ADIÓS A MANUEL GARCÍA FERRÉ (1929-2013).
Manuel García Ferré, nacido en Almería, España, en el año 1929; se radicó en
el país a los 17 años, huyendo de la
Guerra Civil Española; falleció ayer
durante una operación del corazón que se le practicó en el Hospital Alemán de
esta Capital, al que había ingresado previamente para hacerse un chequeo.
Decía: "Llegué aquí con 17 años, me instalé en Congreso
y caminaba mucho por el barrio, con más carencias que otra cosa. Pero siempre
con ganas de aprender. Yo soy un autodidacta, por eso sé que la experiencia es
la madre de la ciencia”.
Creador de riqueza y trabajo argentino; durante los años '70,
llegó a tener "unos 50 dibujantes contratados para entregar un minuto por
día" a la tira televisiva de "Hijitus", ya que "se hacían
18 dibujos promedio por segundo".
García Ferré comenzó trabajando en agencias de publicidad
mientras estudiaba para ser arquitecto (carrera que dejó en tercer año), pero
en sus tiempos libres se dedicaba a dibujar y a tratar de hacer que sus
creaciones llegaran a los medios.
Su primera aparición por el año ´52 fue en la revista Billiken, editada por
Atlántida, de la familia de Constancio Vigil con la aparición del linyerita
Pi-Pío allí aparecían los personajes de Hijitus y Oaky que en el futuro de sus
creaciones tendrían un papel principal.
Luego llegó la publicación infantil Anteojito en 1961, que
se vendió durante más de tres décadas hasta el 2001 y competía con Billiken.
Llegó a tener 2000 números.
En 1967 consiguió el salto a la televisión, adonde llevó la
serie de dibujos animados Hijitus, la primera en la Argentina, que se
transmitía por Canal 13 hasta 1974 un éxito total.
Hijitus fue la primera serie televisiva de dibujos animados de la Argentina y la más exitosa de Nuestra América, en toda su historia.
Luego vino el lanzamiento de una enciclopedia para niños y adolescentes (El libro gordo de Petete), el invento de Ferrer "Petete " apareció con la modelo argentina Gachi Ferrari que compitió con el famoso Topo Gigio. La aparición de lo que sería Petete era una pareja de pinqüinos llamados Malvino y Argentina.
Luego vino el lanzamiento de una enciclopedia para niños y adolescentes (El libro gordo de Petete), el invento de Ferrer "Petete " apareció con la modelo argentina Gachi Ferrari que compitió con el famoso Topo Gigio. La aparición de lo que sería Petete era una pareja de pinqüinos llamados Malvino y Argentina.
Fue creador de la publicación de revistas como "Muy
interesante" y "Ser padres hoy".
Como realizador cinematográfico, estrenó Mil intentos y un
invento, La aventuras de Hijitus, Petete y Trapito, Ico, el caballito valiente,
Corazón, las aventuras de Pantriste y Soledad y Larguirucho.
Entre sus filmes, Manuelita -basado en el personaje de María
Elena Walsh- se destacó por haber sido el más taquillero del ‘99 (y haber sido
el más convocante del cine argentino de los últimos 20 años) y por quedar como
precandidata al Oscar del 2000.
Manuel García Ferre fue declarado Ciudadano Ilustre de Buenos Aires el martes 22 de septiembre de 2009.
Manuel García Ferre fue declarado Ciudadano Ilustre de Buenos Aires el martes 22 de septiembre de 2009.
Hablar de García Ferré es hablar de sus creaciones que serán
referencia y sonrisas del legado HECHO EN LA ARGENTINA.
PERSONAJES.
Decía García Ferré sobre Hijitus: "En mi oficina tengo una tira de
papel con la evolución de Hijitus desde su origen. Son cuatro versiones: una de
1953, otras de 1960, 1975 y 2009. El primer Hijitus es un chico de expresión
triste y la alta galera mágica, que le sirve para transformarse en el
super-héroe Superhijitus, aparece muy maltrecha. A medida que pasa el tiempo la
imagen va recuperando el humor hasta ser un personaje sonriente y afectuoso que
arrastra un piolín con latas de conserva usadas.
