La historia de la vitivinicultura en Río Negro se remonta a las últimas décadas del siglo XIX, cuanto tras la Campaña del Desierto, primero en la zona del Valle Medio y luego en el Alto Valle se comenzaron a implantar distintas variedades de uvas para vinificar.
El crecimiento de la actividad fue paulatino hasta la década del 80 del siglo pasado, cuando en toda la provincia se llegó a contar con alrededor de 18 mil hectáreas de plantaciones de vides, en su gran mayoría de uvas para elaborar vinos comunes, y se contabilizaban alrededor de 250 bodegas.
Actualmente la superficie implantada oscila en torno de las 2.500 hectáreas, y el número de bodegas ronda las 30. La caída de superficie y de bodegas, significó un cambio rotundo para la vitivinicultura regional, ya que se optó por variedades de uvas de mejor calidad para vinificar, lo que se tradujo en sellos de vinos varietales de alta gama, los cuales hoy son reconocidos a nivel nacional e internacional.
Río Negro, dentro de las provincias productoras de uvas y elaboradoras de vino, se ubica en el cuarto lugar en importancia en el país. Las características del suelo y las climáticas con escasa humedad ambiente, días calurosos y noches frescas, le dan una amplitud térmica adecuada para el desarrollo de las uvas.
La zona productora abarca el extenso valle que nace desde la confluencia de los ríos Neuquén y Limay y a lo largo del río Negro, comprendiendo el Alto Valle, el Valle Medio y el Valle Inferior. En las tres zonas hay bodegas que elaboran vinos de alta gama.
El desarrollo vitivinícola comenzó en la zona de Luis Beltrán en el Valle Medio, pero sin lugar a dudas, la bodega Humberto Canale es emblemática para esta provincia, ya que su nacimiento está registrado en 1913, cuando precisamente Humberto Canale comenzó con las plantaciones en la zona cercana a General Roca. Hoy sus vinos varietales son reconocidos en todo el mundo.
A partir del desafío emprendido por Canale, en los años siguientes comenzó el auge de la vitivinicultura. Desde la década de 1920 en distintas ciudades de Río Negro fueron naciendo las bodegas, aunque en su mayoría dedicadas a la elaboración de vinos comunes de mesa, por lo que el desarrollo de la actividad fue muy importante en cantidad hasta la década de 1950, pero no así en calidad. El crecimiento, con altas y bajas, se mantuvo hasta las décadas de 1970 y 1980, cuando la vitivinicultura, en especial aquella dedicada a la elaboración de vinos comunes, fue decayendo en forma abrupta.
Publicado en el Suplemento Especial de la 35° FIESTA PROVINCIAL DE LA VENDIMIA del Diario "Río Negro", 7 de marzo de 2013.
En 1970 la superficie de vides para vinificar rondaba las 18 mil hectáreas, lo que permitía obtener un promedio de 160 millones de kilos de uvas. Actualmente la superficie es mucho menor, ronda las 2.500 hectáreas, pero se adoptaron varietales como Malbec, Merlot, Pinot Noir, Sauvignon Blanc y Chardonnay para elaborar vinos con colores intensos y brillantes, y aromas muy definidos, que hacen que por sus características sean apreciados y reconocidos a nivel mundial.
Publicado en el Suplemento Especial de la 35° FIESTA PROVINCIAL DE LA VENDIMIA del Diario "Río Negro", 7 de marzo de 2013.
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