MANUEL GÁLVEZ nació en Paraná, provincia de Entre Ríos, la Argentina el 18 de julio de 1882.
De una antigua familia criolla (descendía del fundador de
Santa Fe y Buenos Aires, Juan de Garay), acomodada y entregada a la política
(su abuelo paterno, José Toribio de Gálvez, 1818-1874, había sido diputado de
la Honorable Asamblea Constituyente de la provincia de Santa Fe.
Su niñez y adolescencia transcurrió en Santa Fe, ya que la
rama paterna era oriunda de la provincia mencionada.
Dejó unos cincuenta y ocho libros publicados y diez
inéditos. Tres veces candidato al premio Nobel de literatura, y uno de los
escritores argentinos más traducidos. Trabajó siempre y corregía pruebas de
páginas de imprentas.
El 21 de abril de 1910 Gálvez se casó con Delfina Bunge, hija
del pensador Carlos Octavio Bunge y reconocida escritora argentina.
Era un lector apasionado y en el último tiempo prefirió leer
las grandes obras de sus maestros o autores preferidos como: Flaubert, Galdos,
Balzac, Rubén Darío, Eca de Queiroz, Dostoievski, Zola y muchos otros.
Entre su obra novelística la crítica destaca las obras
siguientes: La maestra normal (Buenos Aires: Nosotros, 1914), El mal metafísico
(Buenos Aires: Nosotros, 1916), La sombra del convento (Buenos Aires: Agencia
General de Librería y Publicaciones, 1917) y Nacha Regules (Buenos Aires: Pax,
1919), Historia de un arrabal (Buenos Aires: Agencia General de Librería y
Publicaciones, 1922), Hombres en soledad (Buenos Aires: Club del Libro, 1938).
Su obra más recordada por los amantes de la historia
revisionista, fue "Vida de don Juan Manuel de Rosas" y vida de Hipólito
Yrigoyen, de Domingo Faustino Sarmiento,
la de Gabriel García Moreno, presidente del Ecuador, Fray Manuel Esquiú (1933)
y la de Aparicio Saravia. También escribió una biografía de Ceferino Namuncurá:
"El santito de la toldería". Su contribución a la difusión del
revisionismo histórico ha sido imponderable.
En el tomo de sus Memorias titulado En el mundo
de los seres reales, publicado en 1965, Gálvez
refirió que su nota de 1944 fue profusamente
reproducido en periódicos y en folletos.
“Fui un profeta, pero en algo me equivoqué. Porque Perón resultó demagogo y arbitrario. Permitió el incendio del Jockey Club y de muchos templos y de la Casa de los socialistas y persiguió a la Iglesia. Y el 55, la policía allanó espectacularmente la casa de mi hija en el Tigre, hasta con ametralladoras; encarceló a mi hijo mayor, médico, por el “delito” de haber ido a defender la Catedral, que iba a ser quemada; y allanó dos veces mi propia casa, en busca de armas…”.
Gálvez no fue el único nacionalista católico que se decepcionó con Perón.
Fallece el 14 de noviembre de 1962.
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