A veces me preguntan por qué
Hijitus sigue teniendo presencia no sólo acá, sino también en otros países del
mundo. Es que cada episodio de Hijitus es una pequeña comedia humana dicha con
humor. Me recuerda a Chaplin, que tuvo
una infancia triste, llegó a Estados Unidos sin nada y que, sin embargo, con
talento y esfuerzo logró triunfar. Hijitus se convertía en Superhijitus "hacedor del
bien".
"Mi planteo era contra qué lucharía Hijitus. Así fue
que inventé a Neurus, que era un cúmulo de prepotencia, soberbia y ambición
desmedida. Luego inventé a sus colaterales -Larguirucho, Serrucho y Pucho-, una
trilogía de ratones. Eso también derivó a crearle un Pichichus a Hijitus.", agregaba García Ferré.
Pichichus, el fiel compañero de Hijitus era es el ultimo ejemplar de la raza ficticia
"Pichichus Vagabundis".
El Comisario, un simpático personaje del interior del país, representante de la ley y del orden con un evidente acento correntino y siempre un mate en la mano. Acompañado es un chamamé en acordeón y guitarra reproducidos de manera acelerada, mate en mano, amigo de Hijitus e inventor del verbo "rempinporotear" que amenazaba a los malos con el calabozo de Trulalá.
El Profesor Neurus, el malvado, la fuerza del mal, de la historieta de Hijitus.
Pucho, ayudante del Profesor Neurus que vivía en los arrabales
porteños, tanguero, con "pocas luces". Serrucho, otro ayudante de Neurus.El Comisario, un simpático personaje del interior del país, representante de la ley y del orden con un evidente acento correntino y siempre un mate en la mano. Acompañado es un chamamé en acordeón y guitarra reproducidos de manera acelerada, mate en mano, amigo de Hijitus e inventor del verbo "rempinporotear" que amenazaba a los malos con el calabozo de Trulalá.
Larguirucho: Es el personaje "entre el bien y el mal" acomodaticio a las situaciones,
tan común en la vida real. Larguirucho tomó una fuerza muy especial, sobre todo
en los adultos. Era inocente, bondadoso. Le dice refranes a Neurus. Se pone en doctor,
cuando no tiene autoridad moral.
Oaki es un reflejo real: es el chico malcriado que cree que
todo es fácil y sencillo porque los padres le dan todos los gustos. Hijo del multimillonario Gold Silver. Cuando
se ve demasiado controlado por Gutiérrez, el mayordomo, se hace amigo de
Larguirucho que tiene mucha calle. Al menor inconveniente Oaky exclamaba: «¡Tiro, lío, cocha
golda, lompo l'alma!» ("tiro, lío, cosa gorda, rompo el alma" en
lenguaje infantil) y blandiendo dos revólveres lanzaba tiros al aire.
Otra malvada la bruja Cachavacha con su búho parlante y sus
fórmulas mágicas para hacer el mal socia del profesor Neurus que siempre
terminaban mal.
Kechum, primo rosarino de Pucho que al enojarse provocaba
terremotos, era fuerza bruta.
Anteojito y su tío Antifaz que consiguió anunciantes de
mate, ropa, autos, hasta del ferrocarril del Estado un verdadero éxito en Canal
9 durante seis años. De allí vino la
revista didáctica "Anteojito".
Dicen que Anteojito fue el autoretrato animado de García
Ferré.
Otro personaje era Calculín.
Sombrero sombreritus, conviértete en Súper Hijitus. ¡Fu
fuuu y chukuchukuchuku!. Las palabras mágicas de Hijitus para devenir en
superhéroe. Luego, se metía en el sombrero, y salía transformado.
