Los grandes, los jóvenes y los pequeños consumían ávidamente semana tras semana, quincenalmente o en los anuarios de oro, historietas cuyos personajes inolvidables permanecen con éxito en el ideario colectivo.
El último domingo se dio a conocer el fallecimiento de uno de los guionistas más prolíficos de aquella época espléndida de la historieta nacional: Robin Wood. Nacido en Paraguay en 1944 pero consagrado a una edad temprana en Argentina, debía aclarar en la mayoría de los reportajes que, el suyo, no era un hombre de fantasía, ni su pseudónimo (como el que suelen adoptar muchos dibujantes y guionistas) y tampoco tenía relación con el personaje Robin Hood, aunque sí se emparentaban por ser el sinónimo de la Aventura.
Al contrario que el escritor Julio Verne, del que se conoce que no visitó jamás la mayor parte de los países y regiones que describió en sus relatos, Robin Wood no sólo escribió sobre paisajes y escenarios distantes, sino que además mientras lo hacía seguía produciendo y creando sus guiones que enviaba por correspondencia para que su público los disfrutara.
En diálogo con el escritor y especialista Iván de la Torre (*1), comentó a LM Neuquén como fue, ya desde su infancia el contacto con la obra del guionista aventurero.
“Cuando tenía 6 o 7 años, mis primos dejaron una revista en casa, y ahí descubrí sus historias y me cambiaron para siempre la vida, hubo una conexión especial, una manera de ver el mundo que no encontré en ningún otro autor: Robin transmitía una serie de valores como la importancia de mantener la propia postura frente a los poderosos y seguir luchando, sin perder el sentido del humor, y sabiendo que se puede perder”,
¿Cuál fue la importancia de Robin Wood para la historieta?
Es el autor que actualiza la historieta argentina al combinar el tono humanístico de H. G. Oesterheld con la poesía para escribir propia de Ray Collins, y a esto le sumó un inmenso sentido del humor y la ironía que le permitía tratar temas profundos sin aburrir a los lectores. De hecho, su primer gran personaje, Nippur de Lagash establece el tono de todos sus héroes posteriores: reflexiones existencialistas sobre el mundo, una visión muy clara sobre lo que está bien y lo que está mal, y la capacidad de entender los inmensos matices que hay en la vida, donde nada es blanco y negro, donde no existe el malo completo ni el héroe impoluto. De hecho, Nippur es eso: un gigante que se cansa de su propio mito y decide humanizarse, el guerrero que pierde un ojo y se vuelve un cobarde, el que prefiere tomar vino a seguir librando batallas
¿Cuánto de su propia vida depositó en sus personajes?
Según contaba el propio Robin, muchas de sus experiencias personales (su viaje por Rusia, sus corridas de toros en España, su experiencia en Israel) aparecen en sus historias, creo que la obra que mejor lo refleja, en un tono crudo, despiadado con el lector, es Mojado, que muestra un niño que debe atravesar un verdadero infierno de maltratos y perdidas antes de encontrar su vocación, algo similar a lo que le ocurrió al propio Wood. Por otra parte, en todos sus personajes aparece el humor de Robin, su sentido de la justicia, su rechazo a todo autoritarismo.
¿Cómo se conjugaba la variedad y el nivel intelectual de sus guiones con el público al que iba dirigido?
Robin separaba su obra en series más profunda y entretenimiento, pero creo que cualquiera de sus títulos podía ser leído por toda clase de lectores porque Robin tenía la capacidad de contar historias complejas de manera muy seductora, algo que queda demostrado en Savarese, que no es una serie fácil, pero cuenta con millones de fanáticos en todo el mundo.
¿Cómo explicas el éxito de Wood en el Mercado Internacional?
Creo que se basa en que cuenta historias de antihéroes que luchan contra los poderes establecidos, desde el tío que maltrata a su sobrino en Savarese hasta el tirano que es derrocado por Nippur: para cada situación, Robin supo crear un personaje y recrear su ambiente de manera tan perfecta que nos sentimos identificados con él. No importa si el lector es italiano, francés, español, argentino o norteamericano, es imposible resistir el ritmo de las historias de Robin, su capacidad para contar historias inolvidables
¿Cuáles eran las razones por las que era resistido o criticado por otros historietistas?
