Turismo de la Provincia, este último diseño fue presentado por Hugo Pérez, para la conmemoración del 50° aniversario local, en 1975.

¿Colonia Francesa?

La Estación, el sitio que le sirvió a Mainqué para comunicarse con la región y exportar. Foto: Gentileza Miguel González.


Al principio se hablaba de la comunidad como la “Colonia Francesa” porque su desarrollo económico comenzó con la labor en las chacras que regenteaban inmigrantes de esa nacionalidad, la N°362, 371 y 378, “que fueron las que dieron impulso a todas las tentativas de progreso y adelanto de la zona”, dicen los escritos realizados a mano en el Libro Histórico de la Escuela 61.

Si bien el dato genera discrepancias con quienes consideran que no fue una “colonia”, como asentamiento poblacional, sino más bien la presencia de una “compañía” que impulsó allí los trabajos relacionados al uso agropecuario, lo cierto es que su titular sí era de origen franco y su desempeño en la incipiente comunidad quedó registrado en servicios y aspectos de mucha relevancia para la época.

Santiago André era ese vecino, dedicado a la cría de ovejas, que figura, por ejemplo, en la Guía Comercial 1931 como impulsor de la estafeta de correos, servicio de comunicación que convivía con los inicios de la telefonía, en un ejido que todavía no tenía ni transporte ni hospedaje para visitantes.

Su nombre también aparece asociado a la catequesis que mantuvo vigente la actividad religiosa, la presencia consular del Gobierno de Francia y la representación de esa zona ante la Cámara de Agricultura, Industria y Comercio (CAIC), que nació con un sentido mucho más regional que la actual (desde Plottier a Choele Choel), para promover la producción regional y su comercialización. André hacía lo propio respondiendo a Mainqué y Cervantes, mientras que Baltazar López y Baldomero González lo cumplieron por Huergo, por ejemplo, según nota de archivo de Diario RÍO NEGRO escrita por Susana Yappert. Con el tiempo, la mayoría de habitantes inmigrantes pasaron a ser italianos y españoles.

Escuela, cuna desde el inicio.

Hay quienes afirman que la Escuela comenzó con el N°72 para luego recibir el N°61. Foto: Gentileza Mario Ituarte.

Junto con la localidad, también cumple su centenario el primer espacio educativo, nacido en un ámbito mayormente rural, en el que se impartieron conocimientos desde un lejano 28 de octubre de 1925.

Barbarita Lapierre, la esposa de Santiago André, quien cedió el espacio para el inicio de la tarea, se convirtió en su directora y posteriormente en asesora de su cooperadora. Hay quienes afirman que comenzó con el N°72 para luego recibir el N°61.

Allí se desempeñó con los primeros niños que residían en las chacras cercanas en un galpón a préstamo, hasta que viendo la inacción del Consejo Nacional de Educación, el propio André optó por iniciar la construcción de una sede por su cuenta, esta vez en la Chacra 371, que por esos años pertenecía a Enrique Vallé.

Ese inmueble fue inaugurado el 19 de abril de 1927 y, según se recuerda, en su construcción se cuidaron particularmente los detalles de higiene, aireación, facilidad de limpieza y conservación, entre otros. Sirvió hasta que en 1951 se trasladaron al de la Avenida Primeros Pobladores 19, según compartió la actual conducción del establecimiento.

En la cooperadora escolar, creada en 25 de junio de 1947 y bautizada con el nombre de Lucio Mansilla, acompañaron a Lapierre en la comisión directiva otros vecinos como Catalino Martín, Pedro Verdecchia, Juan García, Mario Verdecchia, Luis Humberto Figueroa, Agustín Verdecchia y entre los vocales a Nidia Rajneri.

La Estación, cuna del vínculo con la región.

“Seis años de lucha tenaz” tuvieron que pasar en la colonia hasta que pudo por fin despachar sus propios productos en el kilómetro 1127 del ramal, señala el Libro Histórico del colegio. Todo comenzó con un primer informe elevado con fecha 4 de noviembre de 1923, pedido que fue contestado el 4 de enero de 1924, para recién habilitarla en noviembre de 1929.

En el medio ocurrió la primera asamblea popular que dio lugar, a la posteridad, a la elección de la fecha del centenario, por lo vivido entre las familias que habitaban el caserío, un 28 de octubre de 1928, en la estructura de una estación que había empezado a construirse en el año 1923, “constituyendo un claro instrumento de desarrollo”. Allí se izó la enseña patria y se entonaron las estrofas del Himno Nacional, recuerdan los archivos.

Útil para el transporte ferroviario de alfalfa, semillas de alfalfa, forraje, frutas, legumbres, vino y papas, su predio contaba con una superficie cubierta de galpones de 128 m2, en un terreno que fue comprado por todo el vecindario a Vicente Pagliaccio y donado a la Empresa del Ferrocarril.

Publicado en suplemento 100 Aniversario de la localidad rionegrina de Mainqué en el Diario Río Negro.

https://www.rionegro.com.ar/sociedad/retazos-de-historia-para-volver-al-pasado-en-mainque/

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