Tiro lío, cosa
golda. Lompo l'alma: De Oaki, el bebé millonario cuyo padre, el aristócrata
Gold Silver, lo descuidaba por completo.
Marche preso,
desacatao. Lo voy a mandar a repimporotear al calabozo. Del comisario máxima autoridad de Trulalá, el pequeño pueblo
donde vivían Hijitus y sus amigos.
Este que,
profesor... De Pucho, el fiel y torpe ayudante del malvado profesor Neurus.
El libro gordo te
educa, el libro gordo entretiene y yo te digo contento, hasta la semana que
viene: De Petete, el pingüino de García Ferré.
Ju ju ja ju ja ju:
La histórica risa de Larguirucho. Hablá mas fuerte
que no te escucho: También de Larguirucho. A pesar de sus largas orejas, tenía
problemas de audición.
Oaki, hijo mío: De Gold Silver. Nunca sabía dónde estaba su hijo. Cuando lo buscaba lo llamaba con esta frase. También la usaba para retarlo.
Oaki, hijo mío: De Gold Silver. Nunca sabía dónde estaba su hijo. Cuando lo buscaba lo llamaba con esta frase. También la usaba para retarlo.
¡Intríngulis-Chíngulis! ¡Uh! ¡Uh! ¡Uh! de Anteojito.
¡Cállate, retonto!:
De Neurus a Pucho aunque a veces la ligaba Largirucho.
La edad de la inocencia por Verónica Bonacchi.
Publicado en el Diario "Río Negro", 29-3-2013.
No existía el humor afilado de Los Simpsons. Ni el
despliegue del 3 D. Ni siquiera había espacio para esos chistes de doble
sentido con que nos nutrió Shrek para hacer reír democráticamente a niños y
adultos. La infancia todavía era un territorio cerrado cuya frontera celosamente
custodiada era la inocencia. Sí, los dibujitos y sus personajes eran sólo para
los más chicos. En ese entonces, los adultos mantenían su mundo a una lejana y
prudente distancia.
Manuel García Ferré, que alimentó aquel país de Trulalá y
habitó aquellos tiempos, el de la edad de la inocencia, murió ayer a la mañana,
durante una operación del corazón.
La voz suave, el bigote ancho y tupido, un par de anteojos,
una boina siempre, corbata y pulóver cuello en V. Así se veía García Ferré, el
creador de los personajes que acompañaron a millones de niños, o a la mitad de
ellos en esa enfrentamiento que dividía aquel mundo en dos bandos: los de
Billiken y los de Anteojito.
No importa de qué lado se ubicaran los pequeños. Los
personajes de García Ferré eran (y son aún) de todos: ¿Quién no recuerda a
Anteojito y Antifaz; a Larguirucho ("Pucho, hablá más fuerte que no te
escucho"); a la bruja Cachavacha; al sabio Calculín; al triste Trapito; al
simpático Petete?. ¿Quién no abrió los chocolates Jack esperando encontrar a
alguno de ellos: Chifuleta, Dedo Negro, el boxitracio, el comisario, el
Patriarca de los pájaros, Gold Silver, Pichichus, Serrucho?
Ferré, que había nacido en España - más precisamente en
Almería el 8 de octubre de 1929-, llegó a la Argentina a los diecisiete años,
huyendo del franquismo.
Ni bien se estableció en el país rindió las equivalencias
del bachillerato y se anotó en la facultad de Arquitectura de la UBA. Pero el
dibujo era lo que más le interesaba. Y un poco por vocación y otro por
necesidad, empezó a ganarse la vida como free lance para agencias de
publicidad, dibujando sus personajes, dándoles forma y vida; recorriendo
redacciones de revistas para ofrecer las historias nacidas de su pluma.
Ferré siempre admiró a Charles Chaplin. Quizás porque había
en ambos algo de esa melancolía inevitable del que ve y vive la guerra. Quizás
porque a ambos les gustaba salir a la calle para nutrir su imaginación.