Carlos Trillo quería ser el único heredero de Oesterheld, pero su primer guion profesional se publicó en 1973, mientras que Robin comenzó a publicar en 1966, Trillo nunca la perdonó eso a Robin y construyó, primero desde la revista Skorpio y luego desde las publicaciones de su amigo/cómplice Juan Sasturain, una historia mentirosa del género que se especializó en ningunear sistemáticamente a Robin y a todos los autores de Columba. Como dije alguna vez, Carlos Trillo era un inmenso autor y también un resentido h de p que nunca pudo aceptar que Robin era el único guionista argentino que tenía un talento igual al suyo. El canon oficial, de hecho, esta armado en base a la visión cuadrada de Trillo que podría resumirse en: 1) Oesterheld crea la historieta adulta en argentina 2) Oesterheld fracasa en sus revistas por culpa de Columba 3) Llega Trillo y rescata la buena historieta 4) Aparece Fierro, dirigida por Sasturain, y sigue la tradición de Trillo. En esa historia oficial, a Robin solo lo mencionan para ningunearlo o basurearlo.
¿Cómo es que logró introducir la temática de los pueblos de la Antigüedad y despertar de esa manera el interés de los lectores?
Él y Lucho Olivera eran fanáticos de la historia sumeria. Wood entonces escribió, a pedido de Lucho, "Historia para Lagash" y gracias a su tono, completamente diferente a lo que se escribía entonces (Olivera definió al personaje como "Martín Fierro" en la Mesopotamia) los lectores quedaron fascinados por ese guerrero que filosofaba sobre la vida, la muerte, los amigos, las traiciones, la familia, la guerra y el amor.
¿Cuál es tu opinión acerca de la vigencia de Wood a través de sus re-ediciones?
Creo que Wood nunca perdió vigencia y siempre tendrá lectores porque es imposible comenzar a leer cualquiera de sus historias y no quedar fascinado: tiene un ritmo único, una cadencia muy especial que atrapa al lector y lo hace seguir la historia cuadro a cuadro, página a página, durante años, décadas incluso, como sucede con los seguidores de Nippur de Lagash o Dago (que sigue editándose en Europa)
¿Te imaginas los guiones de Wood en Netflix?
Me cuesta pensar a Robin en televisión o cine, lo poco que vi de él, no me convenció nada porque se pierden las reflexiones, las descripciones con las que, en dos líneas, crea un clima, sus remates magistrales que necesitarían un actor realmente inmenso (un Marlon Brando, un Robert De Niro) para captar todas sus sutilezas y matices
¿Qué le pudo haber quedado pendiente como tema para abordar en sus trabajos?
Creo que escribió todo lo que quiso y de la manera que quiso, y eso le permitió pasar de un género a otro: del western al policial, del humor a la ciencia ficción, del costumbrismo a las historias de la guerra. Afortunadamente, para sus lectores, nos dejó tantos trabajos que tenemos material asegurado para el resto de nuestra vida. Igualmente, en mi caso, lo voy a extrañar muchísimo, porque, tanto para mí como para una gran cantidad de lectores, fue más que un escritor, fue un padre, generoso y benévolo, gracioso y divertido, tierno y sabio, que nos enseñó a ver el mundo de otra manera, a defender nuestros derechos, a pelear contra los matones de turno, sin perder el sentido del humor ni la esperanza.
El pasado domingo 17 de octubre su compañera y manager anunció a través de redes sociales el deceso de Robin Wood quién padecía una enfermedad neurológica y que partía a los 77 años hacia otras aventuras eternas, perpetuando su memoria inmortal.
*1 Iván de la Torre, egresado de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de la Pampa, Argentina, es escritor y periodista argentino, ha trabajado para diversos medios latinoamericanos y españoles. Autor del libro “100 años de Historieta Argentina” de Ediciones Lea.
Por Santiago Rosa.
PUBLICADO EN DIARIO "LA MAÑANA DEL NEUQUÉN".
https://www.lmneuquen.com/la-ultima-aventura-robin-wood-un-gigante-la-historieta-argentina-n854014
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