Los pibes reunidos frente a la televisión escuchaban los tétricos compases musicales de lo que parecía una película de terror. Algunos preferían no ver y solamente escuchar con los dientes apretados, la voz del locutor anunciando con ecos de ultratumba “La Momiaaaaaaaaa……Luchador Sordomuuudoooo….”. Entonces hacía su aparición una momia faraónica ataviada con blancos vendajes, de andar torpe por el repentino despertar que la había sacado del sarcófago. Minutos después un hombre de pelo gris y barba negra subía al ring para enfrentarla era El Campeón “Martín Karadagián”.
Martín Karadagián, luchador, actor y empresario llevó con éxito desde principio de los años 60´el ciclo televisivo “Titanes en el Ring” y además realizó giras nacionales e internacionales y desarrollo una serie de productos infantiles, juguetes, que son hoy parte de la identidad cultural argentina.
Karadagián supo cautivar a las audiencias infantiles de varias generaciones con su inventiva sin par. En el Ring luchaban los personajes de la mitología y la literatura universal como “El Cíclope” y “El Quijote” y profetas bíblicos como “David El Pastor” contra figuras de las películas norteamericanas de gánster como “Long”, “Short” y “El Padrino”. Aunque “La Momia” fue sin dudas, uno de los personajes más populares y recordados por todos.
El personaje fue interpretado, entre otros, por Eugenio Sdaziuk, durante la década del '60 (quien también interpretó al personaje Iván Kowalski), posteriormente por Juan Enrique dos Santos (nombre real del personaje Gitano Ivanoff) en los '70´y finalmente por quién más tiempo lo interpretó, desde 1975 hasta sus últimas presentaciones en el 2018, el luchador Juan Manuel Figueroa que, en diálogo con LM Neuquén nos contó sobre sus orígenes como luchador.
“Mis comienzos en Titanes fueron casi una casualidad. Estábamos con un grupo de luchadores de lucha olímpica y grecorromana en Mar del Plata en 1975. Martín Karadagián había contratado a un muchacho del Club Vélez que era amigo nuestro para hacer el personaje del “Príncipe de Nápoles”. Yo también era luchador y entrenador de pesas de ese club, tenía 24 años. Ese día y como una cuestión de suerte habíamos ido a la carpa a eso de las 11 de la mañana y le copamos el ring junto a otros luchadores como José María Fernández (que hacía “David El Pastor”) y otros muchachos más. Empezamos a luchar entre nosotros como caricaturizando a los “Titanes” pero con el estado que teníamos nosotros, modestamente nos sobraba el paño para hacer mejores saltos y acrobacias. Yo estaba en los 74 kilos y con una preparación de entrenamiento olímpico que llevaba 6 años", contó.
"Nosotros, no nos habíamos dado cuenta, cuando de improviso entró Karadagián y ahí estábamos meta parodiarlo. En eso lo vimos parado en un costado y automáticamente dejamos de luchar y él nos dijo: “¡Sigan, sigan que lo hacen bien, eh!” y nos preguntó si lo que hacíamos lo habíamos aprendido solos. Ahí le explicamos que éramos luchadores de Vélez, compañeros de Agustín Torrubias que iba a ser el “Príncipe de Nápoles”. Era un domingo, recuerdo, y ya nos estábamos volviendo, entonces le dijimos que no teníamos dónde parar. Martín nos invitó a quedarnos cinco días, con hotel y tickets de comida pagos. Al despedirnos nos dijo: “No se olviden que los espero allá en Vicente López”, y así fue el comienzo”, agregó.
Juan Manuel Figueroa además representó a un personaje cuyo nombre tiene una fuerte resonancia local “El Indio Cutral Co”. Daniel Roncoli autor del libro “El Gran Martín” comentó a LM Neuquén que una versión es que la idea se gestó en 1977, durante una gira al Valle donde un vecino de la ciudad de Cutral Co se acercó a Karadagián y le contó la historia de sus antepasados mapuches.
"Aunque a mí, me resulta más verosímil la idea de que surgió un día en que Martín vio en una enciclopedia la foto de un cacique que le resultó parecido a Figueroa y se lo comentó al productor Berisso, quien entre un par de nombres que sugirió, propuso el de Cutral Co. Intervino en esa temporada, también en el programa clásico, emitido por Canal 11 y reapareció de modo breve en 1983”, indicó.
“En una gira que hicimos por Neuquén y Río Negro vimos con Martín la estatua de un indio y le dije a Martín: “¡Miré que estampa que tiene este indio!!! y ahí nomás me propuso que yo podría hacerlo como personaje” por lo que podemos inferir que vieron la estatua del “Indio Comahue” de la localidad de Villa Regina, y que ello tuvo algo que ver en la constitución de la caracterización", recordó Figueroa.
Sus primeras representaciones de “La Momia” las llevó a cabo en una gira patagónica. “En un Gimnasio Municipal del sur, hicimos dos shows y en uno de ellos peleaba un muchacho de la zona que hizo el personaje de Baturro, pero que no convenció a Martín, así que ni bien terminó la pelea entra Di Sarli y le dice a Karadagián: “¿Por qué no se lo das al pibe el personaje?” refiriéndose a mí, y Martín le dijo: “Baturro dale el traje a Figueroa”. Yo hice dos luchas una con ese personaje y otra como La Momia y cuando volví a camarín, Martín que me estaba esperando me da un abrazo que casi me deja sin aire al mismo tiempo que me decía: “Pibe, te felicito, por momentos “lo veía al Gitano” pero vos lo haces 10.000 veces mejor. Obvio que lo hacía a viva voz para que alguno del grupo después le contara al Gitano. Desde ahí ya hice La Momia por siempre”, agregó.
- ¿Qué otros personajes protagonizaste?