"Chaplin –solía explicar él– decía que la vida nos da todo. Si usted va a
un café y se sienta y mira, va a ver que el ridículo está ahí, la belleza, los
enredos. Y yo he hecho lo mismo. He salido a buscarlos a la calle".
El dijo que fue allí mismo donde escuchó las frases que
formaron parte de nuestro léxico de la infancia: "A repimporotear al
calabozo", "desacatau", "Trulalá", "Intríngulis
chíngulis", "cosa golda". Todas palabras que parecen ahora
arrancadas de otro idioma, o pertenecientes a una secta: la de los que vivieron
la infancia cincuenta, cuarenta o treinta años atrás.
En 1952, su recorrida por las redacciones dio frutos. Llegó
a Billiken, con la recomendación de un dibujante y lo atendió Constancio Vigil.
Vigil aceptó su primera creación: Pi-Pío, un pollito al que se le queda parte
del cascarón en el cuello, en forma de collar, y que vivía en Villa Leoncia.
"Nos reuníamos semanalmente con Constancio para hablar
sobre mis personajes. Para un joven en una ciudad desconocida, contar con los
consejos de un hombre mayor como Vigil era algo que daba mucho apoyo e impulso.
Me acuerdo que cada día me esforzaba más, porque sabía que enfrente tenía un
juez muy severo", comentó en una entrevista con el diario "La
Nación".
Poco después, en 1959, García Ferré creó su propia empresa
de publicidad de dibujos animados (desde donde hizo además 800 jingles para la
tevé) y, finalmente, en 1964 desarrolló su propia revista infantil,
"Anteojito", que llegó a vender semanalmente 350 mil ejemplares. La
revista se editó hasta 2002.
García Ferré se colgó también la medalla de crear el primer
dibujito animado para la tevé: en 1967, Hijitus desembarcó en la pantalla
chica. Se transmitió diariamente hasta 1974 y fue una de las más exitosas de
América latina. Su característica música, preanunciaba la llegada de ese
pequeño superhéroe del subdesarrollo. Un personaje al que Ferré le sumó
características propias: "Hijitus siempre arrastraba un montón de latitas,
como yo cuando era chico. Como era la guerra y no había juguetes, yo me había
hecho algo parecido".
Algo similar ocurrió
con "El libro gordo de Petete". Acompañado de Gachi Ferrari, el
pequeño personajito (un bebé pingüino) que interactuaba con la modelo y actriz.
Y ese simple recurso transformó al corto de 1 minuto en un éxito no sólo en el
país, sino también en Uruguay, Perú, Bolivia, Brasil, Chile, Venezuela,
Colombia, Ecuador, México, Puerto Rico y España.
Aunque en los últimos años, muchos adultos hayan renegado de
las últimas creaciones de Ferré para el cine (como "Soledad y Larguirucho"),
su cine colmó salas. "Trapito", que hizo llorar a auditorios enteros;
"Mil intentos y un Invento", "Ico: el caballito valiente",
"Corazón, las alegrías de Pantriste", y "Manuelita", en la
que se unió a la inolvidable María Elena Walsh.
Durante 40 años, Ferré subió al décimo piso del edificio
Apolo, muy cerca del Obelisco, para crear desde ese cielo urbano sus pequeños
personajes de la infancia.
Sus Anteojitos y Larguiruchos se mantuvieron fieles a sus
inicios, aunque el cine y la tevé, pero sobre todo la computadora y las tablets
y las consolas de juegos, los volvieran casi piezas de museos. El siguió
pensando siempre, que la infancia tiene paredes de inocencia: "Mientras al
chico le des imaginación, le des aventura y le des personajes buenos y malos...
El chico en esencia es bueno, es travieso, pícaro, lo que pasa es que los
mayores les informamos con otro método. Y creemos que son más inteligentes,
porque les damos mucha más información, pero eso no quiere decir que estén
maduros", dijo el año pasado.
