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LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.

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“Amar a la Argentina de hoy, si se habla de amor verdadero, no puede rendir más que sacrificios, porque es amar a una enferma". Padre Leonardo Castellani.

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lunes, noviembre 16, 2020

Blanca Nieves Pereyra, conocida como la Negra Camuya, fue un ejemplo de riqueza espiritual y solidaria en la ciudad de Neuquén.

 


La mamita negra que adoptó a 12 hijos.

Blanca Nieves Pereyra, conocida como la Negra Camuya, fue un ejemplo de riqueza espiritual y solidaria en la ciudad de Neuquén.

Por Elsa Esther Bez.


Blanca Nieves Pereyra nació un 5 de agosto de 1921, en un frío día de invierno en que la nieve había tapizado con su blanco inmaculado el desolado paisaje de estas tierras. Ese acontecimiento climático fue decisivo en la elección de su nombre.Era hija de Clementina Arroyo y de Eufemio Pereyra, quienes llegaron al territorio con la Expedición al Desierto. Antes de asentarse en Neuquén, vivieron en Chos Malal; allí, Pereyra trabajó como policía territoriano.

A su madre la apodaban Negra Camuya. En esa época era común llamar por sobrenombres a aquellas mujeres gauchas que llegaron con el Ejército. Cuentan quienes la conocieron que ella recordaba que su madre había sido amiga de doña Carmen Funes apodada la Pasto Verde.

Blanca Nieves heredó de su madre el mismo apodo, y así se la conocía en la población.

Si bien a esta mujer Dios no le dio la posibilidad de ser madre biológica, crió y educó a 12 niños no deseados por sus verdaderas madres.

Su hogar se convirtió en un cálido refugio en el que esos niños crecieron y se convirtieron en hombre y mujeres de bien. No temió a las discapacidades y así también crió a Gustavo Javier Pereyra, un niño que necesitaba cuidados especiales.

Blanca Nieves se ocupó de la rehabilitación de ese chico, viajó con él de pequeño muchas veces a Buenos Aires. Allí lo atendían en el Hospital Italiano, su médico era el Dr. Raúl Matera, pero su problema de salud era irreversible.

Don Felipe Sapag colaboró en que el nene tuviera una mejor calidad de vida al interceder para que lo internaran en un instituto especializado en Buenos Aires. Allí aprendió a caminar, pero luego lo trajeron a la provincia y lo internaron en un instituto en Plaza Huincul.

Triste y dramática es la historia de este niño. Cuenta su hermana de crianza que la madre biológica lo había dejado abandonado en las vías del ferrocarril, seguramente por su discapacidad. Quien lo encontró lo llevó al Centro Materno Infantil donde lo apodaron el Ferroviario, sobrenombre con el que se lo conocía.

Cuando doña Blanca se enteró, no dudó en solicitar su adopción cuando tenía unos seis meses.

Lucía, una de sus hijas adoptivas, con quien me entrevisté para realizar esta semblanza, me relató que ella nació en Neuquén en el Centro Materno, el 10 de junio de 1955. Su madre la dejó allí. Estaba al cuidado de la cava-enfermera de ese centro y fue ella quien le comunicó a Blanca que habían dejado a una niña. Sin dudarlo, la mujer fue a recibirla el 13 de junio para que luego Blanca y su marido Carlos Nordenström la inscribieran.

Doña Blanca trabajó de lavandera en el hospital, luego en el sector de maestranza en la Municipalidad y finalmente en la Gobernación, donde se jubiló.

Mujer comprometida con la política. Militante peronista, cuando Perón regresó al país, acordó con un grupo de afiliados, vecinos y un hijo y se fueron en el tren a recibirlo. Vivió a pleno los episodios de Ezeiza, mientras que su esposo aquí en Neuquén seguía con preocupación los acontecimientos.

Su hija Lucía recuerda que cuando regresó de Buenos Aires contaba todos los detalles sobre lo que le tocó vivir cuando debió resguardarse de la balacera.

Apoyaba y realizaba las campañas para los candidatos peronistas. Su casa se convirtió muchas veces en comité y su patio, en centro de reunión para escuchar a los políticos.

Fue ella una de las que incondicionalmente acompañó en la campaña al doctor Ángel Nicanor Romero cuando fue candidato a gobernador de la provincia en las elecciones de 1973 por el Frejuli. Como vicegobernador integraba la fórmula Emiliano Such. Blanca recorría los barrios haciendo campaña. Además de ser su amigo, el doctor Romero era su médico personal.