Además de La Momia y del Indio Cutral Co hice “El Olímpico” un personaje a rostro descubierto que venía con la antorcha olímpica, que no te imaginas el lío que se armaba porque al principio se me apagaba a la mitad del camino porque no sabíamos con qué hacían las antorchas para que duren encendidas, en vez de salir corriendo tenía ir caminando para que durara.
Interpreté también el Androide que lo diseñó Natan Solans un maestro de las máscaras y del vestuario, gran diseñador de personajes, con quién nos hicimos muy amigos. Antes de la aparición sobre el ring del personaje y durante cinco programas “Demetrius”, que era el profesor loco que había creado, aparecía a un costado arreglando y poniendo a punto su creación. Mientras eso pasaba yo le preguntaba a Karadagián como iba a ser ese personaje, finalmente y después de mucho esperar, el mismo día del estreno me dijo: “Hacelo como a vos te salga” y yo improvisé y quedó así de ahí en adelante.
También hice “Dink -C” el personaje que representaba el famoso jugo, yo salía y les regala sobrecitos de jugo en polvo a los chicos. Hice también “El Dogo”, para ese personaje salía con dos perros que tiraban tanto y tenían tanta fuerza que al final quedó uno solo porque si no me llevaban arrastrando. El entrenador de los perros los tenía muy bien adiestrados y cuando mi personaje estaba perdiendo en la lucha los hacía encaramarse al ring y empezar a ladrar dando a entender que me estaban defendiendo desde abajo. Hice muchos otros personajes como “Mano Negra” por ejemplo.
¿Cuál fue tu mayor miedo al encarnar a “La Momia”?
Uno de los sustos más grandes que pasé, fue haciendo La Momia porque me metí en una caja grande embalaje para similar que llegaba desde Egipto en su sarcófago en su carguero y ni bien cerraron la tapa empecé a sentir que se movía la caja para todos lados. Cuando alcancé a ver por una de las hendijas resulta que me habían levantado con un guinche y estaba como a 15 metros de altura. En ese momento pensé que si se llegaba a caer me hacía bolsa contra el suelo del puerto donde se estaba grabando la escena.
Como “La Momia”, también fui al almuerzo con Mirtha Legrand. Habíamos ido con Martín y con *Di Sarli y afuera la gente se había agolpado de una manera tremenda. En las giras latinoamericanas, en algunos países, era casi imposible salir del camarín porque ya en la puerta me espera una multitud y no eran tantos los chicos, era más bien gente grande enloquecida. Ni te cuento la cantidad de fotos que me tenía que sacar y en esa época en que no había celulares ni nada parecido, la gente llevaba sus cámaras fotográficas familiares.
- ¿Cómo era luchar contra Martín?
Con Martín siempre fueron luchas especiales, porque se iba preparando el calendario para que se fuera “calentando” el desafío y cuando llegaba la lucha nuestra había una expectativa bárbara. Yo recuerdo por lo menos diez finales en el Luna Park. En una productora de Televisión que había en Martínez hicimos una serie de episodios para el exterior y en la pelea de “La Momia” contra Karadagián, Martín se cortó la frente peleando y me enchastró todo el traje con sangre. En los programas no se podía incluir “sangre” ni de utilería, es realidad, no estaba bien visto, pero como era para afuera. Era diciembre y hacía tanto calor que, entre la transpiración y la herida, quedó todo teñido en sangre. Me afirmaba la cabeza contra el pecho y parecía una lucha de carniceros.
En una de las escenas de otro programa, luchando quedamos los dos enganchados y colgando de las sogas del ring, entre la segunda y la tercera soga, yo caí dentro del ring pero Martín se fue al suelo y la cabeza le sonó como un zapallo contra el piso. Así que me desenganché y fui a verlo porque dije “Este tipo se mató” pero estaba bien y seguimos golpeándonos en el borde del ring.
- ¿Cómo fue la vida para los Titanes cuando falleció Karadagián?
El grupo más grande de Titanes, con Peucelle a la cabeza, José Luis y otra gente más nos habíamos abierto ya antes de su muerte por diferentes razones. En algún momento se le complicó el tema de la salud por una herida en una de sus piernas, debido a que era diabético, y en 1982 le cortaron la pierna. Aunque yo ya no estaba más en Titanes lo fui a visitar y ni bien me vio, me abrazó y se puso a llorar, te juro que me acuerdo de ese momento y pienso cuanto le debo a ese hombre.
- ¿En qué otras troupes de luchadores participaste después y haciendo que personajes?
Con ese grupo que te comento que nos habíamos ido de Titanes hicimos después “Lucha Fuerte” mientras que Martín, cuando se recompuso, salía con “Titanes” en otro Canal. Por cuestiones burocráticas terminaron levantando el programa y ni siquiera nos pudimos despedir del público. Con esa troupe hice los personajes de “Robox” y “Anuk El Esquimal” También participe en los 90 en “Lucha Mundial” donde hice de Crowman
- ¿Podés enviarle un mensaje a los pibes de ayer y de hoy que te admiramos?
Me alegra y me pone contento haber sido parte de la infancia de los niños de muchas épocas. Cada vez que me encuentro con alguien que me recuerda y me agradece, me revive y me da muy buena onda. Haber sido parte de la felicidad de alguien sobre todo de los niños es lo más groso que me puede haber pasado. Yo estoy orgulloso de haber sido parte de los Titanes y les mando un cariño muy grande para todos.
Juan Manuel Figueroa fue además atleta olímpico, aunque su participación en las Olimpíadas de Moscú en 1980 se vio frustrada por el boicot impuesto a Rusia por los Estados Unidos a raíz de las denuncias de la ocupación militar soviética en Afganistán, decisión a la que se sumó entre otros nuestro país.
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