Lejos de la imagen santificada que hoy se muestra en los medios, Bergoglio tuvo actividad política en los ’70 en el peronismo de derecha.
Aunque desde el Habemos Papam del 14 de marzo a las 15.15 horas de la Argentina toda la comunidad católica se abocó a santificar la figura del nuevo Papa, Jorge Bergoglio tiene un pasado político bien terrenal, y algunas cuestiones oscuras que seguramente la Justicia ya no habrá de investigar.
Se dice que Francisco es el primer Papa peronista. Es que en los años ’70, siendo un sacerdote estudioso y austero, Bergoglio militó en la agrupación justicialista Guardia de Hierro, que se presentaba como intermedio entre la derecha representada en López Rega y la Triple A y la guerrilla de Montoneros. Guardia de Hierro llevó ese nombre en homenaje a una organización antisemita y nacionalista rumana creada por Corneliu Codreanu. Desde esa organización, el hoy Pontífice Francisco se relacionó con el gobierno de la viuda de Perón, María Estela Martínez. También con el almirante Emilio Massera, quien fuera integrante de la feroz Junta Militar que gobernó el país tras el golpe militar del 24 de marzo de 1976. Años después, Bergoglio admitió haberse reunido en 1976 con Massera y con el dictador Jorge Rafael Videla para pedirles por dos curas jesuitas que habían sido secuestrados en la Esma. Fue una declaración escrita como testigo en una causa por violaciones a los derechos humanos durante la dictadura, en la cual la querella acusó a Bergoglio de que, lejos de haber rogado por la vida de los sacerdotes, los había entregado a la fuerzas de la represión ilegal.
Pérsico: Es peronista, es un compañero.
Hoy, Bergoglio tiene relaciones muy tensas con el Gobierno nacional, y en particular con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Sin embargo, mantiene fluido diálogo con dirigentes ultra K como el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez.
Ayer, el líder del Movimiento Evita, Emilio Pérsico, ratificó aquello del “Papa peronista” y dijo que para él “fue una gran alegría la designación” de Bergoglio. “No todos en el kirchnerismo pensamos lo mismo sobre este tema”, señaló. “Bergoglio es peronista, es un compañero”, afirmó luego.
“Sé muy bien de su compromiso con los humildes y los trabajadores”, dijo el dirigente K y reveló: “Bergoglio estaba muy preocupado por la salud de Chávez, incluso hicimos con él una misa en secreto por la salud del compañero Chávez. Hugo era católico, estoy seguro de que está contento” por el nombramiento. Según Pérsico, Francisco será “un Papa de lujo”. En relación a las acusaciones de connivencia con la dictadura, afirmó: “He militado durante toda la dictadura y no he encontrado ninguna prueba de las denuncias de Verbitsky”.
Se dice que Francisco es el primer Papa peronista. Es que en los años ’70, siendo un sacerdote estudioso y austero, Bergoglio militó en la agrupación justicialista Guardia de Hierro, que se presentaba como intermedio entre la derecha representada en López Rega y la Triple A y la guerrilla de Montoneros. Guardia de Hierro llevó ese nombre en homenaje a una organización antisemita y nacionalista rumana creada por Corneliu Codreanu. Desde esa organización, el hoy Pontífice Francisco se relacionó con el gobierno de la viuda de Perón, María Estela Martínez. También con el almirante Emilio Massera, quien fuera integrante de la feroz Junta Militar que gobernó el país tras el golpe militar del 24 de marzo de 1976. Años después, Bergoglio admitió haberse reunido en 1976 con Massera y con el dictador Jorge Rafael Videla para pedirles por dos curas jesuitas que habían sido secuestrados en la Esma. Fue una declaración escrita como testigo en una causa por violaciones a los derechos humanos durante la dictadura, en la cual la querella acusó a Bergoglio de que, lejos de haber rogado por la vida de los sacerdotes, los había entregado a la fuerzas de la represión ilegal.
Pérsico: Es peronista, es un compañero.
Hoy, Bergoglio tiene relaciones muy tensas con el Gobierno nacional, y en particular con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Sin embargo, mantiene fluido diálogo con dirigentes ultra K como el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez.
Ayer, el líder del Movimiento Evita, Emilio Pérsico, ratificó aquello del “Papa peronista” y dijo que para él “fue una gran alegría la designación” de Bergoglio. “No todos en el kirchnerismo pensamos lo mismo sobre este tema”, señaló. “Bergoglio es peronista, es un compañero”, afirmó luego.
“Sé muy bien de su compromiso con los humildes y los trabajadores”, dijo el dirigente K y reveló: “Bergoglio estaba muy preocupado por la salud de Chávez, incluso hicimos con él una misa en secreto por la salud del compañero Chávez. Hugo era católico, estoy seguro de que está contento” por el nombramiento. Según Pérsico, Francisco será “un Papa de lujo”. En relación a las acusaciones de connivencia con la dictadura, afirmó: “He militado durante toda la dictadura y no he encontrado ninguna prueba de las denuncias de Verbitsky”.
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