Cuando Cámpora visitó Neuquén para la segunda vuelta en 1973, se reunieron en un almuerzo en el Tenis Club, y Blanca, especialmente invitada por el Dr. Romero, se sentó en la cabecera de la mesa con todos los políticos del partido.

Vivieron primero en el barrio Bouquet Roldán cuando era una villa de ranchos de adobe. Los adobes de su casa los fabricaron entre ella y su esposo, y ellos mismos construyeron la vivienda, que se recuerda como muy grande y confortable.

Para poder alimentar a sus hijos, ayudada por ellos, fabricaban adobes que vendían.

Luego vendió su casa en ese barrio y se mudó a la calle Río Negro al 1000, donde puso un bar que no prosperó porque entregaba mercadería a sus clientes y no le pagaban.

Más tarde, se instalaron en la calle Chubut al 1370 en el barrio Belgrano.

Muchos fueron los sacrificios que debieron realizar esta humilde mujer y su esposo para criar a sus hijos adoptivos. No era fácil darles de comer y vestir a tantas criaturas, pero esta noble madre buscaba los medios para hacerlo. Pisaba el barro para hacer adobes, conseguía grasa en rama que junto a sus hijos picaba y derretía para venderla a mejor precio; en el matadero municipal conseguía las patas de vaca con las que fabricaba quesos.

En esa época acudían al matadero municipal, donde se faenaba el ganado, las familias más humildes. Allí les regalaban lo que no se comercializaba, achuras, lengua, cabezas y patas. También elaboraba pan casero que vendía a los vecinos.

La necesidad la llevó a cantar en el Bar Central, propiedad de don Miguel Celata, que se ubicaba en la primera cuadra de la calle Mitre a pocos pasos de la Avenida Olascoaga. Allí alegraba las noches de los parroquianos. Era muy querida por don Miguel, quien siempre la ayudó en lo que él podía.

Viejos pobladores que la conocieron recuerdan que era una gran bailarina de tango.

A pesar de su humildad, siempre mantuvo muy alta su dignidad. Trabajaba de sol a sol para afrontar la responsabilidad contraída de criar a sus hijos en el trabajo y el buen sendero.

Se la recuerda como una mujer muy solidaria. Se cuenta que cuando una parturienta necesitaba ayuda, allí estaba ella para atenderla hasta que se recuperara.

Aunque no sabía manejar, ni ella ni su esposo, compró una estanciera, que conducía su hija Lucía, y con ella sacaba a pasear a los chicos del barrio.

Preocupada por la educación de los niños del barrio, abrió en su propia casa una escuelita de apoyo para ayudarlos en sus tareas escolares. Allí les enseñó a muchos las primeras letras y a sumar y restar. Ella sabía de las consecuencias de no haber terminado los estudios, había cursado solamente hasta tercer grado en la Escuela Nº 2 porque tuvo que salir a trabajar.

Carlos Ismael Nordenstrom, su esposo y compañero incondicional, trabajaba en la quinta en la Residencia del Gobernador, donde era además el casero.

El poeta neuquino Milton Aguilar fue gran amigo de Blanca Nieves y conocedor de las virtudes de esta mujer, madre excepcional. La llevaba al programa que conducía en la radio todos los años en el Día de la Madre, ya que la consideraba un ejemplo de abnegación y amor.

Era tal la admiración que este poeta neuquino sentía por esta mujer, que le dedicó la letra de un candombe al que tituló “La mamita negra”.

Blanca falleció en la ciudad que tanto amó el 7 de octubre de 1980 a los 59 años, luego de una larga enfermedad.

Fue un ejemplo de vida. Si bien Dios no le dio hijos propios, tuvo un gran corazón de madre de tantas criaturas abandonadas, su riqueza espiritual era un don que engalanaba su persona.

En honor a esta noble ciudadana y en un justo homenaje, el Concejo Deliberante de la Ciudad de Neuquén sancionó una ordenanza en 2000 para que una plaza ubicada en el barrio Belgrano lleve el nombre de Blanca Nieves Pereyra (la Negra Camuya).

(*) Miembro de la Junta de Estudios Históricos de Neuquén.

Publicado en el diario "La Mañana de Neuquén", 15/11/2020.

https://www.lmneuquen.com/la-mamita-negra-que-adopto-12-hijos-n747599

Fuente de información é imagenes: "La Mañana del Neuquén".

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