Y quizás haya tenido razón.
Hoy parece poco probable que algún chico se entusiasme con
Petete, que quiera ver los cortos de Hijitus, o se ría con eso de repimporotear
al calabozo. Pero sin duda, a todos los que dejaron la infancia hace ya
demasiado tiempo, les genere alguna nostalgia y muchos recuerdos.
García Ferré era de
los que creían que "envejecemos cuando no tenemos más capacidad de generar
ilusiones". Eso dijo con sus dibujitos, anclados en aquel país de la
inocencia que hoy parece extrañamente lejano y ajeno. Y sí, tenía razón.
En este homenaje lleno de alegría y diversión a García Ferré muchas de sus creaciones, casi seguro, se me escaparon... pero no importa lo que vale es el reconocimiento por esos gratos momentos pasados de quien, también, hizo mucho por el país.
Manuel García Ferré partió "rumbo al silencio", como decía Don Atahualpa Yupanqui, pero vivirá en cada una de sus obras con una sonrisa nuestra.
Manuel García Ferré partió "rumbo al silencio", como decía Don Atahualpa Yupanqui, pero vivirá en cada una de sus obras con una sonrisa nuestra.
Recopilación de internet.
LA YAPA ARGENTINA.
LA REVISTA "ANTEOJITO"
ANTEOJITO Nro. 1 |
"Los temas que trató (la revista Anteojito) buscan salir de la actualidad, el esnobismo o
tendencias que sé que al cabo de tres o cuatro años mueren. Generalmente recalcó
los valores universales y eternos". (Manuel García Ferré)
ANTEOJITO salió a la venta el 8 de octubre de 1964, popularizó a personajes como Calculín, Hijitus, Larguirucho, Oaky, Petete, Pi Pío, La Vaca Aurora, Pelopincho y Cachirula, Trapito y la Bruja Cachavacha, entre otros.
La Revista Anteojito compitió siempre con Billiken de Editorial Atlántida hasta que en la década del ‘90 apareció la revista Genios del Grupo Clarín y se quedó con la mayoría de los lectores infantiles.
ANTEOJITO Nro. 1925. (año 2001) |
El 28 de diciembre del 2001 marcó el final de Anteojito en plena crisis económica de una Argentina imprevisible e inestable que fue un "golpe mortal" para varias empresas argentinas.
Su último número el 1.925 marcó el adios definitivo tras 37 años de publicación luego que su circulación hubiera bajado a 33.000 ejemplares semanales (en sus
tiempos de esplendor llegaba a 300.000 semanales).
En las páginas de esa última edición Manuel García Ferré, creador de riqueza y trabajo argentino, resaltaba:
“Las actuales circunstancias determinan ahora el tiempo de despedirnos. La intensa y rica trayectoria cumplida nos entibia el corazón. Sabemos que la huella de nuestro paso por el mundo de los niños permanecerá en el recuerdo. Como dijo el poeta, puedo estar apartado pero no ausente”.
Amplío su Homenaje, llevando esta nota a http://lauraororbia-utopiadeunladrillosolo.blogspot.com.ar/2013/03/manuel-garcia-ferre.html
ResponderBorrarSi no contare con su aprobación, la retiraré a su pedido.
SALUDOS
Laura ORORBIA
MUCHAS GRACIAS POR VUESTRA PUBLICACIÓN EN LA UTOPIA DE UN LADRILLO SOLO.... GRACIAS A DIOS HAY VARIOS LADRILLOS PARA LA UTOPIA. ESTE HOMENAJE ES UNA RECOPILACIÓN DE DON MANUEL GARCÍA FERRÉ QUIEN FORMÓ PARTE IMPORTANTE DE NUESTRA CRIANZA.
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GRACIAS POR VUESTRAS LECTURAS Y VUESTROS SITIOS.
LE DESEO LO MEJOR.
EL REGINENSE GUILLERMO PIRRI ARGENTINO.